domingo, 8 de septiembre de 2013

Capitulo I: My Destiny

Este es un fic que creamos en conjunto con Samma.
Después de enterarnos del pronto ingreso de estos chicos a fines de año al Servicio
decidimos crear una historia que refleja el ideal de nosotros, seguir juntos y reencontrarse con el pasado....

To you it’s Goodbye, for me it’s Waiting



Por: Samma - Stephanie
Parejas: YunJae - YooSu
Género: Romance, Drama y Humor
Clasificación: N - 17
Advertencia: Lemon
Extensión: Serial
Resumen: JYJ ingresa al ejército enfrentándose a pruebas tanto psicológicas como físicas. Sin embargo, el dolor, el amor y el destino, les harán enfrentarse a una de sus más difíciles batallas.

Capitulo I: My Destiny

Era de mañana y el aire frío golpeaba con fuerza en los rostros de aquellos tres hombres que se encontraban ante este día que tanto había sido esperado por ellos. Sus fans en las afueras lloraban desconsoladamente, ya que JYJ comenzaba una nueva etapa, el momento tan esperado para algunos, pero odiados para otros. Hoy se les llamaba a demostrar su madurez y el amor a su patria, por lo que sus destinos y sus nuevas aventuras se concentrarían en un solo lugar. Un lugar que los albergara durante dos años y que se transformará en su nuevo hogar, el Servicio Militar.

Con sus cabezas rapadas y una sonrisa en sus labios despidieron a sus familiares. Jaejoong quien muchas veces les negaba una sonrisa a sus fans, hoy mostraba un rostro alegre, agradeciendo y esperando no defraudarles. Yoochun se despidió de su madre y su hermano, como también de sus admiradoras. Junsu por su parte, canto por última vez en las afueras para todos sus seres queridos y entre lágrimas se despidió de ellos.

Al terminar la tan emotiva despedida, Yoochun tomo de los hombros de sus compañeros y avanzaron juntos hacia su nuevo hogar.

………………………….

La primera instancia dentro del regimiento les llamo a ubicarse en sus respectivas habitaciones, a dejar sus cosas y a vestir el uniforme para presentarse antes los demás compañeros de batallón. Junsu fue el primero en vestirse y salir para encontrarse con Yoochun quien conversaba con los otros reclutas. Sin interrumpir y sin prestar atención más en ello, observo a su alrededor y vio salir a Jaejoong quien trataba inútilmente de ajustar su uniforme a su delgada figura. Se reunieron y ambos transitaron en dirección al campo del ejército.

Una fila de cincuenta hombres se diviso en el centro del campo. Los tres llegaron y se acomodaron esperando las instrucciones a seguir. El capitán saludo cordialmente y dio una breve introducción para comenzar a interrogarlos uno por uno, preguntando su nombre y edad. JYJ se situaba casi al comienzo de la fila.  Sus compañeros comenzaron a gritar sus nombres y Junsu que se encontraba en el cuarto lugar grito su nombre como correspondía, generándose al instante algunas risas infantiles. Jae rio igualmente, pero trato de guardar la compostura; esa fue la primera vez que escucho la voz de Junsu tan ronca y varonil. Yoochun prosiguió gritando su nombre y Jae continúo dando lo mejor de sí. Muchos de sus compañeros se sorprendieron al escuchar aquellos famosos nombres, mientras la lista siguió con otros artistas y ciudadanos de Corea.

Faltaban solo diez de sus compañeros por presentarse, cuando al escuchar al soldado numero cuarenta los tres miembros de JYJ quedaron sorprendidos y helados ante la voz de ese hombre conocidos para ellos. Un escalofrió recorrió por el cuerpo de Jaejoong, así como sus piernas y sus manos temblaron. No quería por nada mirar a su izquierda y ver a ese joven entre los demás, no quería creer que esa situación podía ser real y mucho menos pensar que debería volver a ver y a entenderse con esa persona. Sus amigos lo observaron preocupados ante esa pálida expresión que se instalo en su rostro, susurrándose entre sí, tan confundido como él y sin explicación a lo que ocurría en ese momento.


- ¡Bienvenido Jung Yunho!,  - comento el capitán del batallón – Esperamos que aquí también pueda ser un gran líder - 

Y al escuchar esa sola frase Jaejoong confirmaba lo que pensaba era una alucinación. Todo era real, su ex novio estaba en el ejército con él y en el mismo batallón. Este primer indicio les daba a entender a estos tres jóvenes y en especial a Jae que la estadía, sin duda, no sería la misma.

Por su parte los demás reclutas que conocían un poco sobre estos personajes murmuraban entre ellos. Los dichos más escuchados que se comentaban en esa fila se simplificaban en frases como “¿Serán capaces estos bebes?”, entre otras. Yoochun y Jaejoong ignoraban aquellos comentarios, caminaban con la frente en alto dejando que solamente hablaran, mientras que Junsu se apenaba ante esas palabras.

Al disolverse la fila los tres compañeros no sabían bien qué hacer con respecto a Yunho, si saludarlo o acercarse a él. El moreno se encontraba al otro extremo del campo, solitario, afirmado en un árbol y esperando las instrucciones de sus superiores.

El día continuó entre instrucciones básicas y reglas de la propia institución. De esa forma la noche cayó y cada uno se dirigió a su habitación. Junsu espero por Yoochun para despedirse y darle el más tierno beso de “Buenas Noches”, pero le vio unirse a un grupo de jóvenes y entrar a la habitación que compartían. Sin más que hacer, hizo lo mismo, saludo a sus compañeros y se alisto para dormir en el mismo camarote que su novio, quien reía a metros de él con los demás reclutas.

Jae también entro a la habitación que le correspondía alejada de sus amigos. Busco su nombre entre todos los camarotes hasta que por fin lo encontró, recostándose rápidamente con la necesidad de conciliar el sueño lo antes posible por recuperar las fuerzas de la primera y larga jornada. Pasado algunos minutos ya dormía plácidamente, cuando sus compañeros de habitación comenzaron a entrar, haciendo ruido con sus voces y risas. Sin embargo, despertó al sentir unos golpes y movimientos bruscos en su propia cama. Sin querer abrir los ojos ni menos decir palabra alguna, espero que su compañero se acostara pronto, lo cual no ocurrió, por lo que aburrido de que interrumpiera su sueño lo encaró.

¿Puedes dejar de moverte tan bruscamente? - preguntó con los ojos semi-cerrados, mirando al camarote de abajo y tratando de ser lo más educado posible.  

- ¿Jaejoong? -

Jae quedó atónito ante esa voz.  Encendió una pequeña lámpara que estaba al costado de su camarote, tragó saliva y respondió.


Yunho… disculpa… yo… no sabía que ordenabas tu ropa – respondió, volviéndose a recostar rápidamente.

- No importa, yo no me había dado cuenta que había alguien en la cama de arriba - agregó el mayor fríamente apagando la lámpara que Jae había dejado encendida.

Yunho se recostó y cerró los ojos pensando en todo lo sucedido durante el día. Entre pensamientos y recuerdos comprendió que indudablemente esta sería una de las experiencias más dura para él, y aun más para esa persona con la que compartía el mismo camarote. Si bien, sabía de antemano que les deparaba una serie de pruebas y actividades que realizar, el tenerlo tan cerca compartiendo hasta ese lugar de la habitación ya estaba desordenando su mente, sacando a flote lo que guardaba en lo más profundo de su corazón, convenciéndose de que por más quisiera disimular, el recuerdo de Jae seguía presente.

Jaejoong cerró sus ojos igualmente sin poder conciliar el sueño, concentrando inconscientemente todos sus recuerdos y sentimientos en ese hombre que le había hecho sufrir por bastante tiempo. Hubiese querido no volver a verle, o por lo menos no compartir el mismo espacio en el que dormían, pero esto también para él era una señal de que las cosas dentro de ese regimiento no serían realmente fáciles para nadie.

Ninguno de estos jóvenes consiguió volver a dormir durante esa noche. Encontrarse nuevamente después de todo lo sucedido removía sus propios pensamientos, llegando como un balde de agua fría.  El orden lógico de sus vidas juntos se había cortado tras una serie de desventuras que les toco experimentar mientras eran un solo grupo, pero ahora, al tenerse tan cerca o a metros de distancia, el volver a convivir y el compartir todos los días que le quedaba en ese lugar, los llevaba a preocuparse de un sin número de cosas, sobre todo aquellas que quedaron inconclusas entre ellos dos.

………….Flashback…………..

Yunho ah..., debemos hablar – dijo Jae apareciendo de sorpresa en el cuarto de Yunho.

- No tengo tiempo, mañana será, ve descansa. - siguió en su computador de espaldas a la puerta, ignorando a su angustiado novio.

- Yo he decidido algo… - comento temeroso pero seguro – yo…, me iré con Yoochun y Junsu de la empresa. –

 ¡¿Ah!? – el mayor se dio vuelta rápidamente sorprendido por aquella declaración. Se puso de pie y camino en dirección al menor, mirándole con sus ojos abierto ante lo que sus oídos creían que era una mentira. 

Si, lo haré y si tú también quieres, puedes… - respondió Jae con sus ojos llenos de lágrimas, tratando de convencer por última vez a su novio.

- ¡No, no lo haré Jae!, hemos hablando el tema un millón de veces. Me quedo y ya lo decidí. Sé que las cosas o los problemas que tenemos se solucionarán y todo mejorará. Lo digo porque soy el líder. –

- ¡¿No ves como nos tratan?! ¡Somos sus malditos esclavos! – exclamó tomando a Yunho de los hombros mirándolo fijamente – ¡Mira como yo estoy, mira como tú estás, mira como estamos! ¡¿Acaso ya no te importo?! – esperaba una respuesta mientras su novio miraba detenidamente el suelo -¡Respóndeme!-

- No, ya no me importas, no me iré de la empresa ¿Feliz? ¡Haz lo que quieras!- respondió dándole la espalda, volviendo al escritorio, cerrando su computador con fuerza.

- ¡Terminamos! - gritó Jae sintiendo el amargo sabor de sus lágrimas que llegaban a sus labios.

- ¡Bueno como quieras!, ¡Terminamos! – fue el último grito de Yunho, cerrando la puerta de golpe. Dejando dentro de la pieza a Jae, pero además dejando atrás sus caricias, sus cantos por las mañanas, sus abrazos que lo tranquilizaban en los momentos más difíciles, sus pucheros que lo hacían consentirlo en cualquier cosa, sus exquisitas comidas que llenaban su barriga con amor puro, su risa que lograba sacarlo de la oscura burbuja en la que estaban, sus “Te amo” que llenaban los vacios de su corazón; sus expectativas, sus sueños juntos y simplemente su otra mitad.

………Fin de Flashback……….

Se amaban y eran el uno para el otro protegiéndose de todo mal, pero el estrés de la empresa enfermo sus pensamientos, sus cuerpos y sus mentes. El cansancio acumulado cada día los fue agotando más e inclusive desgastando su relación que debían esconder. Desde aquel día Yunho y Jae no se hablaban. Ambos tenían desde ese entonces, nuevos proyectos y expectativas con respecto a sus carreras, aunque entre ellas también estaba el olvidar al otro y cortar el sentimiento que les unía sin volver a llamarse o hablarse, sólo observándose a través de una revista o de la televisión.

Llegó la madrugada y el llamado a levantarse sonó en el batallón. Jaejoong quería seguir durmiendo debido a que entre preocupaciones y sus propias conclusiones habían sido muy pocas o casi nada las horas que pudo dormir. Tras la bulla que se generó en esa habitación era imposible continuar entremedio de las sabanas por lo que refregó sus ojos y se dispuso a seguir la rutina que le esperaba ese día. Al bajar de su camarote se dio cuenta de que la cama de abajo estaba ya ordenada, le sorprendió aun así no lo pensó más.

Jung Yunho había sido el primero en levantarse ese día, alistándose en espera de comenzar con la rutina. Pero nadie sabía que en realidad ni siquiera durmió, pues no concilio el sueño en toda la noche.

Junsu por su lado estaba listo y preparado para empezar la jornada acercándose lentamente a saludar a Yoochun quien recién abría sus ojos. Sin embargo, tras ese pequeño contacto el pelinegro se levantó de su cama apresuradamente sin darle el cariñoso saludo que solía regalarle todos los días a su novio. Junsu hizo un puchero el cual su novio no vio y muchos menos le dio un beso para remediarlo como siempre lo hacía, sino que salió afuera donde el capitán esperaba por todos sus reclutas. Jaejoong y Yunho ya se encontraban en la línea distanciados por varios soldados esperando la llegada de los demás.      

Tras una breve charla de parte del capitán, las instrucciones del día se mencionaron generando la emoción para estos chicos que comprendieron que la jornada sería mucho más larga de lo que pensaron.

Entre las actividades para realizar durante la mañana, debieron trotar, subir escaleras que eran infinitas, pasar por cuerdas y realizar un recorrido guiado que consistía en una serie de pruebas tanto de destreza como de inteligencia. En la tarde, siguieron con una serie de ejercicios de resistencia y fuerza. Jaejoong se mostraba cansado pero intentaba no rendirse. Yunho terminó primero en la mayoría de las pruebas. A Junsu poco le costaban desempeñarse en aquellas pruebas ya que es bastante hábil y ágil. Mientras que a Yoochun se le hicieron un poco difícil las pruebas, a veces era el último soldado que llegaba, pero el capitán sabía sobre su condición y no le exigía mucho en las actividades físicas.

………………………………

Los días pasaron para estos chicos que fueron adaptándose cada vez más a ese nuevo hogar y a las tareas que tenían que ejecutar día tras día. Específicamente las relaciones para algunos fluían y para otros se hacían mucho más complejas. Yunho y Jae cruzaban pocas palabras entre ellos, solo un saludo para mantener el respeto dentro del batallón. Junsu intentaba acercarse a Yoochun quien había cambiado su forma de relacionarse con él sin ponerle atención o solo ignorándole.  

Yunho pasaba el mayor tiempo solo, si bien hablaba con algún u otro compañero no tenía un grupo definido como era el caso de Park Yoochun, quien dejaba de lado a Junsu y a su vez a Jae para divertirse con sus nuevos amigos. Un día Junsu caminaba después del almuerzo por los alrededores y vio a Jung solo, y se acerco a conservar. El menor por naturaleza no guardaba rencor en su corazón con las personas y mucho menos con Yunho con el que compartió mucho cuando eran TVXQ. Al moreno le agrado volver a hablar con Junsu, aunque si fue extraño, esa risa contagiosa y esa alegría que el rubio transmitía le ayudaba a no sentirse solo sino que un poco más acompañado, reuniéndose de vez en cuando para hablar y reírse juntos.

Yoochun fue el primero en verlos una tarde sin gustarle para nada esa cercanía, tras el rencor y la serie de problemas finales que había tenido con Yunho antes de salir de la empresa. Pese a ello, en uno de los trotes diarios; Park se encontraba cansadísimo sin poder seguir con la rutina y la prueba que en ese minuto enfrentaban siendo compañeros de grupo por lo que Yunho no se detuvo a pensar en peleas o algo por el estilo, sino que lo tomo en su espalda y corrió con el acuestas llegando a la meta y ganando automáticamente. Desde ese día se comenzaron a hablar y relacionar sin tocar el tema de la separación, sino a referirse al diario vivir o a molestar a los demás compañeros. Ahora bien, ¿Qué opinaba Jae al respecto? No decía mucho, se hacia el desentendido y como que nada ocurría, el no daría el brazo a torcer tan rápidamente. 

Junsu se sentía contento al retomar la amistad con uno de sus grandes amigos y acompañarse de Jae, pero las cosas con su novio no iban del todo bien. El pequeño delfín no comprendía el porqué de la situación y tampoco obtenía respuesta ante las miles de veces que trataba de hablar con Yoochun, quien hace mucho no le abrazaba, ni siquiera le miraba según el menor, refugiándose en su cama y recordando las experiencias vividas que comparten desde hace tantos años juntos.

A las cuatro semanas aproximadamente de haber iniciado el servicio Yoochun sufrió un ataque de asma. Durante esa noche despertó ahogado acomodándose en la cama, sentándose para poder respirar mejor y tosiendo constantemente. Sentía la presión en su pecho y no encontraba cerca su inhalador. Junsu al sentir esa tos se levantó y buscó rápidamente en el bolso de su novio aquel remedio que le haría respirar mejor. Se lo entregó dejando espacio y tiempo para que el efecto de ese medicamento volviera a llenar sus pulmones de aire y comenzará a respirar a nivel normal. Al ver que Yoochun se recuperaba de esa crisis se abalanzó a sus brazos.

¡Chunnie! ... me asustaste mucho - dijo Junsu, mientras apoyaba su cabeza en el hombro.

- ¡¿Chunnie?! - preguntó un compañero de la habitación, junto a tres tipos más que se acercaron ante la tos y el escándalo que hizo Junsu al buscar entre bolsos el inhalador.  Yoochun soltó el contacto que había entre los dos y se levantó dejando a Junsu sorprendido y sentado en la cama.

La risa y las interrogantes llegaron a las cabezas de esos hombres que no paraban de reír y mirar raramente a Junsu, por lo que Yoochun al darse cuenta de ello solo halló solución en despistar cualquier cosa que pudiesen pensar.

¿Qué te pasa Junsu?, ¿creías que me iba a morir? por favor... no seas estúpido - dijo entre ironía y risa el pelinegro. Sabía que no era lo correcto, pero no quería que sus amigos pensaran mal de él y muchos menos de Junsu.

- Pero… Yoochun … yo –

- Gracias pero estoy bien - comentó Park retomando sus dotes actorales - Chicos que les parece acompañarme a tomar agua, sé que es tarde, pero ¿vamos? Eso me hará mucho mejor… -

- Ok - respondieron al unísono, riendo ante la mirada de Junsu.

Mientras ellos se alejaban. Junsu quedó abatido en torno a las palabras que le había dicho Yoochun dejándolo como un tonto frente a sus compañeros de habitación. Sabía de antemano que no podían gritarle al mundo de su relación, pero ¿por qué era tan cruel con él, solamente quería ayudarlo como lo hacía siempre y esa era la forma de responderle?. No le gustó para nada lo que presenció, por lo que su mirada se nubló ante las lágrimas que aparecieron en sus ojos. Se recostó pensando en exigir una explicación ante lo sucedido, pero entre pena y cansancio no escucho cuando Park volvió, porque sin duda el sueño lo venció. Yoochun por su parte entendía que no era la mejor forma tratar así a su novio pero el momento y a la vez la vergüenza de que los viesen allí abrazados, saco lo peor de sí. Comprendía y conocía la sensibilidad de su novio, y a la vez lo imaginaba recostado sumido en sus pensamientos, como también creía ver esas lágrimas en los ojos de su delfín, que no le gustaba por nada causar, pero sabía que le había lastimado profundamente.

La relación entre ellos no se solucionaba solo empeoraba más, sin siquiera hablar de lo ocurrido durante la noche del ataque de Yoochun. Las horas de almuerzo era la instancia perfecta para hablar pero siempre estaban rodeados de sus demás compañeros como de Jaejoong quien ya notaba que esos dos no andaban para nada bien, más si se veía a Junsu con los ojos rojos algunas veces y a Yoochun riendo con los demás reclutas. El trato de novios se dejo de lado, por lo que ahora parecían dos amigos que compartían pieza, estadía y pocas veces hablaban, concentrándose solo en trivialidades que no compensaban la pena y el dolor que sentían ambos, pero que solo se hacían visibles al contemplar el rostro de Kim Junsu.

El tiempo pasaba rápido en el regimiento entre entrenamiento, competencias y descansos breves para todos los reclutas, logrando la adaptación de estos a la gran exigencia que se requería en cada prueba fortaleciéndose tanto física como mentalmente. Las relaciones entre estos nuevos compañeros con JYJ fue ganándose la admiración y sacando esa venda que ante solo les veía como estrellas de la música, sino que conocieron a personas encantadoras, hombres de corazón que cumplían con su deber y a la vez era comunes y normales como todos los demás.

Las pruebas y los entrenamientos mostraban aquellos dotes más características de un líder, conocido ahora en el batallón no solo como el miembro permanente de TVXQ sino como un líder de verdad. Un hombre que se levantaba de los primeros, salía a trotar, realizaba sus ejercicios y cumplía las órdenes al pie de la letra. Yunho se esforzaba por concentrar todo sus objetivos y su mente en el quehacer del ejército pero a veces sus ojos se desviaban a observar a un joven de tez blanca y delgado que se divertía con los demás, cantaba para los demás y reía sin ni siquiera mirarle. Lo que no sabía el propio Yunho que ese joven de tez blanca como la nieve llamado Jaejoong le observaba de la misma manera, suspiraba por el e incluso le observaba mientras dormía para después taparse con la sabanas nervioso de ser descubierto. 

La situación de Jaejoong era bastante compleja. A veces se detenía a contemplar a Yunho pero en otras no aguantaba tener que compartir con su ex-novio, por lo que entre aburrimiento y a la vez por necesidad de hacer algo mucho más entretenido que correr constantemente, comenzó a coquetear con algunos soldados obteniendo la respuesta de algunos que alaban su belleza femenina cada vez que podían. Un soldado de nombre Kyusu tuvo una relación mucho más especial con Jae, donde ambos parecían corresponderse. Kyu era mucho más valiente y brusco que Yunho, además se comentaba que provenía de uno de los barrios más peligrosos de Corea. Poco le importó esto a Jae quien admiraba a su próxima conquista, por su buen porte, la anchura de su espalda y esa musculatura que le hacía incluso suspirar, sin duda, ese moreno le atraía bastante. Lo que nadie sabía era que Yunho y Kyu se odian en secreto, compitiendo por ser el mejor en su batallón.

Se acercaban los 5 meses dentro del encierro y el sargento anunció una prueba. Para aquellos quienes la cumplieran como correspondía tendrían un día libre. La prueba consistía en varias estaciones y una serie de circuitos de velocidad y resistencia. Entre los ganadores estuvieron Kyusu, Junsu y Yunho, Jaejoong no superó la prueba. Yunho le dio su día libre a Yoochun quien necesitaba ver a su familia.

Por su parte, a Jaejoong poco le importó no tener el día libre, ya que tenía otro planes como bañarse tranquilamente durante la mañana. Se dirigió al baño y comenzó a afeitar su poco vello facial. Se encontraba con el torso desnudo y conservaba puestos aún sus pantalones. Yunho por su parte siguió en la cama, observando como Kyusu jugaba pensativo con un cuchillo, cuando de repente se levanto velozmente y se perdió en dirección hacia él baño. Esa acción no le agradó para nada a Yunho pero no medito más sobre ello. Kyusu se dirigió al baño con el objetivo de encontrar a Jaejoong y allí lo vio semidesnudo.

- Jae… te ves muy sexy con tu torso desnudo – dijo abrazándolo por la espalda,  acariciando el rostro de Jae.

- ¿Sí?- respondió Jae, sintiéndose incómodo por el abrazo de su contrario.

- Estás tan sexy que me tientas a hacerlo contigo aquí mismo. No hay nadie en la habitación - le comentó, rozando su lengua con el cuello de Jae.

- No creo que sea prudente aquí, ya sabes alguien podría acusarnos - respondió Jae tratando de salir de los brazos de Kyu hasta que lo logra.

 Pero..... Oppa - Kyu agrego haciendo un puchero.

- ¡No, no podemos! - respondió cortante y se dirigió a buscar sus cosas.

- ¡Vas a tener que aceptar o sino esto cruzará todo tu cuello! - abrazando a Jae por la espalda y sujetando el cuchillo en el cuello de él. 


Continuará..........

6 comentarios:

  1. esta terminado?? si es asi como lo encuentro a todo, se lee demasiado interesante

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  3. aaaaaah muy interesante donde esta yunnie para que rescate a el alocado de jae espero y lo pueda ayudar a tiempo

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  4. Muy interesante, Yoochun es muy cruel con Junsu,debería de hablar con el y explicarle el porque de su actitud. Jae por coqueto te pueden pasar cosas que no deseas ojalá Yunho te ayude a salir de esta.

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