miércoles, 16 de abril de 2014

Toki Wo Tomete (Please Stop Time)


Awwww bcdbgsvgvgsvd *muchos corazones* Este fic desde su inicio fue creado no solo para recordar el cumpleaños de Jaejoong hace meses atrás, sino que también para mi amiga de escritura, "chinos" y peleas constantes jajajajaja
Para nuestra querida SAMMA!!! Este fic fue un "regalo" a distancia en su cumpleaños.. "Espero que recuerdes y guardes en tu "compu" y en tu corazón esta historia romántica y cursi del nuestro querido "YUNJAE!" :)

Toki Wo Tomete (Please Stop Time)



Por: Stephanie
Parejas: YunJae
Género: Romance, Drama
Clasificación: N - 17
Advertencia: Lemon
Extensión: One-shot
Resumen: Kim Jaejoong recuerda uno de sus mejores cumpleaños y desea con todo su corazón compartir este día con la persona que ama.
Canciones: 김재중 Heaven / Make up (Keshou)/ Toki Wo Tomete (Please Stop Time)/Forgotten Season


***********

7 años atrás.

Kim Jaejoong sonríe ante las locuras y las ocurrencias que solo pueden salir de los pensamientos y de lo que es verdaderamente Jung Yunho. Adora ese histrionismo que le caracteriza y esos grandes dotes de baile que deslumbran a cualquiera, pero ama mucho más cuando se muestra ante él tal como es, como un verdadero amigo, como un confidente y deja de lado esa faceta de líder que se preocupa del bienestar de los cincos, sino que se da un tiempo para él, para disfrutar de cosas simples y pequeñas, como estar los dos en el mismo lugar, solos y deleitándose de un rato agradable alejado de lo que significa ser una estrella.

El sol se esconde de apoco en el horizonte y ambos comparten la tarde, y lo que queda del cumpleaños de Jaejoong. El agua de aquel lago por el que se desplazan en un pequeño bote es tranquila y cristalina, lo que permite ver al castaño el reflejo de su rostro entre las ondas que se forma cada vez que Yunho impulsa de la embarcación con sus remos. Éste último, no deja de cantar lo primero que viene a su mente, exagerando las notas y las letras produciendo que Jae ría aun más de sus juegos y bromas que acostumbra a hacer cuando están solos.


Ambos tienen la misma edad y podríamos decir que los mismos sueños por triunfar mucho más allá de lo que ya han logrado en su corta pero exitosa carrera. También podemos decir que sienten lo mismo el uno por el otro, pero que ambos callan lo imposible ante sus ojos, mientras que para los demás - es especial para sus otros tres amigos - es un sentimiento correspondido que necesita de un segundo o de una instancia para confesar eso que sus corazones dicen y gritan en soledad. 

Yunho quería y deseaba que Jaejoong pudiese celebrar con él su cumpleaños, o en último lugar que le acompañara algunos días de esa semana en la que podrían descansar, sin importar que fuese bajo el titulo de amigos, compañeros de trabajos o simplemente colegas; añoraba estar con él sin el ruido de la ciudad, las entrevistas y de los flash de las cámaras. Y le costó coincidir que Jae consiguiese seguirlo en ese viaje a la casa de sus padres en un pueblo en las afueras de la ciudad, donde el esplendor de la naturaleza, los animales y un gran lago se transformaban en la mejor distracción y en el mejor lugar para descansar de las últimas giras. Aun así logró que fuese a su encuentro días más tarde.

Jaejoong no pudo negarse a la invitación de Yunho, no cuando se acerco a él con esa alegría que transmite siempre y con esa dulzura que siente que a veces solo a él le muestra,  y ni mucho menos cuando le confesó que deseaba que conociera unos de los lugares que más le gustaba del mundo, por lo que trato de terminar lo antes posible los compromisos como rostro de la empresa y partió a su encuentro. No obstante, dos días antes de ir con él, un fuerte resfriado lo ataco y pensó en rehusarse a ir, pero poco duro ese pensamiento al ver el mensaje de Yunho que llegó a su celular preguntando cuando, y a que hora llegaría. Sin darle vuelta al asunto, salió de la casa que comparte con los demás dioses, eso sí, después de hacerle entender al menor de todos que volvería pronto, después de reclamarle a Yoochun por llegar de madrugada y después de consolar a Junsu porque su consola de videojuegos se rompió.

Y es que Jaejoong le gusta esa idea que comparte con Yunho de que son padres de una familia, ya que a veces resulta tan real, tan verdadero y utópico, detener a Min y a Junsu para que dejen de pelear,  lanzarse todos juntos sobre Yoochun por terminar con esa pereza innata que le hace dormir en cualquier lugar de la casa, y a veces…., a veces se hace tan idílico tenerle frente a él como algo más, con esas ansias que tiene por besarlo, con esas ganas que tiene de decirle todo lo que piensa y ama de él, con lo feliz que se siente tan solo al verle en este minuto remando fascinado con el paisaje, sin una muestra de cansancio después de un largo día en que le llevó a conocer el pueblo, la casa, los amigos y aun no se explica cómo todavía se le ve repuesto y alegre.

Jae…, Jaejoong…., Boo  -

-¿mh? –

- Te quedaste pensativo… ¿sucede algo? – pregunta sonriente, y es que hace minutos el canta y solo le ve mirarle pensativo y hasta podría decir nostálgico.

- No…, no…, yo… - Jaejoong si pensó en decir algo más, se quedo sin palabras al  ver a su amigo ponerse de pie en el bote. - ¿Qué haces? –

- ¡SEÑORAS Y SEÑORES…! - dice Yunho jugando con el remo como si fuese un micrófono. Jaejoong mira a todos lados, y es claro que no hay nadie más en ese lugar, pero le preocupa que alguien escuche a su amigo.

- ¡HOY ES EL CUMPLEAÑOS DE JAEJOONGIE….! -

- Yunho, te pueden escuchar… - reclama tirando de la polera de éste y mirando a todos lados.

- Aunque me escuchen… – exclama elevando más su voz - ¡TODOS DEBEN SABER QUE ES UN DÍA ESPECIAL…!-

- Enserio…. Yunho…. – y trata de sonar enfadado, sin obtener claramente el resultado que espera porque Yunho sigue con su cometido.

- POR ESO, HE DECIDO QUE DEBO SER EL PRIMERO EN CANTARTE… - y Yunho comienza a cantar muy fuerte el cumpleaños feliz a su amigo.
Jae no puede parar de reír y Yunho no deja de ladearse mientras canta cada vez más fuerte y alegre  para él. Sin embargo, entre el canto, las risas y entre la versión rap, bailable y todo eso, Yunho pierde el equilibrio y Jaejoong por tratar de ayudarle a no caer, lleva todo su peso a un lado de la embarcación, resultando que el pequeño bote se volcó cayendo los dos al agua.

A los segundo Jae sale de ese lago tratando de buscar a su amigo, viéndole a unos metros más allá de él buscando aire. Ambos se miraron y nadaron a su encuentro, riendo por lo sucedido aunque preocupados el uno por el otro.

Yunho se acerca un poco más para asegurarse de que todo está bien y se queda derretido ante la imagen de Jaejoong mojado, con esas gotas que caen de su pelo, recorren su rostro y se pierden por el mentón. Y como por inercia, o por lo que dice su corazón que cada vez late más fuerte, le mira directamente a los ojos, quedando muy cerca de su rostro y de sus labios. Jaejoong por su parte, cree que podrá probar por primera vez el sabor de esos labios perfectos a sus ojos, ya que siente la respiración de su amigo muy cerca y suave, sin embargo, unas pequeñas gotas comiezan a caer a sus rostros haciendo que se separen. Ambos se sonrojan porque se habían perdido en ese pequeño instante, deleitándose en sus pensamientos y en el deseo de besarse.

La lluvia y las gotas se dibujan desde lo alto, concretándose en su caída libre sobre el lago, y las nubes oscuras que comienzan a cerrar el cielo, informan a los dos jóvenes que es hora de volver a  casa pues el temporal se aproxima a lo lejos. Nadan a la orilla más próxima y Yunho toma la mano de Jaejoong rápidamente para adentrarse en el bosque, cruzarlo y llegar a su destino. 

El olor a tierra, a humedad, al pasto y a las hojas se impregna en el aire mientras siguen corriendo y atravesando grandes árboles, matorrales, ramas, pegándose a sus zapatillas la tierra y el barro. Se detienen varias veces porque Jaejoong se agota fácilmente y el aire le falta. En su interior, Jae cree que el resfriado que le afectó días atrás, está volviendo a aparecer después de estar completamente mojado, sintiéndose palidecer, pero trata de estar sonriente y compuesto cada vez que se detienen y Yunho le habla. Sin embargo, al quedar sólo algunos metros para llegar a casa lo que percibe es que sus piernas tiemblan y sus ojos se cierran.

Yunho sonríe al caminar por la lluvia, no obstante, siente que Jae de apoco comienza a soltar su mano, se vuelve a mirarlo y al ver que está a punto de caer lo sostiene y lo aprieta por la cintura a su cuerpo.

- ¡JaeBoo!, háblame sí…. – se asusta al no recibir respuesta y acomoda un poco a Jaejoong para subirlo a su espalda y comenzar a correr.

El camino fue difícil con Jae en sus hombros. Al llegar a la casa, se dirige a la puerta trasera, entrando rápidamente para avanzar en dirección hacia el living y deja a su amigo en uno de los sillones.

La noche ha llegado y aprieta el interruptor de la luz sin obtener lo que quiere. Prueba los otros interruptores y está claro que la luz se cortó, camina rápidamente a la cocina encendiendo una vela y deja un poco de agua calentándose. Corre a la habitación de sus padres y revisa los cajones con la vela en su mano, enciende la radio a pilas y escucha que funciona correctamente, pensando en que pueden informar algo en ella con respecto a lo que ocurre. Encuentra un frasquito con medicina y sigue buscando, cuando de repente ve un libro de medicina que su madre tiene. Revisa las páginas y piensa en los síntomas a los que respondía Jaejoong, hojea una vez más y lee:

- Temblores, confusión mental, torpeza en los movimientos, respiración rápida … – lee una vez más por encima – Hipotermia moderada… el sujeto no debe dormirse y tiene que mantenerse despierto, ya que la pérdida de conciencia por hipotermia es paulatina y si no se percibe uno está muriendo… - Yunho sigue leyendo y la palabra muriendo es la única que llama su atención. Retiene la vela, saca el frasco de pastilla y guarda bajo su brazo la radio saliendo en búsqueda del agua que hierve para prepara un poco de café para Jae que está en la sala tiritando y con los labios resecos.

A los minutos Yunho tiene en la sala, mantas, cojines y ropa seca; todo esparramado por el suelo mientras las primeras llamas de la chimenea cobran vida entre la leña y el frío de la noche. Ya le ha dado el medicamento a Jaejoong si tener ninguna repuesta concreta, de si el joven se sentía mejor o algo parecido, sino solo sonidos de su boca. No sabía que más hacer y maldecía por no leer un poco más el libro y las instrucciones de cómo combatir la hipotermia.

Al observar a Jae comprende que la ropa de ambos aun sigue mojada, por lo que saca su ropa y la de Jae también,  sin detenerse a pensar en algo más que solo darle calor, hablándole y pidiéndole que dijese cualquier cosa, a lo que Jae solo dice  no me dejes”. Lo levanta con sumo cuidado,  rodeando los brazos de él sobre sus hombros para que todo el peso de ese cuerpo recaiga sobre él. Avanza solo algunos pasos, con él en sus brazos, quedando frente a la chimenea, buscando que el calor que emana de ésta, junto al roce de su cuerpo puedan terminar con el frrío y los temblores de su cuerpo. Y aunque Jaejoong fuese un hombre a semejanza de él, con una musculatura y brazos firmes por la actividad física que realizan a diario, su cuerpo no deja de ser delgado y frágil, por ello tiene mucho cuidado en no dañarlo, ni menos pensar en algo más con él; ya que sus sentimientos afloran y su corazón late velozmente con el solo roce que hacen sus dedos al estrechar esa cintura un poco más a su cuerpo, pues siente la textura de su piel, su calor, la suavidad e incluso su olor que le embriaga al tenerlo junto a él. Le ayuda a acomodar su cabeza entre el espacio que queda entre su cuello y su hombro, dejando su respiración a la altura de su oído y mejilla, estremeciéndose con sus respiración laborioso y cansada.

La radio que colocó sobre la mesita, deja salir por su pequeño parlante grandes éxitos de rock clásico, ya que sintonizó la radio del pueblo, esperando alguna información de esa lluvia abundante que no deja de sonar hasta en el interior de su casa. A los pocos minutos la canción que suena es interrumpida por la voz del locutor:

- “Señores auditores… se les informa que en este minuto el centro de climatología de la capital pide a todos los ciudadanos no salir de sus casas ni mucho menos viajar de un lugar a otro. También se informa, que los accesos a salir de la ciudad fueron cerrados y se abrirán a más tardar a medio día mañana si es que la tormenta ha terminado…  Pedimos que mantengan la calma y sigan en nuestra sintonía… “-                                                                                                                                             Y lo que iba a hacer una velada hermosa en donde sus padres llegarían antes del anochecer con un pastel de cumpleaños para celebrar un año más de vida de su amigo, se transformó ante sus ojos en el peor de los festividades que ha organizado, puesto que la tormenta había arrasado con el hermoso día de verano que tenían y además, a estás altura, no sabe que más hacer para terminar con esos labios pálidos y ni tampoco con las pocas fuerzas que Jaejoong tiene, porque en cada tanto debe volver a sujetarlo por la cintura, apretarle un poco más hacia a él o volver a rodear sus brazos que se caen alrededor de su hombro. Y sería lamentable  que cuando despertara le viera así, pero más seria que no mejorara de aquella lluvia que los dejo completamente empapados.  

- Jae, necesito que despiertes y me hables… - le dice acariciando su cabello. Jaejoong se mueve un poco entre sus brazos, sintiendo sus labios resecos y que su garganta duele un poco. Abre los ojos y al ver que es  Yunho quien le abraza y le sonrie le devuelve una sonrisa que se forma en sus labios. Trata con las pocas fuerzas que tiene de aferrarse un poco más al cuello de Yunho, rozando su pelo húmedo y a la vez su piel suave al rostro de él.

 Yunho ah… tengo frío… - murmura Jae.

- Lo sé, por eso encendí la chimenea, te di de beber un poco de café y medicina que encontré de mi madre, pero llevas aun mucho tiempo sintiendo frío y tiritando de esta forma… –

- No… te…preocupes Yunho – sonríe sacando su cabeza de su hombro para no molestar más a su amigo con su resfriado, queriendo salir de sus brazos…  - siento no haberte dicho que estaba enfer…- y sin terminar de decir eso, ante su debilidad su brazos caen por los hombros de Yunho y él le atrae mucho más para que no caiga al suelo. Jaejoong para afirmarse aprieta de sus brazos y observa que su amigo va sin polera o sweater y a la vez siente que esos mismos fuertes brazos y los dedos de él le estremecen al contacto con su piel. Abre los ojos sorprendido al comprender que el también está sin nada que cubra su torso.

- Lo siento, no sabía que más hacer… - agrega al ver el rostro preocupado de Jae - me preocupe mucho y pensé que esto era una buena idea aunque resulte vergonzoso… - trata de justificar su acción, dejando en claro que era para darle calor y sonrojándose un poco ante la mirada de Jae.

- No sé que decir…. Gracias… - y cuando Jaejoong trata nuevamente de salir de los brazos de Yunho, los relámpagos y los truenos se hacen presente esa noche. Ambos se asustan, acercándose mucho más el uno al otro ante el fuerte estruendo.

Los dos jóvenes se sienten mucho más nerviosos cuando se abrazan. Yunho puede sentir la respiración de Jae muy cerca de su rostro. Jae puede sentir tan cerca los músculos del cuerpo de Yunho al rozar sus piernas, que entiende que también están descubiertas y que hasta su virilidad ha llegado a tocar la del moreno haciéndole jadear al instante.

Lo siento… no pensé que esto pasaría – agrega Yunho al sentir el roce de sus anatomías, el fuego que recorrer  su cuerpo y su sangre que altera ante esas sensaciones, a la vez en que se mentaliza en pensar en algo distinto a que tiene a Jae desnudo en sus brazos.

- Yunho… dime…. ¿qué tan desnudo estoy? …-  pregunta confundido.

- ¿Eh? – Yunho siente miedo de lo que podrá decirle Jaejoong y mucho más de que su extensión cobre vida y volumen ante el delgado y cálido cuerpo de su amigo -

-¿Estoy completamente desnudo? ¿no llevo nada de ropa? –

- Eh… no… Jaejoong… no llevas nada. – Jaejoong abre los ojos y mira hacia el lado porque piensa  que su amigo puede ver su rostro rojo de vergüenza, pero lo que observa a continuación es el reflejo de sus cuerpos acoplados gracias a las pocas llamas que dejaban ver a los dos entre el calor de la chimenea y la habitación. – Jae, no te preocupes creo que sólo miro a tus ojos porque también tengo vergüenza… no sé cómo pude hacer esto… -

 Está bien Yunho…- trata de sonar calmado Jaejoong.

Ambos se quedan en silencio tratando de pensar en algo distinto y que no les haga revelar sus sentimientos de una forma tan carnal y pervertida, y que tampoco les hiciese dar un paso en falso por tocar algo más allá.

¿Quieres que nos separemos? – dice Yunho sintiéndose tan poco maduro porque no quiere separarse y tampoco quiere dejar de sentir esas emociones al  tener a Jae solo para él.

- ¿eh?... No… es decir, si te incomoda lo podemos hacer….-

- Contigo nunca me he sentido incomodo… lo decía por ti….-

- Yunho ah… eh…. ¿en que piensas? – y es que no sabe que diablos decir en un momento tan comprometedor como ese.

- Trato de no pensar en ti –

- ¿eh? -

- Trato de creer que no estás ante mi desnudo, indefenso, y como decirlo… JaeBoo, temo tocar un poco más de tu piel…- y no sabe cómo pudo confesarle lo que sentía.

- Si te molesta…, déjame salir de tus brazos…– una espina se clavo en su corazón al escuchar de labios del propio Jung Yunho, que rechazara su cuerpo o aborreciera estar con él así, y es comprensible, ambos son hombres …

- Al contrario… - traga un poco y confiesa lo que guarda tan fervientemente en todo su ser -  Siento que si toco un centímetro más de ti… no podre detenerme y voy a querer recorrer cada parte de tu cuerpo. Voy a querer amarte Jaejoong…. -

- Yo… Yunho…- y no cree lo que escucha.

- Desde que te conocí…, desde hace años que he querido tenerte en mis brazos…. –

- Éramos niños desde que nos conocimos…- y sus mejillas se sonrojaron ante ese mar de confesiones.

- Desde ese momento que te he mirado diferente… – y como por arte de magia o cosas del destino, del amor, atribúyanselo a lo que sean, Yunho se acerco a esos labios que tanto deseaba y ataco lentamente esa boca.

Jaejoong piensa que sus labios cobran fuerza y energía sintiendo el roce de los de Yunho, pareciendo irreal que el momento por fin pudiera concretarse al descansar sus labios sobre los de él. A los segundos Jae sintió la lengua del mayor recorriendo su boca, bailando con la suya, danzando en ese espacio sin dejar lugar por conocer. Yunho le atre mucho más – como si fuese posible a él – apretándolo, estremeciéndose, sintiendo que el calor de sus cuerpos puede mucho más que la batalla ardiente en la que se sumieron sus bocas. No obstante, el moreno detiene sus movimientos y sus labios, rompiendo el éxtasis en el que se habían sumergido.

No está bien Jaejoong – dijo soltándolo de sus brazos delicadamente -  yo lo siento, me deje llevar por lo que yo siento, es decir…, estás enfermo y yo además confieso que te quiero… - explica rascando su cabeza ante las palabras que fluyen por su mente pero no le permiten expresar sus verdaderos sentimientos.

-¿me quieres? – pregunta esperanzado, sonriendo al verle nervioso y complicado al igual que él.

- Jae…,  - lo llama delicadamente llevando una de sus manos a su rostro para terminar acariciándolo. – He buscado la forma en decirte lo que siento, pero…, rayos… a veces siento que una sola palabra que salga de mi boca volverá mi mundo de cabeza, porque te perderé, porque me dirás que no es correcto, que… - 

- Te amo Yunho… -

- ¿eh? –

- Si Yunho, tanto que sentía lo mismo que tu… - Jaejoong subió su mano, apretando suavemente a esa que estaba en su mejilla. – Pensé que era el único que tenía ese tipo de temores… - sonrie y siente la respiración de Yunho volver a acercarse.

- Desearía poder detener el tiempo en este minuto… - confiesa abrazándolo nuevamente – suena romántico, idílico y lo que sea, pero detendría mi vida en el instante que te bese, en el que me dijiste que me amabas… -

- Ámame... – le pide al sentir los labios de él besar delicadamente su hombro. 

- Boo, lo hago a cada instante… -

- Yunho, hazme tuyo… - y siente que su cuerpo se estremece al decir aquello y al ver que Yunho le mira en la oscuridad. 

- No… ósea, estás enfermo, iremos muy rápido… - agrega confundido y es que el estado de Jae ha mejorado, pero aun así tiene miedo de que algún esfuerzo le provoque más daño a su cuerpo. Sin embargo, no hay espacio para pensar en algo más cuando Jae le besa con un solo roce, buscando su mano en la oscuridad y colocándola en su pecho.

- No te detengas, no guardes lo que sientes…, he esperado tanto por esto… -

Y así fue como ante esas palabras, ante esos sentimientos aclarados y ante ese calor que volvía a darle vida a Jaejoong, ambos terminaron recostados entre las mantas, los cojines y la ropa, dejando a Yunho sobre su cuerpo, besando delicadamente esa piel nívea que se dejaba ver entre las llamas de la chimenea.

Kim Jaejoong perdió la dimensión del tiempo, la hora y de donde estaban, porque se dejo hacer con esos labios gruesos y calientes que jugaban succionando un poco de su piel; temblando cuando esa lengua delineo su cuello, gimiendo al instante en que Yunho tomo con mucha sutileza esos pequeños botones erectos tironeándolos, para luego él sonreír con esos sonrojos de su futuro novio y jadear al igual que él, al verle con esa respiración que busca por más aire y le hace contraer su estomago e inflar su pecho ante esas deliciosas sensaciones.

Al contacto piel con piel de ambos se le agregaba el sudor de sus cuerpos que comenzó a perlarse en ellos, en esa frente que dejaba ver pequeñas gotas todavía del pelo húmedo de Jaejoong, en esos brazos que arañaban en esa espalda morena y trabajada, en esas piernas que se rozaban y acoplaban armoniosamente en la unión de sus cuerpos.

Yunho por mucho que deseara esos labios que se humedecían con la lengua de Jae, a la vez que tomaba su virilidad, no quería ir rápido ni menos hacerle daño después de lo débil que se encontraba hace horas atrás, por lo que comenzó lentamente a jugar con su lengua, recorriendo y tironeando una vez más uno de sus pezones,  a la vez que sus manos abrió lentamente espacio entre esas piernas, besando su abdomen, formando un camino ante la erección de Jae que cubre con una de sus manos. Se detiene, deleitándose con la perfección de lo que ven sus ojos, con ese solo reflejo de la llama ardiente del fuego, pues ve a Jaejoong, recostado y gimiendo, con el sudor en el rostro, con sus manos a lado de su cuerpo, con sus ojos cerrados y la respiración laboriosa, con su virilidad en su máxima expresión – igual que la de el - con esos blancos y delgados muslos, con ese poco vello que rodean y decoran sus testículos, con esa blanca piel que ha degustado por minutos pero que le gustaría sentir el resto de su vida. Se relame sus labios y se acomoda para meter a su boca el sexo de Jaejoong, sin embargo, lo degusta con su lengua primero, lamiendo lo caliente que se encuentra, probando ese sabor que no sabe como describir, pero que le excita y se hace adictivo a su paladar. Continua chupándole, y su mente piensa que sonaba tan morboso el solo hecho de pensar en hacer eso con otro hombre, aun así, resulta tan agradable y provocativo escuchar esos balbuceos e incoherencias que salen por esa boca que ha besado incesantemente y que deja ver sus labios hinchados. Le resulta tan atractivo que los dedos de Jaejoong se enreden en su cabellera y le pidan que intensifique esas lamidas cuando el estimula o devora sin pudor su pene sintiéndole hasta el roce con su garganta. Y le resulta placentero encontrarse allí, saboreándole, degustándose con esa pre esencia que sale  y se impregna a su lengua, mientras que sus manos vuelven a repasar sutilmente ese abdomen, trazando sus dedos nuevamente por esa pequeña cintura, para terminar aferrándose a esos notorios huesos que conforman su cadera, repasando con su lengua hasta la punta para retirarlo de su boca.

Jaejoong le tira hacia él, y le besa de forma delicada y ferviente. Se aferra apretándole a él como si no quisiese que se fuera de su lado, y obviamente que la noche se acabara. Y sabe lo que continua, pues no lo ha hecho con nadie, porque le ha esperado creyendo que sus manos serían perfectas a cada roce con su cuerpo, que sus besos le volverían loco y que el amor que deseo que sintiese por él, le darían uno de los mejores momentos de su vida. Y se siente tan bien todo lo que ha experimentado hasta ahora, tal como ha soñado y pensado alguna vez que significaría hacer el amor con alguien que verdaderamente quieres y deseas para ti, aun más cuando todo pensamiento se esfuma al apreciar que su cuerpo se estremece al descubrir que Yunho sigue saboreando su pene y a rozado con la yema de sus dedos su entrada, haciéndole apretar con su mano uno de los cojines que se encuentra a su lado y con la otra mano ha cubierto sus ojos. Tiembla y gime, ya que es vergonzoso lo que hace en estos minutos Jung. Ladea su cabeza para verle y comprende lo incomodo que resulta su posición para dar paso a esa intromisión. Se mueve y en respuesta obtiene la vista de esos ojos penetrantes que le miran de manera lujuriosa, sonriéndole y dejando percibir que esta tan nervioso como él, luciendo atractivo y hermoso. Se voltea y ni siquiera son necesarias las palabras cuando Yunho ha subido hasta su cuello y ha besado, mordido y relamido ese espacio, instándole a doblar un poco su cuello y su rostro para besarle, mientras con su erección roza sus glúteos.

Yunho se arrodilla colocando sus manos bajo el cuerpo de Jae, haciéndole levantar sus caderas y  dejándolo completamente en cuatro, aun así, la debilidad del cuerpo de Jae aun no desaparece por completo, por lo que con un de sus manos afirma su abdomen y con la otra se preocupa en delinea su columna y besar cada centímetro de ella, produciendo que grandes olas de placer recorran cada fibra de Jaejoong, y al finalizar tan exquisito recorrido, se detiene sacando esa mano para abrir esos pequeños glúteos y besar esa entrada, lamiendo, lubricando, dejando que se dilate e introduciendo uno de sus dedos. Jadea al sentir aquellas paredes hacerse espacio, sin embargo siente que Jae se queja. Se detiene y duda en continuar al encontrarse en esa situación, pero se sienta e invita a su Boo a sentarse sobre sus piernas.

Y la imagen visible y además hermosas es la de dos chicos, que se unen cuerpo a cuerpo, en donde Jae está sentado sobre Yunho que no le deja de besar y con sus dedos jugar y dilatar su entrada. Jaejoong sabe que Yunho esta tan necesitado de atención como él y es que por sus fuerzas débil a olvidado la erección de él, porque al verle erguida y que además es más grande de lo que imaginaba, no duda en tomarla y bombear de ella. Y claro Yunho se ha preocupado de amarlo, de atender cada lugar suyo, preocupándose solo de él. Jae se aferra a esos grandes hombros al sentir que son dedos los dedos que juegas en su interior y arde mucho, pero trata de pensar que está solo y con Yunho, que ha querido y deseado por esto hace mucho.

Boo…, Boo… - Le habla preocupado al verle cerrar sus ojos y hacer notar que duele la penetración que hace con sus dedos.

- Di…me… - responde jadeando cerca de su oído.

- Relájate, solo necesitamos eso… que te relajes y te dejes llevar…-

- Yunho…. Ohh, es que…. Mhh…. Como me puedo relajar cuando he esperado que me tomes de esta manera…. – y es que Jaejoong se siente nervioso de que las cosas no resulten como  espera.

- Jaejoong…. – sonríe y enmarca el rostro de Jae viendo el sudor que también a invadido esa piel blanca y esos ojos profundos que buscan perderse en los de él -  prometo que cada vez que pueda te tomare en mis brazos y te amare…., te amare con mi corazón, mi mente y mi alma… -

- Ohhh…. – y ante las palabras de Yunho, y esos dedos que han encontrado el lugar correcto Jaejoong jadea y se deja besar por el moreno.

Yunho perfilo su erección en la entrada de Jaejoong y de apoco comenzó a introducirla, gimiendo al sentir que esas paredes internas se contraían y apretaban de ella. No obstante, espero que Jae estuviese preparado para comenzar a moverse. Y no fue mucho el tiempo el que paso para que Jaejoong empezara a gemir y disfrutar de los pequeños movimientos que daba Yunho, embistiéndole suavemente, aferrándose a su cintura y masturbándole con su mano que quedaba libre. Tampoco fue mucho el instante en que sus cuerpos estuvieron unidos porque las estocadas de Yunho fueron tan certeras y precisas en ese vaivén armonioso, que a los minutos ambos sintieron esa serie de corrientes eléctricas y calor apoderarse de todo su cuerpo, llegando al orgasmo, temblando y dejándose extasiar por el momento.  

Volvieron a caer entre esos cojines y mantas, recuperándose y buscando oxigeno ante esos ligeros espasmo post orgásmicos de los que son participes. Yunho quiso salir de Jae para que se recuperar y a la vez limpiarlo, como vestirlo y que no enfermara más, pero éste último con sus brazos le apretó un poco más.

Yunho solo…. un minuto más…. – le pidió acomodándolo en su pecho… – quedémonos así un segundo más….-

- Jaejoong ah… desde hoy no te dejare ir…  seremos tu y yo siempre… - y aferro su mano a esa que tenía cerca de su hombro.

- ¿Me pides que seamos pareja? - pregunta aun con los ojos cerrado y su respiración cansada.

- Te informo que lo somos… – y se levanta un poco para salir de él, y mirarle entre ese fuego que aun no se apaga sino que cobro más vida y ardor. – Somos pareja desde que te vi y te elegí… porque desde ese día te he amado Boo – agrega dejando pequeños besos porque aun está cansado del orgasmo.

- Babo… - sonríe felizmente, aunque recuerda algo de suma importancia…  - Yunho ¿tus padres?  -

- De seguro se quedaron en algún lugar esperando que pase la tormenta… y claro comiendo tu pastel de cumpleaños…- dijo apenado por no poder celebrar como Jae merecía.

- No te preocupes…. –

- Por cierto, feliz cumpleaños y perdona porque no resultara hoy lo de tu fiesta...-

- Yunho… este ha sido el mejor de mis cumpleaños… - confiesa atrayendo esos gruesos labios nuevamente a su boca.

La tormenta les acompaño en lo que siguió de la noche y el fuego siguió dándoles un poco más de calor que el solo roce de sus cuerpos, y ambos desnudos cayeron en mejor de los sueños, en una noche que no olvidaran jamás y que recordaran para siempre….


**************


26 de Enero de 2014

Despierta abriendo lentamente sus ojos y con sus brazos comienza a buscar por su cama el cuerpo de su pareja que no encuentra por ninguna parte. Se acomoda entre las sabanas blancas y se sienta refregando sus ojos, escuchando a lo lejos que su voz suena en el reproductor. Sonríe porque la canción que suena es la favorita de su novio y además hoy cumple exactamente 28 años y podría decir que se siente feliz de lo que ha vivido y de su carrera como cantante.

Con la paciencia que le caracteriza se levanta e ingresa al baño. Lava sus dientes y su rostro, arregla un poco su pelo que ha recortado un estilista igualándose mucho al que luce su novio actualmente. Avanza por el pasillo que conecta su habitación con el resto de la casa y Forgotten Season sigue sonando por todo el lugar. Y no es solo su voz la que sale por los parlantes, sino que desde la cocina suena un poco más aguda la voz de ese hombre que le hace sentir especial. Se detiene en el marco de la puerta y cruza sus brazos observando como la cocina es un verdadero desastre.

Jung Yunho, se divierte desde hace horas escuchando las canciones que canta su novio y que le confiesa también llevar en su reproductor portátil. Se levanto mucho antes con la intensión de preparar el desayuno para el festejado, sabiendo de antemano que la cocina no es su principal arma para conquistar, pero quiso hacer algo diferente y que saliera del habitual regalo de cumpleaños. Y lo hizo, corto trozos de pescados y verduras, como también podríamos decir que paso a llevar uno de sus dedos formándose una herida de la que curo y siguió con su principal objetivo. Sin embargo, la esencia de ese desayuno era que cuando Jaejoong despertara todo estuviese listo, pero que se le puede pedir si se ha tomado el tiempo en bailar, entre que las ollas hierven, o cantar aquellas notas altas que salen tan bien desde la garganta de su novio, pero que para él son imposibles y aun las cantas con un cucharon en su mano, y después revuelve y termina salpicando un poco de comida de aquí para allá. Hasta el delantal que lleva puesto quedo sucio y todo manchado. Sigue cantado y cuando da una vuelta ve a ese ángel recargado en el marco de la puerta cubriendo su boca al reír. Con sus labios forma un puchero en su boca y al rato extiende sus brazos para que ese chico venga hasta su lugar a abrazarle.

 Yo quería despertarte el día de hoy Boo… - dice un poco apenado.

- Y lo hiciste Yunho… - no confiesa que sintió su ausencia en la cama como lo hace desde esta ultimas semanas en que entre giras y promociones del nuevo disco es poco lo que han podido compartir. Después de estar abrazados y besándolo unos minutos, se separa para inspeccionar el trabajo… - Se ve delicioso –

- Mientes, sabes que no hay quien te iguale en la cocina…. – le reclama abrazándolo por la cintura, riendo porque Jae ha agregado un poco más de picante a la comida.

- Y a ti en la cama… -

- ¿Lo has intentado? –

- No – y se vuelve para colocar sus manos en su cuello y ver ese rostro que finge enojo.

- Boo, no sabía que regalarte hoy por eso pensé en cocinar y hacer algo divertido este día…. Piensa ¿Qué quieres? – le dice levantándolo con sus brazos, sentándolo en el mesón de la cocina.

- ¿Cualquier cosa?… -

- Pídemelo y lo haré…- agrega cerrándole un ojo y viendo como su novio se sonroja.

- Quiero retroceder el tiempo…-

- No puedo Boo… Quisiera darte el mejor cumpleaños de todos… - dice decepcionado y fingiendo llorar.

- Ya lo hiciste, hace años atrás…. –

- Boo....eso fue desastroso, no tuviste pastel, no celebraste, te refriaste y la lluvia nos dejo completamente empapados, aunque… – y comprende a lo que Jaejoong se refiere.

- Quiero que llueva Yunnie…  -

- ¿quieres que llueva y terminemos desnudos cerca de la chimenea? -

- Quiero que llueva y me ames bobo….- le dice atrayéndolo con sus piernas mucho más a su cuerpo.

- No necesito que llueva para amarte Jaejoongie – comenta besándole lentamente, perdiéndose los dos en ese recorrido que saben de memoria sus lenguas y en el acople de sus cuerpos… - Casi lo olvido…. Feliz Cumpleaños Boo… -

- Saranghae Yunho ah…. –

Y el YunJae continuo celebrando el cumpleaños ese día, un rato con los amigos y después ellos dos solos. Aunque una tormenta se desato en Seúl cuando llegaban al departamento, lo que no impidió que demostraran un poco de más de ese amor que se profesan y guardan solo para ellos, sino que esa lluvia, los truenos y los relámpagos, les llamo a recordar y a revivir viejos tiempos…

FIN.



2 comentarios:

  1. uuuuuuuuuuuuy hermoso me encanto muy bellos recuerdos como quisiera un cumpleaños como el de jae y ni mas ni menos con el hermoso de yunho pero entiendo que el es de jae y nadie lo puede tocar mmmmmmmmmmmmm ;( que mal y que envidia me da jae de la buena claro esta si yo los amo a los dos y me encanta el amor que se profesan los adoro y espero que así sea por siempre y para siempre GRACIAS por crear historias taaaaaaaaaaaaaaaaaaaan bellas y hermosas de ese par que ADORO con todo mi ser bye

    ResponderEliminar
  2. Waaaaaa ame la historia!!! Me encanto! El pasado y el presente! Muy cute la historia ;) gracias por compartir!!!!! :)

    ResponderEliminar