El Pequeño Changmin

Por: Ariel

Pareja: YunJae

Genero: Romance

Extensión: One-shot

Resumen: Jaejoong y Yunho son padres del pequeño Changmin, quien hará lo que sea para que el amor de sus padres no se termine jamas.

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Changmin, un pequeño niño de tan solo 6 años, jugaba concentradamente a las carreras de autos en el centro de su habitación hasta que papá Yunho llego y le dijo: 

-Hijo ya es tarde a dormir- la actitud seria del padre, que pocas veces le había visto, asusta un poco a su único hijo.

-Un rato más por favor- reclamó haciendo un puchero que no ablandó el rostro de su padre.

-Debes dormirte temprano porque mañana tienes que ir al colegio-

-Changmin haz caso a tu padre y vamos a dormir- entró al cuarto papá  Jaejoong igual o un tanto más serio que papá Yunho.

Por los rostros de ambos, el pequeño Changmin sentía que algo andaba mal y por eso no quiso más reclamar para quedarse un rato más con sus juguetes. 

Sus padres no se veían muy cariñosos y felices como siempre que digamos.

-Buenas noches hijo- se despide Jaejoong dando un cálido beso en la frente mientras le acomoda los cabellos de la frente a su hijo.

-Buenas noches papá Jaejoong- 

-Tu sabes que papá Jaejoong te amas más que a nada en este mundo-

-Pero papá Yunho te ama mucho más- interrumpió Yunho entrando también para darle su beso de buenas noches.

-No. Papá Jaejoong te ama más- agregó mirando fijamente Yunho. 

-Jaejoong ya vámonos a dormir y dejemos a nuestro hijo dormir que mañana debe ir al colegio- el ambiente se notaba tenso entre los padres de Changmin, quien no se durmió con una sonrisa en su rostro como todos los días al ver que sus papás no estaban muy felices. El pequeño pensaba que quizás ellos estaban enojados por su culpa. Quizás papá Jaejoong estaba enojado porque él se había comido el pastel que tenía para la cena o quizás papá Yunho estaba enojado porque había pinchado su pelota favorita mientras jugaba con su perro.

Apenas se cerró la puerta de la habitación, el pequeño Changmin escuchaba como sus padres comenzaron a discutir muy fuerte. Intentó por mucho rato quedarse dormido, pero el ruido de sus padres peleando no lo dejaban hasta que el cansancio le ganó y se durmió.

Durante el desayuno hubo un silencio incómodo. Jaejoong y Yunho estaban muy ojerosos, de seguro se pasaron toda la noche peleando y llorando. Cuando Yunho termino de desayunar, se sentó al lado de su hijo y le dijo.

-Hijo tengo que decirte algo- exclamó mientras le tomaba su pequeña mano.

-¿Sí?- la gran sonrisa de Changmin que tenía por haber desayunado el delicioso pie hecho por su papá Jaejoong, se borró instantáneamente.

-Yo y papá Jaejoong hemos terminado nuestra relación así que yo me iré de la casa hoy día. Pero no te preocupes yo te vendré a ver siempre. Siempre que tú me necesites yo voy a estar para ti. Y tú también podrás visitarme y jugaremos todo lo que tú quieras.

-Pero eso significa…. ¿Que tú ya no amas a papá Jaejoong?

-Mmhh si lo quiero, pero de una manera diferente.

Changmin no respondió nada. No quería por nada del mundo que su papá Yunho se fuera pero él, aun a su corta edad, entendía que no podía hacer mucho. Se vistió y tomo su mochila sin muchos ánimos.

En el auto, el pequeño Changmin aún seguía en silencio. Yunho iba manejando y le partía ver el rostro apenado de su hijo a través del espejo. Jaejoong, sentado en el asiento del copiloto, también contemplaba el rostro del pequeño. Sabía que el niño iba a extrañar a su papá Yunho, pero era la mejor decisión en aquel momento, él pensaba. Ya que la relación de un tiempo hasta aquel momento se había puesto dañina y parecía que la rutina había matado todo el amor entre esos dos. Amor que hace unos años hizo que adoptaran al pequeño Changmin con tal solo un mes de vida.

Al llegar a la escuela, ambos padres se despidieron cariñosamente de su pequeño que se encontraba muy desanimado. 

En clases, el ánimo de Changmin no cambio mucho. No tenía ganas de escribir, de hablar, ni de comer, algo muy raro en él. Sus mejores amigos, Yoochun y Junsu se dieron cuenta que su amigo, quien se caracterizaba por ser bromista, juguetón y que adoraba robarle la comida a los demás, estaba muy pensativo y que no salió de la sala a jugar en el recreo.

-¡Changmin! ¡Vamos a jugar a la cancha!- grito animadamente Junsu, seguido por un calmado Yoochun.

-No tengo ganas de jugar chicos. Vayan ustedes no más…-

-Changmin ¿Que te ocurre? ¿Porque has estado tan triste y desanimado hoy?-

-Estoy triste porque mi papá Yunho se irá de la casa-

-Oh- exclamaron entendiendo lo triste que puede ser.

-Lo único que quiero es que mis papas vuelvan a amarse-exclamó Changmin mientras se tapaba su rostro que ya estaba empapado en lágrimas.

-Changmin… ¿Tú has escuchado sobre la hada del bosque?

-¿No? ¿Quién es?- preguntó con sus ojos abiertos.

-El otro día, escuche que unos niños de otros cursos más grandes fueron a visitar a la hada del bosque para pedirles que les regalará una bicicletas y ella se los cumplió. ¡Podríamos ir a bosque, encontrarla y tú le pides que una a tus padres de nuevo!- contó Yoochun mientras levanta sus brazos.

-¡Sería una buena idea!- exclamó levantando sus brazos de felicidad también-Pero solo hay un problema. Papá Jaejoong no me dejara ir solo al bosque-

-¡Podemos fugarnos del colegio, ir al bosque y cuando llegues a tu casa tu papá Yunho ya estará en tu casa! ¡Ellos ni se darán cuenta que no estamos en la escuela!- acotó el pequeño Junsu.

El pequeño Changmin aceptó y los tres amigos tomaron sus mochilas y se escaparon por el patio trasero del colegio que tenía una grieta por donde solo los niños pequeños podían escaparse. El bosque no quedaba muy lejos del colegio, estaba a solo un par de cuadras y  antes de entrar al bosque, compraron unos snacks y bebidas para el camino.

Alrededor de las tres de la tarde, los profesores de los pequeños se dan cuenta de su ausencia  y llaman a los padres de los tres estudiantes quienes de inmediato se desesperan por el paradero de sus hijos. Jaejoong y Yunho estaban muy preocupados y agobiados, al punto de olvidar sus diferencias y comenzar a buscar a los pequeños por todos los posibles lugares. Visitaron las casas de otros amigos, parques cercanos, centros de videos juegos pero no había ningún rastro de los tres pequeños amigos.

Mientras tanto en el bosque, los tres pequeños esperanzados caminaban sin un rumbo definido. Ya se habían comido toda su comida y no tenían ningún rastro de la tal hada del bosque. Sus uniformes estaban sucios pues entre tanta rama y árboles caídos tuvieron que arrastrarse por el suelo para hacerse camino y prácticamente habían caminado en círculos durante toda la tarde y ni cuenta se habían dado.

Cuando ya eran las 8 de la tarde, el sol ya se estaba escondiendo y los pequeños no tenían linternas para alumbrar su camino. Estaban agotados y hambrientos, así que decidieron que lo mejor sería dormir en el suelo y usar como cabecera sus mochilas para así esperar al amanecer y seguir buscando a la tal hada.

Iban en el auto en dirección a un parque de juegos que habitualmente visitaban con Changmin, cuando el cansancio y la desesperación se apodero de  Jaejoong y comenzó a culpar a su ex de todo.  

-¡Fue tu culpa que se fugara!- exclamó Jaejoong ardiendo en rabia.

-¿Quién me pidió que me fuera de la casa? ¡Tú! ¡Por lo tanto que tú tienes la culpa!-explotó en rabia también Yunho. Después de eso, hubo un lapso en donde nadie hablo hasta que Jaejoong rompio en lagrimas.

-Pobre nuestro bebe… ¿Dónde estará?-

-Te acuerdas cuando tenía 3 años y se nos desapareció en la nuestra propia casa- sonrió con nostalgia Yunho.

-Si y era que se había quedado dormido debajo de nuestra cama mientras sacaba algunas galletitas que rodaron y se metieron debajo de ahí- Jaejoong también sonreía y al parecer la rabia de algunos minutos atrás desapareció por completo al recordar la infancia de su pequeño.

-Esa vez casi me morí. Pasamos más de una hora buscando por debajo de las mesas, en el armario, en todas partes y nunca se nos ocurrió aquel lugar -

-Y …¿Te acuerdas cuando se le cayó su primer diente y pensaba que si se sacaba los demás iba a ser rico y se podría comprar toda la comida que quisiera?- 

-Jajajaj o ¿Cuándo preguntó cómo nacían los bebes?-

-Te dio mucha vergüenza contarle- Sonrió Jaejoong mirando dulcemente a Yunho recibiendo también una sonrisa de vuelta y recordó que la última vez que ambos se habían mirado de aquella manera, siendo cómplices uno del otro- Y terminaste explicándole que los bebes los traía una cigüeña. Después de eso, tuve que explicarle que bueno… cuando dos personas se aman, llega un bebe. Pero aun así, hasta hoy sigue creyendo que llegan en una mantita traída por una cigüeña gracias a su padre.

-Creo que has sido mejor padre que yo-rio. 

-Yunho... tu eres el mejor padre para Changmin creo que los educamos bien juntos-

-Te juró que vendré a verlo todos los días... lo voy a extrañar mucho- Yunho se apenó nuevamente al recordar que no estará tan cerca de su hijo y el silencio invadió de nuevo dentro del auto. Por instantes, Jaejoong se sentía culpable del sufrimiento de Changmin que tendría en un futuro por la falta de su padre Yunho y también por el sufrimiento de su ex, ya que él se moriría si no viera a Changmin todos los días.

-¿De dónde se le habrá ocurrido la idea de fugarse?-

-Son niños. Es común que hagan eso a esa edad. O ¿Acaso tú nunca te fugaste de la escuela?- 

-mmhh si y fue solo una vez- ambos sonríen infantilmente pues a su mente inmediatamente llega el recuerdo de aquella única vez que se fugaron del colegio. Tenían quince años y al igual que su hijo Changmin, fueron al bosque a pasar un rato a solas, distraerse de los estudios y de los demás amigos. Jaejoong tenía sus sentimientos claros hacia Yunho pero como fiel amigo, él pensaba que nunca iba a confesarle su amor. Mientras tanto, Yunho también estaba loco por su amigo y en su mente ya tenía el plan maléfico de llevarlo al bosque para robarle un beso. Y así ocurrió.  Tan solo falto que se adentrarán un poco en el bosque, se tomaran un par de fotos, y se sentaran a la orilla de un riachuelo para que ambos al mismo tiempo dijeran “Me gustas”. Después de aquello les siguió un apasionado beso que ninguno de los dos olvidará jamás.

-¡¡EL BOSQUE!!- de un instante al otro ambos gritaron lo  mismo pues era obvio que ambos recordaron su primer beso.

-¡Deben estar ahí!- exclamó Jaejoong.

-¡Vamos!

Cuando llegaron por fin llegaron, dejaron el auto a un costado del bosque y ambos partieron corriendo. Gritaban muy fuerte los nombres de los tres pequeños, pero no tenían ni una pista de ellos, e incluso alumbraban con sus celulares el camino ya que ni la luz de luna  entraba entre las ramas de los árboles.

Mientras corrían rápidamente, Yunho iba adelante y Jaejoong un poco atrás. Cuando de repente, Yunho miró hacia atrás y se dio cuenta que Jaejoong no estaba. Avanzo rápidamente hacia atrás y lo vio inmóvil mirando hacia un riachuelo.

-Yunho mira…- Jaejoong apuntó a la orilla del riachuelo en donde hace 15 años atrás se habían dado su primer beso.

-Si me acuerdo…- Yunho se le acercó por detrás a Jaejoong. Quería abrazarlo fuerte y decirle lo mucho que lo amaba. Pero sentía que no debía hacerlo, pues parecía que todo lo de ellos había muerto. Ambos se quedan en silencio por un par de minutos, mientras miles de recuerdos bombardean sus mentes.

-Yunho… sabes estaba pensando que quizás, no sé, solo si tú quieres o puedes, te podrías quedar un tiempo más en la casa, bueno tu sabes, por Changmin…- exclamó un poco nervioso y melancólico.

-Jaejoong, no solo me quiero quedar por Changmin, sino también por ti. Porque te amo y no quiero estar separados de ustedes- aunque tenía miedo de ser rechazado, Yunho abrazó por detrás a Jaejoong para luego reposar su rostro sobre el hombro de su amado.

-Yunho yo... nunca he querido que te vayas. Y no solo te pido que te quedes por Changmin, sino porque yo también te necesito y te amo- se dio vuelta y sin pensarlo muchas veces le dio un gran beso, incluso más apasionado que el primer beso de ellos en aquel mismo lugar. Era obvio que se amaban y que el hecho que su hijo había desaparecido, los hizo juntarse aún más y disolver sus diferencias. 

Luego de aquello, siguieron la búsqueda de su hijo tomados de las manos. No tuvieron que caminar bastante desde el riachuelo cuando de repente se chocan de frente con tres pequeños bultitos, durmiendo los tres juntos para darse un poco de calor a los pies de un gran árbol.

No gritaron de alegría para no despertarlos e interrumpir abruptamente el plácido sueño de los pequeños. Jaejoong se acercó despacio hacia Changmin y comenzó a moverlo suavemente.

-Changmin-ah. Ya es hora de despertar-

-¿Ah?...mmmhh- balbuceo abriendo solo un ojo.

-Changmin-ah, hijo vámonos ya es tarde- agregó Yunho también moviendo el hombro de su hijo suavemente.

-¡¿Ah?! ¡Ustedes de nuevo juntos!- gritó y se levantó de un salto para abrazar muy fuerte a sus padres- ¡la hada si cumplió mi deseo!

-¿De qué hablas Changmin?- preguntó Jaejoong.

-¡Junsu, Yoochun despiértense! ¡La hada me cumplió mi deseo!- exclamó moviendo y despertando de golpe de sus amigos.

-¡Sii!- gritaron al mismo tiempo.

-¿Qué hada del bosque?- seguía preguntando Jaejoong.

-El hada del bosque aishh ¿Cómo no van a saber de ella? Dicen que ella te cumple cualquier deseo que le pidas. Y yo venía a pedirle que ustedes volvieran a estar juntos y me lo cumplió incluso si no me la encontré-al haber escuchado aquella inocente historia, Yunho y Jaejoong abrazaron y llenaron de besos a su hijo.

De vuelta a la salida, se dieron cuenta que los pequeños estaban más cerca de la entrada de los que pensaron. Yunho y Jaejoong fueron a dejar a Junsu y a Yoochun a sus casas donde los esperan sus padres que estaban igual de desesperados de los de Changmin y alegres de que estuvieran sanos y salvos. 

Cuando llegaron al hogar, Yunho cargo a Changmin en sus brazos ya que el pequeño se quedó dormido en el auto. Lo acostó en su cama y cuando sus padres iban a cerrar la puerta de su habitación, Changmin exclamó:

-Papa Yunho... ¿Te quedaras a dormir aquí?-

-Si hijo, no me iré de la casa así que no te preocupes y no vayas más a visitar a aquella hada del bosque.

-Ósea… eso significa que amas a papa Jaejoong ¿verdad?- preguntó sonriente.

-¡Si lo amo muchooo! Igual que a ti- le respondió mientras le daba un cálido a beso a papa Jaejoong. 

-Y tu papa Jaejoong… ¿Amas a papá Yunho?-

-Demasiado y me llego a volver loco si no lo tengo a él y a ti en mi vida-

-¡Oh!- exclamó abriendo sus ojos muy y desbordando felicidad.

-¡¿Que pasa Minnie?!- exclamó Yunho.

-Entonces…. ¡Ustedes tendrán un bebe! ¡Voy a tener un hermanito! ¡Voy a tener un hermanito!- el pequeño Changmin saltaba de felicidad sobre su cama.

-¿Porque dices eso hijo?- preguntó papa Yunho.

-Si, que voy a tener un hermanito. Papa Jaejoong me dijo el otro día que los bebes llegan si los papas se aman muchooo, muchooo, así como ustedes. Por lo tanto tendré un hermanito. Quiero que sea niño y así poder jugar con él futbol, a los autos, a la lucha, a las escondidas…- y así el pequeño Changmin siguió enumerando toda clase de cosas que haría con su futuro hermanito.

-Amor ahora te toca explicarle que porque nosotros dos no podemos tener bebes incluso si nos amamos muchoooooo- le susurró irónicamente Jaejoong a Yunho- ¡Te amo bebe buenas noches!- le dio un beso en la frente a su pequeño para luego darle una sonrisa malvada a su amado mientras Yunho le miraba con cara de sorpresa, de frustacion y de no saber qué hacer con las dudas de su pequeño.

Fin.