Awwww bcdbgsvgvgsvd *muchos corazones* Este fic desde su inicio fue creado no solo para recordar el cumpleaños de Jaejoong hace meses atrás, sino que también para mi amiga de escritura, "chinos" y peleas constantes jajajajaja
Para nuestra querida SAMMA!!! Este fic fue un "regalo" a distancia en su cumpleaños.. "Espero que recuerdes y guardes en tu "compu" y en tu corazón esta historia romántica y cursi del nuestro querido "YUNJAE!" :)
Toki Wo Tomete (Please Stop Time)
Por: Stephanie
Parejas: YunJae
Género: Romance, Drama
Clasificación: N - 17
Advertencia: Lemon
Extensión: One-shot
Resumen: Kim Jaejoong recuerda uno de sus
mejores cumpleaños y desea con todo su corazón compartir este día con la
persona que ama.
Canciones: 김재중 – Heaven / Make up (Keshou)/ Toki
Wo Tomete (Please Stop Time)/Forgotten Season
***********
7 años atrás.
Kim Jaejoong sonríe ante las
locuras y las ocurrencias que solo pueden salir de los pensamientos y de lo que
es verdaderamente Jung Yunho. Adora ese histrionismo que le caracteriza y esos
grandes dotes de baile que deslumbran a cualquiera, pero ama mucho más cuando
se muestra ante él tal como es, como un verdadero amigo, como un confidente y
deja de lado esa faceta de líder que se preocupa del bienestar de los cincos,
sino que se da un tiempo para él, para disfrutar de cosas simples y pequeñas,
como estar los dos en el mismo lugar, solos y deleitándose de un rato agradable
alejado de lo que significa ser una estrella.
El sol se esconde de apoco en
el horizonte y ambos comparten la tarde, y lo que queda del cumpleaños de
Jaejoong. El agua de aquel lago por el que se desplazan en un pequeño bote es
tranquila y cristalina, lo que permite ver al castaño el reflejo de su rostro
entre las ondas que se forma cada vez que Yunho impulsa de la embarcación con
sus remos. Éste último, no deja de cantar lo primero que viene a su mente, exagerando
las notas y las letras produciendo que Jae ría aun más de sus juegos y bromas
que acostumbra a hacer cuando están solos.
Ambos tienen la misma edad y
podríamos decir que los mismos sueños por triunfar mucho más allá de lo que ya
han logrado en su corta pero exitosa carrera. También podemos decir que sienten
lo mismo el uno por el otro, pero que ambos callan lo imposible ante sus ojos,
mientras que para los demás - es especial para sus otros tres amigos - es un
sentimiento correspondido que necesita de un segundo o de una instancia para
confesar eso que sus corazones dicen y gritan en soledad.
Yunho quería y deseaba que
Jaejoong pudiese celebrar con él su cumpleaños, o en último lugar que le
acompañara algunos días de esa semana en la que podrían descansar, sin importar
que fuese bajo el titulo de amigos, compañeros de trabajos o simplemente
colegas; añoraba estar con él sin el ruido de la ciudad, las entrevistas y de
los flash de las cámaras. Y le costó coincidir que Jae consiguiese seguirlo en
ese viaje a la casa de sus padres en un pueblo en las afueras de la ciudad,
donde el esplendor de la naturaleza, los animales y un gran lago se
transformaban en la mejor distracción y en el mejor lugar para descansar de las
últimas giras. Aun así logró que fuese a su encuentro días más tarde.
Jaejoong no pudo negarse a la
invitación de Yunho, no cuando se acerco a él con esa alegría que transmite
siempre y con esa dulzura que siente que a veces solo a él le muestra, y ni mucho menos cuando le confesó que deseaba
que conociera unos de los lugares que más le gustaba del mundo, por lo que trato
de terminar lo antes posible los compromisos como rostro de la empresa y partió
a su encuentro. No obstante, dos días antes de ir con él, un fuerte resfriado lo ataco y pensó en rehusarse a ir, pero poco duro ese
pensamiento al ver el mensaje de Yunho que llegó a su
celular preguntando cuando, y a que hora llegaría. Sin darle vuelta
al asunto, salió de la casa que comparte con los demás dioses, eso sí, después
de hacerle entender al menor de todos que volvería pronto, después de
reclamarle a Yoochun por llegar de madrugada y después de consolar a Junsu
porque su consola de videojuegos se rompió.
Y es que Jaejoong le gusta esa
idea que comparte con Yunho de que son padres de una familia, ya que a veces
resulta tan real, tan verdadero y utópico, detener a Min y a Junsu para que
dejen de pelear, lanzarse todos juntos
sobre Yoochun por terminar con esa pereza innata que le hace dormir en cualquier
lugar de la casa, y a veces…., a veces se hace tan idílico tenerle frente a él
como algo más, con esas ansias que tiene por besarlo, con esas ganas que tiene
de decirle todo lo que piensa y ama de él, con lo feliz que se siente tan solo
al verle en este minuto remando fascinado con el paisaje, sin una muestra de
cansancio después de un largo día en que le llevó a
conocer el pueblo, la casa, los amigos y aun no
se explica cómo todavía se le ve repuesto y alegre.
- Jae…, Jaejoong…., Boo
-
-¿mh? –
- Te quedaste pensativo… ¿sucede algo? – pregunta
sonriente, y es que hace minutos el canta y solo le ve mirarle pensativo y
hasta podría decir nostálgico.
- No…, no…, yo… - Jaejoong si pensó en decir algo más, se
quedo sin palabras al ver a su amigo
ponerse de pie en el bote. - ¿Qué haces? –
- ¡SEÑORAS Y SEÑORES…! - dice Yunho
jugando con el remo como si fuese un micrófono. Jaejoong mira a todos lados, y es claro que no hay nadie más en ese lugar, pero le preocupa que alguien escuche a su amigo.
- ¡HOY ES EL CUMPLEAÑOS DE JAEJOONGIE….! -
- Yunho, te pueden escuchar… - reclama tirando de la polera
de éste y mirando a todos lados.
- Aunque me escuchen… – exclama
elevando más su voz - ¡TODOS DEBEN SABER QUE ES UN DÍA ESPECIAL…!-
- Enserio…. Yunho…. – y trata de sonar enfadado, sin
obtener claramente el resultado que espera porque Yunho sigue con su cometido.
- POR ESO, HE DECIDO QUE DEBO SER EL PRIMERO EN CANTARTE… -
y Yunho comienza a cantar muy fuerte el cumpleaños feliz a su amigo.
Jae no puede parar de reír y
Yunho no deja de ladearse mientras canta cada vez más fuerte y alegre para él. Sin embargo, entre el canto, las
risas y entre la versión rap, bailable y todo eso, Yunho pierde el equilibrio y
Jaejoong por tratar de ayudarle a no caer, lleva todo su peso a un lado de la
embarcación, resultando que el pequeño bote se volcó
cayendo los dos al agua.
A los segundo Jae sale de ese
lago tratando de buscar a su amigo, viéndole a unos metros más allá de él
buscando aire. Ambos se miraron y nadaron a su encuentro, riendo por lo
sucedido aunque preocupados el uno por el otro.
Yunho se acerca un poco más para asegurarse de que todo está bien y se
queda derretido ante la imagen de Jaejoong mojado, con esas
gotas que caen de su pelo, recorren su
rostro y se pierden por el mentón. Y como por
inercia, o por lo que dice su corazón que cada vez late más
fuerte, le mira directamente a los ojos, quedando muy cerca de su rostro
y de sus labios. Jaejoong por su parte, cree que
podrá probar por primera vez el sabor
de esos labios perfectos a sus ojos, ya que
siente la respiración de su amigo muy cerca y suave, sin
embargo, unas pequeñas gotas comiezan a caer a sus rostros haciendo que
se separen. Ambos se sonrojan porque se habían perdido en ese pequeño instante, deleitándose
en sus pensamientos y en el deseo de besarse.
La lluvia y las gotas se dibujan desde lo alto, concretándose en su caída libre sobre el
lago, y las nubes oscuras que comienzan a cerrar el cielo, informan a los dos jóvenes que
es hora de volver a
casa pues el temporal se aproxima a lo
lejos. Nadan a la orilla más próxima y Yunho
toma la mano de Jaejoong rápidamente para adentrarse en el bosque,
cruzarlo y llegar a su destino.
El olor a tierra, a humedad, al
pasto y a las hojas se impregna en el aire mientras siguen corriendo y
atravesando grandes árboles, matorrales, ramas, pegándose a sus zapatillas la
tierra y el barro. Se detienen varias veces porque Jaejoong se agota fácilmente
y el aire le falta. En su interior, Jae cree
que el resfriado que le afectó días atrás, está volviendo a aparecer después de estar
completamente mojado, sintiéndose palidecer, pero trata de estar sonriente y
compuesto cada vez que se detienen y Yunho le habla. Sin embargo, al quedar sólo algunos metros para llegar a casa lo que percibe es que
sus piernas tiemblan y sus ojos se cierran.
Yunho sonríe al caminar por la
lluvia, no obstante, siente que Jae de apoco comienza a soltar su mano, se
vuelve a mirarlo y al ver que está a punto de caer lo sostiene y lo aprieta por
la cintura a su cuerpo.
- ¡JaeBoo!, háblame sí…. – se asusta al no recibir
respuesta y acomoda un poco a Jaejoong para subirlo a su espalda y comenzar a
correr.
El camino fue difícil con Jae
en sus hombros. Al llegar a la casa, se dirige a la puerta trasera, entrando
rápidamente para avanzar en dirección hacia el living y deja a su amigo en uno
de los sillones.
La noche ha llegado y aprieta
el interruptor de la luz sin obtener lo que quiere. Prueba los otros
interruptores y está claro que la luz se cortó, camina rápidamente a la cocina
encendiendo una vela y deja un poco de agua calentándose. Corre a la habitación
de sus padres y revisa los cajones con la vela en su mano, enciende la radio a
pilas y escucha que funciona correctamente, pensando en que pueden informar
algo en ella con respecto a lo que ocurre. Encuentra un frasquito con medicina
y sigue buscando, cuando de repente ve un libro de medicina que su madre tiene.
Revisa las páginas y piensa en los síntomas a los que respondía Jaejoong, hojea
una vez más y lee:
- Temblores,
confusión mental, torpeza en los movimientos, respiración rápida … –
lee una vez más por encima – Hipotermia
moderada… el sujeto no debe dormirse y tiene que mantenerse despierto, ya que la
pérdida de conciencia por hipotermia es paulatina y si no se percibe uno está
muriendo… - Yunho sigue leyendo y la palabra muriendo es la única que llama su atención. Retiene la vela, saca
el frasco de pastilla y guarda bajo su brazo la radio saliendo en búsqueda del
agua que hierve para prepara un poco de café para Jae que está en la sala
tiritando y con los labios resecos.
A los minutos Yunho tiene en la
sala, mantas, cojines y ropa seca; todo esparramado por el suelo mientras las
primeras llamas de la chimenea cobran vida entre la leña y el frío de la noche.
Ya le ha dado el medicamento a Jaejoong si tener ninguna repuesta
concreta, de si el joven se sentía mejor o algo parecido,
sino solo sonidos de su boca. No sabía que más hacer y maldecía por no leer un
poco más el libro y las instrucciones de cómo combatir la hipotermia.
Al observar a Jae comprende que la ropa de ambos aun sigue mojada,
por lo que saca su ropa y la de Jae
también, sin detenerse a
pensar en algo más que solo darle calor, hablándole y pidiéndole que dijese cualquier
cosa, a lo que Jae solo dice “no me dejes”. Lo levanta con sumo cuidado, rodeando los brazos de él sobre sus hombros
para que todo el peso de ese cuerpo recaiga sobre él. Avanza solo algunos pasos, con él en sus brazos, quedando
frente a la chimenea, buscando que el calor que emana de ésta, junto al roce de
su cuerpo puedan terminar con el frrío y los
temblores de su cuerpo. Y aunque Jaejoong fuese un hombre a semejanza de él, con
una musculatura y brazos firmes por la actividad física que realizan a diario, su cuerpo no
deja de ser delgado y frágil, por ello tiene mucho cuidado en no dañarlo, ni menos pensar en algo más
con él; ya que sus sentimientos afloran y
su corazón late velozmente con el solo roce que hacen sus dedos al estrechar esa cintura
un poco más a su cuerpo, pues siente la textura de su piel, su
calor, la suavidad e incluso su olor que le embriaga al
tenerlo junto a él. Le ayuda a acomodar su cabeza entre el espacio que queda
entre su cuello y su hombro, dejando su respiración a la altura de su oído y
mejilla, estremeciéndose con sus respiración laborioso y cansada.
La radio que colocó sobre la mesita, deja salir por su pequeño parlante
grandes éxitos de rock clásico, ya que sintonizó la
radio del pueblo, esperando alguna información de esa lluvia abundante que no
deja de sonar hasta en el interior de su casa. A los pocos minutos la canción
que suena es interrumpida por la voz del locutor:
- “Señores auditores… se les informa que en este minuto el centro de
climatología de la capital pide a todos los ciudadanos no salir de sus casas ni
mucho menos viajar de un lugar a otro. También se informa, que los accesos a
salir de la ciudad fueron cerrados y se abrirán a más tardar a medio día mañana
si es que la tormenta ha terminado… Pedimos
que mantengan la calma y sigan en nuestra sintonía… “- Y lo que iba a hacer una velada
hermosa en donde sus padres llegarían antes del anochecer con un pastel de
cumpleaños para celebrar un año más de vida de su amigo, se transformó ante sus ojos en el peor de los festividades que ha
organizado, puesto que la tormenta había arrasado con el hermoso día de verano
que tenían y además, a estás altura, no sabe que
más hacer para terminar con esos labios pálidos y ni tampoco con las pocas
fuerzas que Jaejoong tiene, porque en cada tanto debe
volver a sujetarlo por la cintura, apretarle un poco más hacia a él o volver a
rodear sus brazos que se caen alrededor de su hombro. Y sería lamentable que cuando despertara le
viera así, pero más seria que no mejorara de aquella lluvia que los dejo
completamente empapados.
- Jae, necesito que despiertes y me hables… - le dice acariciando su cabello. Jaejoong se mueve un poco entre sus brazos, sintiendo sus labios resecos y que
su garganta duele un poco. Abre los ojos y
al ver que es Yunho quien le abraza y le sonrie le
devuelve una sonrisa que se forma en sus
labios. Trata con las pocas fuerzas que tiene de
aferrarse un poco más al cuello de Yunho, rozando su pelo húmedo y a la vez
su piel suave al rostro de él.
- Yunho ah… tengo frío… - murmura
Jae.
- Lo sé, por eso encendí la chimenea, te di de beber un
poco de café y medicina que encontré de mi madre, pero llevas aun mucho tiempo sintiendo frío y tiritando de esta forma… –
- No… te…preocupes Yunho – sonríe sacando su cabeza de su
hombro para no molestar más a su amigo con su resfriado, queriendo salir de sus
brazos… - siento no haberte dicho que
estaba enfer…- y sin terminar de decir eso, ante su debilidad su brazos caen
por los hombros de Yunho y él le atrae mucho más para que no caiga al suelo.
Jaejoong para afirmarse aprieta de sus brazos y observa que su amigo va sin
polera o sweater y a la vez siente que esos mismos fuertes
brazos y los dedos de él le estremecen al contacto con su piel. Abre los ojos sorprendido al comprender que el también está sin nada que cubra su
torso.
- Lo siento, no sabía que más hacer… - agrega al ver el
rostro preocupado de Jae - me preocupe mucho y pensé que esto era una buena
idea aunque resulte vergonzoso… - trata de
justificar su acción, dejando en claro que era para darle calor y sonrojándose
un poco ante la mirada de Jae.
- No sé que decir…. Gracias… - y cuando Jaejoong trata nuevamente de salir de los
brazos de Yunho, los relámpagos y los truenos se hacen presente esa noche. Ambos se asustan, acercándose mucho más el uno al otro ante el fuerte estruendo.
Los dos
jóvenes se sienten mucho más nerviosos cuando se abrazan. Yunho puede sentir la respiración de Jae muy cerca de su rostro. Jae
puede sentir tan cerca los músculos del cuerpo de Yunho al
rozar sus piernas, que entiende que también están descubiertas
y que hasta su virilidad ha llegado a tocar la del moreno haciéndole
jadear al instante.
- Lo siento… no pensé que esto pasaría – agrega Yunho al sentir el roce de sus anatomías, el fuego que recorrer
su cuerpo y su sangre que altera ante esas sensaciones, a la
vez en que se mentaliza en pensar en algo distinto a que tiene a Jae desnudo en sus brazos.
- Yunho… dime…. ¿qué tan desnudo estoy? …- pregunta
confundido.
- ¿Eh? – Yunho siente miedo
de lo que podrá decirle Jaejoong y mucho más de que su extensión cobre vida y volumen ante el delgado y cálido cuerpo de su
amigo -
-¿Estoy completamente desnudo? ¿no llevo nada de ropa? –
- Eh… no… Jaejoong… no llevas nada. – Jaejoong abre los ojos y mira hacia
el lado porque piensa que su amigo puede ver su rostro rojo de vergüenza, pero lo que observa a continuación es el reflejo
de sus cuerpos acoplados gracias a las pocas llamas que dejaban ver a los dos
entre el calor de la chimenea y la habitación. – Jae, no te preocupes creo que
sólo miro a tus ojos porque también tengo vergüenza… no sé
cómo pude hacer esto… -
- Está bien Yunho…- trata de
sonar calmado Jaejoong.
Ambos se quedan en silencio tratando de pensar en algo distinto y que no les haga revelar sus
sentimientos de una forma tan carnal y pervertida, y que tampoco les hiciese
dar un paso en falso por tocar algo más allá.
- ¿Quieres que nos separemos? – dice Yunho sintiéndose tan poco maduro porque no quiere separarse y tampoco quiere dejar
de sentir esas emociones al tener a Jae
solo para él.
- ¿eh?... No… es decir, si te incomoda lo podemos hacer….-
- Contigo nunca me he sentido incomodo… lo decía por ti….-
- Yunho ah… eh…. ¿en que piensas? – y es que no sabe que diablos decir en un momento tan comprometedor como
ese.
- Trato de no pensar en ti –
- ¿eh? -
- Trato de creer que no estás ante mi desnudo, indefenso, y
como decirlo… JaeBoo, temo tocar un poco más de tu piel…- y no sabe cómo pudo
confesarle lo que sentía.
- Si te molesta…, déjame salir de tus brazos…– una espina
se clavo en su corazón al escuchar de labios del propio Jung Yunho, que rechazara
su cuerpo o aborreciera estar con él así, y es comprensible, ambos son hombres …
- Al contrario… - traga un poco y confiesa lo que guarda
tan fervientemente en todo su ser - Siento
que si toco un centímetro más de ti… no podre detenerme y voy a querer recorrer
cada parte de tu cuerpo. Voy a querer amarte Jaejoong…. -
- Yo… Yunho…- y no cree lo
que escucha.
- Desde que te conocí…, desde hace años que he querido
tenerte en mis brazos…. –
- Éramos niños desde que nos conocimos…- y sus mejillas se
sonrojaron ante ese mar de confesiones.
- Desde ese momento que te he mirado diferente… – y como
por arte de magia o cosas del destino, del amor, atribúyanselo a lo que sean,
Yunho se acerco a esos labios que tanto deseaba y ataco lentamente esa boca.
Jaejoong piensa que sus labios cobran
fuerza y energía sintiendo el roce de los de Yunho, pareciendo irreal que el
momento por fin pudiera concretarse al descansar sus labios sobre los de él. A
los segundos Jae sintió la lengua del mayor recorriendo su boca, bailando con la
suya, danzando en ese espacio sin dejar lugar por conocer. Yunho le atre mucho más – como si fuese posible a él – apretándolo,
estremeciéndose, sintiendo que el calor de sus cuerpos puede mucho más que la batalla ardiente en la que se sumieron
sus bocas. No obstante, el moreno detiene sus
movimientos y sus labios, rompiendo el éxtasis en el que se habían sumergido.
- No está bien Jaejoong – dijo soltándolo de sus brazos
delicadamente - yo lo siento, me deje
llevar por lo que yo siento, es decir…, estás enfermo y yo además confieso que
te quiero… - explica rascando su cabeza ante las palabras que fluyen por su
mente pero no le permiten expresar sus verdaderos sentimientos.
-¿me quieres? – pregunta esperanzado, sonriendo al verle
nervioso y complicado al igual que él.
- Jae…, - lo llama
delicadamente llevando una de sus manos a su rostro para terminar
acariciándolo. – He buscado la forma en decirte lo que siento, pero…, rayos… a
veces siento que una sola palabra que salga de mi boca volverá mi mundo de
cabeza, porque te perderé, porque me dirás que no es correcto, que… -
- Te amo Yunho… -
- ¿eh? –
- Si Yunho, tanto que sentía lo mismo que tu… - Jaejoong
subió su mano, apretando suavemente a esa que estaba en su mejilla. – Pensé que
era el único que tenía ese tipo de temores… - sonrie y
siente la respiración de Yunho volver a acercarse.
- Desearía poder detener el tiempo en este minuto… - confiesa abrazándolo nuevamente – suena romántico, idílico y lo
que sea, pero detendría mi vida en el instante que te bese, en el que me
dijiste que me amabas… -
- Ámame... – le pide al sentir los labios de él besar delicadamente
su hombro.
- Boo, lo hago a cada instante… -
- Yunho, hazme tuyo… - y siente que su cuerpo se estremece
al decir aquello y al ver que Yunho le mira en la oscuridad.
- No… ósea, estás enfermo, iremos muy rápido… - agrega confundido y es que el estado de Jae ha mejorado, pero aun así tiene miedo
de que algún esfuerzo le provoque más daño a su cuerpo. Sin
embargo, no hay espacio para pensar en algo más cuando Jae le besa con un solo roce, buscando su mano en la oscuridad y colocándola
en su pecho.
- No te detengas, no guardes lo que sientes…, he esperado
tanto por esto… -
Y así fue como ante esas
palabras, ante esos sentimientos aclarados y ante ese calor que volvía a darle
vida a Jaejoong, ambos terminaron recostados entre las mantas, los cojines y la
ropa, dejando a Yunho sobre su cuerpo, besando delicadamente esa piel nívea que
se dejaba ver entre las llamas de la chimenea.
Kim Jaejoong perdió la dimensión del tiempo, la hora y de donde estaban, porque
se dejo hacer con esos labios gruesos y calientes que jugaban succionando un
poco de su piel; temblando cuando esa lengua delineo su cuello, gimiendo al
instante en que Yunho tomo con mucha sutileza esos pequeños botones erectos tironeándolos,
para luego él sonreír con esos sonrojos de su futuro novio y jadear al igual
que él, al verle con esa respiración que busca por más aire y le hace contraer
su estomago e inflar su pecho ante esas deliciosas sensaciones.
Al contacto piel con piel de
ambos se le agregaba el sudor de sus cuerpos que comenzó a perlarse en ellos,
en esa frente que dejaba ver pequeñas gotas todavía del pelo húmedo de Jaejoong,
en esos brazos que arañaban en esa espalda morena y trabajada, en esas piernas
que se rozaban y acoplaban armoniosamente en la unión de sus cuerpos.
Yunho por mucho que deseara
esos labios que se humedecían con la lengua de Jae, a la vez que tomaba su
virilidad, no quería ir rápido ni menos hacerle daño después de lo débil que se
encontraba hace horas atrás, por lo que comenzó lentamente a jugar con su
lengua, recorriendo y tironeando una vez más uno de sus pezones, a la vez que sus manos abrió lentamente
espacio entre esas piernas, besando su abdomen, formando un camino ante la
erección de Jae que cubre con una de sus manos. Se detiene, deleitándose con la
perfección de lo que ven sus ojos, con ese solo reflejo de la llama ardiente
del fuego, pues ve a Jaejoong, recostado y gimiendo, con el sudor en el rostro,
con sus manos a lado de su cuerpo, con sus ojos cerrados y la respiración
laboriosa, con su virilidad en su máxima expresión – igual que la de el - con
esos blancos y delgados muslos, con ese poco vello que rodean y decoran sus
testículos, con esa blanca piel que ha degustado por minutos pero que le
gustaría sentir el resto de su vida. Se relame sus labios y se acomoda para
meter a su boca el sexo de Jaejoong, sin embargo, lo degusta con su lengua
primero, lamiendo lo caliente que se encuentra, probando ese sabor que no sabe
como describir, pero que le excita y se hace adictivo a su paladar. Continua
chupándole, y su mente piensa que sonaba tan morboso el solo hecho de pensar en
hacer eso con otro hombre, aun así, resulta
tan agradable y provocativo escuchar esos balbuceos e incoherencias que salen
por esa boca que ha besado incesantemente y que deja ver sus labios hinchados.
Le resulta tan atractivo que los dedos de Jaejoong se enreden en su cabellera y
le pidan que intensifique esas lamidas cuando el estimula o devora sin pudor su
pene sintiéndole hasta el roce con su garganta. Y le resulta placentero
encontrarse allí, saboreándole, degustándose con esa pre esencia que sale y se impregna a su lengua, mientras que sus
manos vuelven a repasar sutilmente ese abdomen, trazando sus dedos nuevamente
por esa pequeña cintura, para terminar aferrándose a esos notorios huesos que
conforman su cadera, repasando con su lengua hasta la punta para retirarlo de
su boca.
Jaejoong le tira hacia él, y le
besa de forma delicada y ferviente. Se aferra apretándole a él como si no
quisiese que se fuera de su lado, y obviamente que la noche se acabara. Y sabe
lo que continua, pues no lo ha hecho con nadie, porque le ha esperado creyendo
que sus manos serían perfectas a cada roce con su cuerpo, que sus besos le
volverían loco y que el amor que deseo que sintiese por él, le darían uno de
los mejores momentos de su vida. Y se siente tan bien todo lo que ha
experimentado hasta ahora, tal como ha soñado y pensado alguna vez que significaría
hacer el amor con alguien que verdaderamente quieres y deseas para ti, aun más
cuando todo pensamiento se esfuma al apreciar que su cuerpo se estremece al
descubrir que Yunho sigue saboreando su pene y a rozado con la yema de sus
dedos su entrada, haciéndole apretar con su mano uno de los cojines que se
encuentra a su lado y con la otra mano ha cubierto sus ojos. Tiembla y gime, ya
que es vergonzoso lo que hace en estos minutos Jung. Ladea su cabeza para verle
y comprende lo incomodo que resulta su posición para dar paso a esa
intromisión. Se mueve y en respuesta obtiene la vista de esos ojos penetrantes
que le miran de manera lujuriosa, sonriéndole y dejando percibir que esta tan
nervioso como él, luciendo atractivo y hermoso. Se voltea y ni siquiera son
necesarias las palabras cuando Yunho ha subido hasta su cuello y ha besado,
mordido y relamido ese espacio, instándole a doblar un poco su cuello y su
rostro para besarle, mientras con su erección roza sus glúteos.
Yunho se arrodilla colocando
sus manos bajo el cuerpo de Jae, haciéndole levantar sus caderas y dejándolo completamente en cuatro, aun así, la
debilidad del cuerpo de Jae aun no desaparece por completo, por lo que con un de
sus manos afirma su abdomen y con la otra se preocupa en delinea su columna y
besar cada centímetro de ella, produciendo que grandes olas de placer recorran
cada fibra de Jaejoong, y al finalizar tan exquisito recorrido, se detiene
sacando esa mano para abrir esos pequeños glúteos y besar esa entrada, lamiendo,
lubricando, dejando que se dilate e introduciendo uno de sus dedos. Jadea al
sentir aquellas paredes hacerse espacio, sin embargo siente que Jae se queja.
Se detiene y duda en continuar al encontrarse en esa situación, pero se sienta
e invita a su Boo a sentarse sobre
sus piernas.
Y la imagen visible y además
hermosas es la de dos chicos, que se unen cuerpo a cuerpo, en donde Jae está
sentado sobre Yunho que no le deja de besar y con sus dedos jugar y dilatar su
entrada. Jaejoong sabe que Yunho esta tan necesitado de atención como él y es
que por sus fuerzas débil a olvidado la erección de él, porque al verle erguida
y que además es más grande de lo que imaginaba, no duda en tomarla y bombear de
ella. Y claro Yunho se ha preocupado de amarlo, de atender cada lugar suyo, preocupándose
solo de él. Jae se aferra a esos grandes hombros al sentir que son dedos los
dedos que juegas en su interior y arde mucho, pero trata de pensar que está
solo y con Yunho, que ha querido y deseado por esto hace mucho.
- Boo…, Boo… - Le habla preocupado al verle cerrar sus ojos
y hacer notar que duele la penetración que hace con sus dedos.
- Di…me… - responde jadeando cerca de su oído.
- Relájate, solo necesitamos eso… que te relajes y te dejes
llevar…-
- Yunho…. Ohh, es que…. Mhh…. Como me puedo relajar cuando
he esperado que me tomes de esta manera…. – y es que Jaejoong se siente
nervioso de que las cosas no resulten como
espera.
- Jaejoong…. – sonríe y enmarca el rostro de Jae viendo el
sudor que también a invadido esa piel blanca y esos ojos profundos que buscan
perderse en los de él - prometo que cada
vez que pueda te tomare en mis brazos y te amare…., te amare con mi corazón, mi
mente y mi alma… -
- Ohhh…. – y ante las palabras de Yunho, y esos dedos que
han encontrado el lugar correcto Jaejoong jadea y se deja besar por el moreno.
Yunho perfilo su erección en la
entrada de Jaejoong y de apoco comenzó a introducirla, gimiendo al sentir que
esas paredes internas se contraían y apretaban de ella. No obstante, espero que
Jae estuviese preparado para comenzar a moverse. Y no fue mucho el tiempo el
que paso para que Jaejoong empezara a gemir y disfrutar de los pequeños
movimientos que daba Yunho, embistiéndole suavemente, aferrándose a su cintura
y masturbándole con su mano que quedaba libre. Tampoco fue mucho el instante en
que sus cuerpos estuvieron unidos porque las estocadas de Yunho fueron tan
certeras y precisas en ese vaivén armonioso, que a los minutos ambos sintieron
esa serie de corrientes eléctricas y calor apoderarse de todo su cuerpo,
llegando al orgasmo, temblando y dejándose extasiar por el momento.
Volvieron a caer entre esos
cojines y mantas, recuperándose y buscando oxigeno ante esos ligeros espasmo
post orgásmicos de los que son participes. Yunho quiso salir de Jae para que se
recuperar y a la vez limpiarlo, como vestirlo y que no enfermara más, pero éste
último con sus brazos le apretó un poco más.
- Yunho solo…. un minuto más…. – le pidió acomodándolo en
su pecho… – quedémonos así un segundo más….-
- Jaejoong ah… desde hoy no te dejare ir… seremos tu y yo siempre… - y aferro su mano a
esa que tenía cerca de su hombro.
- ¿Me pides que seamos pareja? - pregunta aun con los ojos cerrado
y su respiración cansada.
- Te informo que lo somos… – y se levanta un poco para
salir de él, y mirarle entre ese fuego que aun no se apaga sino que cobro más
vida y ardor. – Somos pareja desde que te vi y te elegí… porque desde ese día
te he amado Boo – agrega dejando pequeños besos porque aun está cansado del
orgasmo.
- Babo… - sonríe felizmente, aunque recuerda algo de suma
importancia… - Yunho ¿tus padres? -
- De seguro se quedaron en algún lugar esperando que pase
la tormenta… y claro comiendo tu pastel de cumpleaños…- dijo apenado por no
poder celebrar como Jae merecía.
- No te preocupes…. –
- Por cierto, feliz cumpleaños y perdona porque no
resultara hoy lo de tu fiesta...-
- Yunho… este ha sido el mejor de mis cumpleaños… -
confiesa atrayendo esos gruesos labios nuevamente a su boca.
La tormenta les acompaño en lo
que siguió de la noche y el fuego siguió dándoles un poco más de calor que el
solo roce de sus cuerpos, y ambos desnudos cayeron en mejor de los sueños, en
una noche que no olvidaran jamás y que recordaran para siempre….
**************
26 de Enero de 2014
Despierta abriendo lentamente
sus ojos y con sus brazos comienza a buscar por su cama el cuerpo de su pareja
que no encuentra por ninguna parte. Se acomoda entre las sabanas blancas y se
sienta refregando sus ojos, escuchando a lo lejos que su voz suena en el
reproductor. Sonríe porque la canción que suena es la favorita de su novio y además
hoy cumple exactamente 28 años y podría decir que se siente feliz de lo que ha
vivido y de su carrera como cantante.
Con la paciencia que le
caracteriza se levanta e ingresa al baño. Lava sus dientes y su rostro, arregla
un poco su pelo que ha recortado un estilista igualándose mucho al que luce su
novio actualmente. Avanza por el pasillo que conecta su habitación con el resto
de la casa y Forgotten Season sigue sonando por todo el lugar. Y no es solo su
voz la que sale por los parlantes, sino que desde la cocina suena un poco más
aguda la voz de ese hombre que le hace sentir especial. Se detiene en el marco
de la puerta y cruza sus brazos observando como la cocina es un verdadero
desastre.
Jung Yunho, se divierte desde
hace horas escuchando las canciones que canta su novio y que le confiesa
también llevar en su reproductor portátil. Se levanto mucho antes con la
intensión de preparar el desayuno para el festejado, sabiendo de antemano que
la cocina no es su principal arma para conquistar, pero quiso hacer algo
diferente y que saliera del habitual regalo de cumpleaños. Y lo hizo, corto
trozos de pescados y verduras, como también podríamos decir que paso a llevar
uno de sus dedos formándose una herida de la que curo y siguió con su principal
objetivo. Sin embargo, la esencia de ese desayuno era que cuando Jaejoong
despertara todo estuviese listo, pero que se le puede pedir si se ha tomado el
tiempo en bailar, entre que las ollas hierven, o cantar aquellas notas altas
que salen tan bien desde la garganta de su novio, pero que para él son imposibles
y aun las cantas con un cucharon en su mano, y después revuelve y termina
salpicando un poco de comida de aquí para allá. Hasta el delantal que lleva puesto
quedo sucio y todo manchado. Sigue cantado y cuando da una vuelta ve a ese
ángel recargado en el marco de la puerta cubriendo su boca al reír. Con sus
labios forma un puchero en su boca y al rato extiende sus brazos para que ese
chico venga hasta su lugar a abrazarle.
- Yo quería despertarte el día de hoy Boo… - dice un poco
apenado.
- Y lo hiciste Yunho… - no confiesa que sintió su ausencia
en la cama como lo hace desde esta ultimas semanas en que entre giras y
promociones del nuevo disco es poco lo que han podido compartir. Después de
estar abrazados y besándolo unos minutos, se separa para inspeccionar el
trabajo… - Se ve delicioso –
- Mientes, sabes que no hay quien te iguale en la cocina….
– le reclama abrazándolo por la cintura, riendo porque Jae ha agregado un poco
más de picante a la comida.
- Y a ti en la cama… -
- ¿Lo has intentado? –
- No – y se vuelve para colocar sus manos en su cuello y
ver ese rostro que finge enojo.
- Boo, no sabía que regalarte hoy por eso pensé en cocinar
y hacer algo divertido este día…. Piensa ¿Qué quieres? – le dice levantándolo
con sus brazos, sentándolo en el mesón de la cocina.
- ¿Cualquier cosa?… -
- Pídemelo y lo haré…- agrega cerrándole un ojo y viendo
como su novio se sonroja.
- Quiero retroceder el tiempo…-
- No puedo Boo… Quisiera darte el mejor cumpleaños de
todos… - dice decepcionado y fingiendo llorar.
- Ya lo hiciste, hace años atrás…. –
- Boo....eso fue desastroso, no tuviste pastel, no
celebraste, te refriaste y la lluvia nos dejo completamente empapados, aunque…
– y comprende a lo que Jaejoong se refiere.
- Quiero que llueva Yunnie…
-
- ¿quieres que llueva y terminemos desnudos cerca de la
chimenea? -
- Quiero que llueva y me ames bobo….- le dice atrayéndolo
con sus piernas mucho más a su cuerpo.
- No necesito que llueva para amarte Jaejoongie – comenta
besándole lentamente, perdiéndose los dos en ese recorrido que saben de memoria
sus lenguas y en el acople de sus cuerpos… - Casi lo olvido…. Feliz Cumpleaños
Boo… -
- Saranghae Yunho ah…. –
Y el YunJae continuo celebrando
el cumpleaños ese día, un rato con los amigos y después ellos dos solos. Aunque
una tormenta se desato en Seúl cuando llegaban al departamento, lo que no
impidió que demostraran un poco de más de ese amor que se profesan y guardan
solo para ellos, sino que esa lluvia, los truenos y los relámpagos, les llamo a
recordar y a revivir viejos tiempos…
FIN.
uuuuuuuuuuuuy hermoso me encanto muy bellos recuerdos como quisiera un cumpleaños como el de jae y ni mas ni menos con el hermoso de yunho pero entiendo que el es de jae y nadie lo puede tocar mmmmmmmmmmmmm ;( que mal y que envidia me da jae de la buena claro esta si yo los amo a los dos y me encanta el amor que se profesan los adoro y espero que así sea por siempre y para siempre GRACIAS por crear historias taaaaaaaaaaaaaaaaaaaan bellas y hermosas de ese par que ADORO con todo mi ser bye
ResponderEliminarWaaaaaa ame la historia!!! Me encanto! El pasado y el presente! Muy cute la historia ;) gracias por compartir!!!!! :)
ResponderEliminar