sábado, 3 de enero de 2015

November with Love






Por: Ariel
Pareja: YunJae
Extensión: One-shot 


A lo lejos se escucha acercase el tren que en unos minutos te llevara lejos de mí. Sé que aunque yo deseara detener el tiempo sería inútil en estos momentos ¿verdad? Sin muchas razones has decidido irte de mi lado para siempre y yo sin querer despegarme ni un segundo de ti, he venido a despedirme, y de paso a tratar de hacerte recapacitar que lo que harás me matara de por vida. Tan solo faltan unos cuantos minutos para que el tren parta llevándote no solo a ti, sino también mi vida, mi razón por la cual respiro día a día, y mi felicidad eterna. Con melancolía observo nuevamente el reloj que casualmente fue un regalo tuyo y es estúpido lo que hago, pues mientras más veces lo miro, más rápido pasan los minutos. Siento que le estoy teniendo un poco de odio a tu regalo, porque aunque le suplique a sus manecillas incesablemente que se detentan para poder tenerte eternamente a mi lado, no lo hacen.


El frío de noviembre ya ha llegado y con ese frío que cala los huesos, deseo inmensamente abrazarte. Te miro de reojo y pienso que no creo que me lo permitas pues parece que te has asegurado de que yo no lo haga, vistiéndote muy abrigado como si no necesitaras el calor de mis brazos que muchas veces te cobijaron y te entregaron todo ese amor puro que tengo guardado solo para ti.

Trato de mostrarme compuesto ante tu partida, sin embargo, soy incapaz de guardar estas lagrimas que fluyen por si solas y hasta pareciera que el frío del lugar hubiera congelado algunas de ellas dentro de mi corazón haciendo que el dolor de mi pecho se aumente cada vez más.

No obstante, olvidando mis lágrimas y lo miserable que debo lucir, vuelvo a mirarte de reojo y contemplo tu escultural figura como también tu respiración agitada se hace notar a través de esos labios que alguna vez fueron míos, y a pesar del frio esos labios se ven relucientes igual que siempre. De repente una duda aparece en mi ¿Volveré a besarlos nuevamente?, sin embargo, no demoro mucho rato recibir la respuesta pues tu rostro cabizbajo pero decidido lo dice todo y para desgracia mía me dice que te irás y que nunca más volverán a ser míos.

¿Cómo seré capaz de borrarte si te has impregnado hasta en lo más profundo de mi ser? Sinceramente no sé como seré capaz de vivir sin ti.... pienso mientras te contemplo a unos metros de mi.

Por favor no me pidas que te olvide, y si lo pides me negare rotundamente en hacerlo. Seria fácil borrar este sufrimiento con un poco de alcohol y pastillas, pero aquello solo sería por momento. Pues nada en el mundo borraría tus caricias sobre mí, tus besos al despertar, ni tampoco tus notas cursi que dejabas por toda nuestra casa demostrándome tu amor por doquier.

-No me dejes acá, por favor… - te susurro cerca de tu oreja - Por favor no te vayas - insisto pues no quiero quedarme solo con este frio que no tiene comparación con la calidez que me entregabas al abrazarme, con la ternura que me entregaban tus ojos día a día y con ese amor que hace que todo el hielo que alguna vez existió en mi corazón se hubiera derretido de un instante al solo verte por primera vez.

No me contestas nada, de seguro debes estar pensando que todo lo que hablo son boberías. ¿Qué más debo hacer para convencerte? La desesperación me está volviendo loco y mientras mi mano tirita, observo nuevamente mi reloj y para mi mala suerte faltan unos pocos minutos para que el tren parta. Con temor tomo tu mano buscando encontrar la última esperanza que haga cambiar tu corazón. Sin embargo, me la sueltas para luego volverla a meterla en tu abrigo, negándome toda esa suavidad que solo en ti he encontrado.

-Yunho no sigas por favor… sé que es muy grosero de mi parte pero ¿Te puedo pedir que te vayas? Creo que es mejor para los dos… -

Con lo que has dicho has matado la última esperanza de tenerte a mi lado para siempre. Pero tienes razón, será más doloroso verte ir y por eso haciéndote caso te miro fijamente por última vez para guardar en mi memoria todos tus detalles que te hacen aún más perfecto de lo que eres, como ese lunar debajo de tu ojo izquierdo que trata de robarse la atención de tu rostro, pero es imposible pues tus relucientes ojos captan todas mis miradas y hacen que esta despedida sea aún más dolorosa.


- Adiós Yunho…   - escucho tu susurro mientras yo ya me he alejado de ti unos metros. Y no sabes cómo malditamente duele aquella frase en mi corazón. No quiero verte partir, porque duele y duele mucho. Por eso y sin ningún motivo para quedarme en la estación giro y comienzo a caminar mirando el paisaje por donde el cual muchas veces nos divertíamos juntos. Sé que nunca más volveré a vivir esos momentos por eso retiro mi mirada de los congelados arboles del alrededor y sin más que hacer. 

Te vas por la simple razón que nunca he sido el hombre perfecto para ti. Yo solo soy aquel él que no supo comprender, él que no supo mimarte cuando más lo necesitabas y él que no supo apreciarte cuando estuviste a mi lado.

Duele y arde dentro de mí la amargura que me deja tu partida, como a un niño que le quitan su juguete favorito, pero con la sola diferencia que luego aquel pequeño será consolado por las  dulces palabras de su madre, mientras que yo deberé tragar todo y tratar de vivir junto esa tristeza solo, sin caricias, ni tiernos abrazos y tendré que aprender a sobrevivir sin ti. 

Doy pasos de moribundo e inconscientemente me voy alejando mucho más de ti. No porque quiera hacerlo, sino mientras más tiempo que paso en esta estación, más recuerdos bombardean mi memoria como si quisieran torturare trayéndome los más bellos recuerdos junto a ti.

Mi corazón se va muriendo lentamente como también se va congelando junto a fría helada que ha traído noviembre. Aunque pienso que da lo mismo si se enfría, pues sin ti, no hay motivo por el cual mi corazón vuelva a latir nuevamente. 

Casi sin energías logro sentarme en una banca afuera de la estación. No quiero llegar a la que solía ser "nuestra" casa. Respiro profundamente y con mis manos en mis abrigos miro el suelo tratando de ocultar mi rostro abatido. 

Pasan los minutos y mi agonía aún sigue. Sin mucho esperar, las lágrimas aparecen nuevamente queriendo sanar mi corazón. Es por eso que tapo mi rostro con mis largos dedos tratando de ocultar mi tristeza de los demás, quienes nunca entenderían que eres lo mejor que ha ocurrido en la vida y que después de nada tendrá sentido, pues cada pequeño paso que yo daba , cada esfuerzo, cada caricia, todo lo hacia por ti, por verte sonreír y por hacerte inmensamente feliz.

Para mi desgracia escucho a lo lejos como el tren ha partido y pienso que sería muy tonto correr detrás de él, pues nunca lo alcanzare al igual que nunca podre ablandar tu corazón nuevamente. El viento frio choca con fuerza en mi rostro congelando sobre este las lágrimas que ya fluyen por si solas mientras escucho el sonido que producen los rieles alegándose.

Sin embargo en cosa de segundos un grupo de niños aparecen corriendo de la estación de tren. 

- ¡Vamos! ¡Vamos! ¡ Tenemos que encontrarlo!-
- ¡Todos en busca de Yunnie!- ¿Ah? ¿Es mi nombre lo que escucho?
-¡Si!- todos contestan en coro cuando de repente apareces de la mano de una pequeña que forcejea para que sigas corriendo. 

Avanzan unos cuantos metros y quedan en frente mío. Al solo verte haces parar a tu pequeña tropa de amigos para luego darte vuelta y apuntarme. Ante aquello, trago el nudo de mi garganta y siento que mi corazón se detiene por un instante y de un momento a otro vuelve a bombear con mucha más fuerza que antes. En cosa de segundos los niños comienzan a correr hacia mi.


-Señor…. ¿Usted es Yunnie?-me pregunta un pequeño mientras trato de mirarlo, pero mi mirada se concentra en tu figura que está a unos metros detrás de él.
-Sí… ¿Porque?-respondo mirándote fijamente desbordando felicidad.
-Porque nuestro nuevo amigo lo está buscando-
-Queríamos invitarlo a jugar pero lo vimos tan triste que quisimos ayudarlo a encontrar su felicidad-
-Y le preguntamos porque lloraba y nos dijo por que Yunnie se fue-y con esto comienzas a avanzar hacia mí. Mientras te contemplo dichoso, te le acercas a tus amigos y les susurras algo que hace que ellos exploten en risa y se marchen entre saltos y moviendo sus pequeñas manos despidiéndose de nosotros.

En silencio te sientas a mi lado y de un instante a otro y milagrosamente ciento tus delicadas y congeladas manos alrededor de mi cintura y el choque de tu cuerpo contra mí el mío hace que yo reviva como con un shock eléctrico. Respiras exaltado e incluso puedo ver el vapor de tu respiración cerca de mi oreja pues con toda confianza has puesto a descansar tu rostro sobre mi hombro. Aprovechándome de la situación, hago lo mismo que tú y entrelazo mis brazos alrededor de tu cuerpo. Se siente tan cálido, no como el frio que me atravesaba hace unos minutos.

Y también siento que eres mío nuevamente, y por eso giro mis labios a tu frente y la beso tiernamente, pues aunque mis labios estén congelados desean aprovechar esta instancia  para acariciarte. Ante eso, suspiras por primera vez como también  es la primera vez que vuelvo respirar y gracias a tu bendita presencia el aire ya no se siente tan denso con antes. Tan pronto como comienzo a sonreír, comienzo a secar delicadamente las cristalinas lágrimas que adornan el rostro de la persona que me ha traído la vida nuevamente.

Con un poco de timidez tomo tu mentón para luego frotar mi nariz con la tuya. La tuya está congelada y frotándola junto a la mía trato de darle ese calor, que aunque es pequeño,  es una pequeña muestra de toda la ternura que te puedo entregar.

Pero mis labios son ambiciosos y no se convencen solo con haber sentido la suave piel de tu frente, por eso lentamente me comienzo a acercar a tus labios hasta que llego a rozarlos con los tuyos. Se sienten tan cálidos y tan exquisitos que he decidido que nunca los dejare y al parecer tú has decidido lo mismo, pues has comenzado a mover y a presionar tus labios  intensamente contra los míos.

Mientras me deleito con tus labios pienso que al parecer este noviembre ya no será tan frio y solitario como pensaba que iba a ser hace unos minutos…..


Fin.





4 comentarios:

  1. que hermoso que bueno que no se fue y regreso jae a buscar su felicidad con yunho a su lado
    GRACIAS por la historia me encanto

    ResponderEliminar
  2. es realmente bello esta historia !!!!!

    ResponderEliminar
  3. Porque se quiso ir Jae en primer lugar? ... Bueno, sea como sea, regreso con Yunho. Me dio mucha penita Yun... :) Muchas gracias!

    ResponderEliminar
  4. :( comenzó tan triste!!! Pero tuvo un final muy bonito! Por un momento pensé que JJ d verdad se iba a ir! Gracias por compartir! Linda historia *o*

    ResponderEliminar