Este es un fic que creamos en conjunto con Samma.
Después de enterarnos del pronto ingreso de estos chicos a fines de año al Servicio
decidimos crear una historia que refleja el ideal de nosotros, seguir juntos y reencontrarse con el pasado....
To you it’s Goodbye, for me it’s Waiting
Después de enterarnos del pronto ingreso de estos chicos a fines de año al Servicio
decidimos crear una historia que refleja el ideal de nosotros, seguir juntos y reencontrarse con el pasado....
To you it’s Goodbye, for me it’s Waiting
Por: Samma - Stephanie
Parejas: YunJae - YooSu
Género: Romance, Drama y Humor
Clasificación: N - 17
Advertencia: Lemon
Extensión: Serial
Resumen: JYJ ingresa al ejército
enfrentándose a pruebas tanto psicológicas como físicas. Sin embargo, el dolor,
el amor y el destino, les harán enfrentarse a una de sus más difíciles
batallas.
Capitulo
I: My Destiny
Era de mañana y el aire frío
golpeaba con fuerza en los rostros de aquellos tres hombres que se encontraban
ante este día que tanto había sido esperado por ellos. Sus fans en las afueras
lloraban desconsoladamente, ya que JYJ comenzaba una nueva etapa, el momento
tan esperado para algunos, pero odiados para otros. Hoy se les llamaba a
demostrar su madurez y el amor a su patria, por lo que sus destinos y sus
nuevas aventuras se concentrarían en un solo lugar. Un lugar que los albergara
durante dos años y que se transformará en su nuevo hogar, el Servicio Militar.
Con sus cabezas rapadas y una
sonrisa en sus labios despidieron a sus familiares. Jaejoong quien muchas veces
les negaba una sonrisa a sus fans, hoy mostraba un rostro alegre, agradeciendo
y esperando no defraudarles. Yoochun se despidió de su madre y su hermano, como
también de sus admiradoras. Junsu por su parte, canto por última vez en las
afueras para todos sus seres queridos y entre lágrimas se despidió de ellos.
Al terminar la tan emotiva
despedida, Yoochun tomo de los hombros de sus compañeros y avanzaron juntos
hacia su nuevo hogar.
………………………….
La primera instancia dentro del regimiento les llamo a ubicarse en sus
respectivas habitaciones, a dejar sus cosas y a vestir el uniforme para
presentarse antes los demás compañeros de batallón. Junsu fue el primero en
vestirse y salir para encontrarse con Yoochun quien conversaba con los otros reclutas.
Sin interrumpir y sin prestar atención más en ello, observo a su alrededor y
vio salir a Jaejoong quien trataba inútilmente de ajustar su uniforme a su
delgada figura. Se reunieron y ambos transitaron en dirección al campo del
ejército.
Una fila de cincuenta hombres se diviso en el centro del campo. Los tres llegaron y se acomodaron esperando las instrucciones a seguir. El capitán saludo cordialmente y dio una breve introducción para comenzar a interrogarlos uno por uno, preguntando su nombre y edad. JYJ se situaba casi al comienzo de la fila. Sus compañeros comenzaron a gritar sus nombres y Junsu que se encontraba en el cuarto lugar grito su nombre como correspondía, generándose al instante algunas risas infantiles. Jae rio igualmente, pero trato de guardar la compostura; esa fue la primera vez que escucho la voz de Junsu tan ronca y varonil. Yoochun prosiguió gritando su nombre y Jae continúo dando lo mejor de sí. Muchos de sus compañeros se sorprendieron al escuchar aquellos famosos nombres, mientras la lista siguió con otros artistas y ciudadanos de Corea.
Faltaban solo diez de sus compañeros por presentarse, cuando al escuchar
al soldado numero cuarenta los tres miembros de JYJ quedaron sorprendidos y
helados ante la voz de ese hombre conocidos para ellos. Un escalofrió recorrió
por el cuerpo de Jaejoong, así como sus piernas y sus manos temblaron. No
quería por nada mirar a su izquierda y ver a ese joven entre los demás, no
quería creer que esa situación podía ser real y mucho menos pensar que debería
volver a ver y a entenderse con esa persona. Sus amigos lo observaron
preocupados ante esa pálida expresión que se instalo en su rostro, susurrándose
entre sí, tan confundido como él y sin explicación a lo que ocurría en ese
momento.
- ¡Bienvenido Jung Yunho!, -
comento el capitán del batallón – Esperamos que aquí también pueda ser un gran
líder -
Y al escuchar esa sola frase Jaejoong confirmaba lo que pensaba era una
alucinación. Todo era real, su ex novio estaba en el ejército con él y en el
mismo batallón. Este primer indicio les daba a entender a estos tres jóvenes y
en especial a Jae que la estadía, sin duda, no sería la misma.
Por su parte los demás reclutas que conocían un poco sobre estos
personajes murmuraban entre ellos. Los dichos más escuchados que se comentaban en
esa fila se simplificaban en frases como “¿Serán capaces estos bebes?”, entre
otras. Yoochun y Jaejoong ignoraban aquellos comentarios, caminaban con la
frente en alto dejando que solamente hablaran, mientras que Junsu se apenaba
ante esas palabras.
Al
disolverse la fila los tres compañeros no sabían bien qué hacer con respecto a
Yunho, si saludarlo o acercarse a él. El moreno se encontraba al otro extremo
del campo, solitario, afirmado en un árbol y esperando las instrucciones de sus
superiores.
El día
continuó entre instrucciones básicas y reglas de la propia institución. De esa
forma la noche cayó y cada uno se dirigió a su habitación. Junsu espero por
Yoochun para despedirse y darle el más tierno beso de “Buenas Noches”, pero le
vio unirse a un grupo de jóvenes y entrar a la habitación que compartían. Sin
más que hacer, hizo lo mismo, saludo a sus compañeros y se alisto para dormir
en el mismo camarote que su novio, quien reía a metros de él con los demás
reclutas.
Jae
también entro a la habitación que le correspondía alejada de sus amigos. Busco
su nombre entre todos los camarotes hasta que por fin lo encontró, recostándose
rápidamente con la necesidad de conciliar el sueño lo antes posible por
recuperar las fuerzas de la primera y larga jornada. Pasado algunos minutos ya dormía
plácidamente, cuando sus compañeros de habitación comenzaron a entrar, haciendo
ruido con sus voces y risas. Sin embargo, despertó al sentir unos golpes y
movimientos bruscos en su propia cama. Sin querer
abrir los ojos ni menos decir palabra alguna, espero que su compañero se
acostara pronto, lo cual no ocurrió, por lo que aburrido de que interrumpiera
su sueño lo encaró.
- ¿Puedes dejar de moverte tan bruscamente? - preguntó con los ojos
semi-cerrados, mirando al camarote de abajo y tratando de ser lo más educado
posible.
- ¿Jaejoong? -
Jae quedó atónito ante esa voz. Encendió una pequeña lámpara que estaba al costado de su camarote, tragó saliva y respondió.
- Yunho… disculpa… yo… no sabía que ordenabas tu ropa – respondió,
volviéndose a recostar rápidamente.
- No importa, yo no me había dado cuenta que había alguien en la cama de
arriba - agregó el mayor fríamente apagando la lámpara que Jae había dejado
encendida.
Yunho se recostó y cerró los ojos pensando en todo lo sucedido durante
el día. Entre pensamientos y recuerdos comprendió que indudablemente esta sería
una de las experiencias más dura para él, y aun más para esa persona con la que
compartía el mismo camarote. Si bien, sabía de antemano que les deparaba una
serie de pruebas y actividades que realizar, el tenerlo tan cerca compartiendo
hasta ese lugar de la habitación ya estaba desordenando su mente, sacando a
flote lo que guardaba en lo más profundo de su corazón, convenciéndose de que
por más quisiera disimular, el recuerdo de Jae seguía presente.
Jaejoong cerró sus ojos igualmente sin poder conciliar el sueño,
concentrando inconscientemente todos sus recuerdos y sentimientos en ese hombre
que le había hecho sufrir por bastante tiempo. Hubiese querido no volver a
verle, o por lo menos no compartir el mismo espacio en el que dormían, pero
esto también para él era una señal de que las cosas dentro de ese regimiento no
serían realmente fáciles para nadie.
Ninguno de estos jóvenes consiguió volver a dormir durante esa noche.
Encontrarse nuevamente después de todo lo sucedido removía sus propios pensamientos,
llegando como un balde de agua fría. El
orden lógico de sus vidas juntos se había cortado tras una serie de desventuras
que les toco experimentar mientras eran un solo grupo, pero ahora, al tenerse
tan cerca o a metros de distancia, el volver a convivir y el compartir todos
los días que le quedaba en ese lugar, los llevaba a preocuparse de un sin
número de cosas, sobre todo aquellas que quedaron inconclusas entre ellos dos.
………….Flashback…………..
- Yunho ah..., debemos hablar – dijo Jae apareciendo de
sorpresa en el cuarto de Yunho.
- No tengo tiempo, mañana será, ve descansa. - siguió en su
computador de espaldas a la puerta, ignorando a su angustiado novio.
- Yo he decidido algo… - comento temeroso pero seguro –
yo…, me iré con Yoochun y Junsu de la empresa. –
- ¡¿Ah!? – el mayor se dio vuelta rápidamente sorprendido
por aquella declaración. Se puso de pie y camino en dirección al menor,
mirándole con sus ojos abierto ante lo que sus oídos creían que era una
mentira.
- Si, lo haré y si tú también quieres, puedes… - respondió
Jae con sus ojos llenos de lágrimas, tratando de convencer por última vez a su
novio.
- ¡No, no lo haré Jae!, hemos hablando el tema un millón de
veces. Me quedo y ya lo decidí. Sé que las cosas o los problemas que tenemos se
solucionarán y todo mejorará. Lo digo porque soy el líder. –
- ¡¿No ves como nos tratan?! ¡Somos sus malditos esclavos!
– exclamó tomando a Yunho de los hombros mirándolo fijamente – ¡Mira como yo
estoy, mira como tú estás, mira como estamos! ¡¿Acaso ya no te importo?! –
esperaba una respuesta mientras su novio miraba detenidamente el suelo -¡Respóndeme!-
- No, ya no me importas, no me iré de la empresa ¿Feliz?
¡Haz lo que quieras!- respondió dándole la espalda, volviendo al escritorio, cerrando
su computador con fuerza.
- ¡Terminamos! - gritó Jae sintiendo el amargo sabor de sus
lágrimas que llegaban a sus labios.
- ¡Bueno como quieras!, ¡Terminamos! – fue el último grito
de Yunho, cerrando la puerta de golpe. Dejando dentro de la pieza a Jae, pero
además dejando atrás sus caricias, sus cantos por las mañanas, sus abrazos que
lo tranquilizaban en los momentos más difíciles, sus pucheros que lo hacían
consentirlo en cualquier cosa, sus exquisitas comidas que llenaban su barriga
con amor puro, su risa que lograba sacarlo de la oscura burbuja en la que
estaban, sus “Te amo” que llenaban los vacios de su corazón; sus expectativas,
sus sueños juntos y simplemente su otra mitad.
………Fin de
Flashback……….
Se amaban y
eran el uno para el otro protegiéndose de todo mal, pero el estrés de la
empresa enfermo sus pensamientos, sus cuerpos y sus mentes. El cansancio
acumulado cada día los fue agotando más e inclusive desgastando su relación que
debían esconder. Desde aquel día Yunho y Jae no se hablaban. Ambos tenían desde
ese entonces, nuevos proyectos y expectativas con respecto a sus carreras,
aunque entre ellas también estaba el olvidar al otro y cortar el sentimiento
que les unía sin volver a llamarse o hablarse, sólo observándose a través de
una revista o de la televisión.
Llegó la madrugada y el llamado a
levantarse sonó en el batallón. Jaejoong quería seguir durmiendo debido a que entre preocupaciones y sus propias
conclusiones habían sido muy pocas o casi nada las horas que pudo dormir. Tras
la bulla que se generó en esa habitación era imposible continuar entremedio de
las sabanas por lo que refregó sus ojos y se dispuso a seguir la rutina que le
esperaba ese día. Al bajar de su camarote se dio cuenta de que la cama de abajo
estaba ya ordenada, le sorprendió aun así no lo pensó más.
Jung Yunho había sido el primero en levantarse ese día, alistándose en espera de comenzar con la rutina. Pero nadie sabía que en realidad ni siquiera durmió, pues no concilio el sueño en toda la noche.
Junsu por su lado estaba listo y
preparado para empezar la jornada acercándose lentamente a saludar a Yoochun
quien recién abría sus ojos. Sin embargo, tras ese pequeño contacto el
pelinegro se levantó de su cama apresuradamente sin darle el cariñoso saludo
que solía regalarle todos los días a su novio. Junsu hizo un puchero el cual su
novio no vio y muchos menos le dio un beso para remediarlo como siempre lo
hacía, sino que salió afuera donde el capitán esperaba por todos sus reclutas. Jaejoong
y Yunho ya se encontraban en la línea distanciados por varios soldados
esperando la llegada de los demás.
Tras una breve charla de parte del capitán, las instrucciones del día se mencionaron generando la emoción para estos chicos que comprendieron que la jornada sería mucho más larga de lo que pensaron.
Entre las actividades para realizar durante la mañana, debieron trotar,
subir escaleras que eran infinitas, pasar por cuerdas y realizar un recorrido
guiado que consistía en una serie de pruebas tanto de destreza como de
inteligencia. En la tarde, siguieron con una serie de ejercicios de resistencia
y fuerza. Jaejoong se mostraba cansado pero intentaba no rendirse. Yunho
terminó primero en la mayoría de las pruebas. A Junsu poco le costaban desempeñarse
en aquellas pruebas ya que es bastante hábil y ágil. Mientras que a Yoochun se
le hicieron un poco difícil las pruebas, a veces era el último soldado que
llegaba, pero el capitán sabía sobre su condición y no le exigía mucho en las
actividades físicas.
………………………………
Los días pasaron para estos chicos que fueron adaptándose cada vez más a ese nuevo hogar y a las tareas que tenían que ejecutar día tras día. Específicamente las relaciones para algunos fluían y para otros se hacían mucho más complejas. Yunho y Jae cruzaban pocas palabras entre ellos, solo un saludo para mantener el respeto dentro del batallón. Junsu intentaba acercarse a Yoochun quien había cambiado su forma de relacionarse con él sin ponerle atención o solo ignorándole.
Yunho pasaba el mayor tiempo solo, si bien hablaba con algún u otro
compañero no tenía un grupo definido como era el caso de Park Yoochun, quien
dejaba de lado a Junsu y a su vez a Jae para divertirse con sus nuevos amigos.
Un día Junsu caminaba después del almuerzo por los alrededores y vio a Jung
solo, y se acerco a conservar. El menor por naturaleza no guardaba rencor en
su corazón con las personas y mucho menos con Yunho con el que compartió mucho
cuando eran TVXQ. Al moreno le agrado volver a hablar con Junsu, aunque si fue
extraño, esa risa contagiosa y esa alegría que el rubio transmitía le ayudaba a
no sentirse solo sino que un poco más acompañado, reuniéndose de vez en cuando
para hablar y reírse juntos.
Yoochun fue el primero en verlos una tarde sin gustarle para nada esa
cercanía, tras el rencor y la serie de problemas finales que había tenido con
Yunho antes de salir de la empresa. Pese a ello, en uno de los trotes diarios; Park
se encontraba cansadísimo sin poder seguir con la rutina y la prueba que en ese
minuto enfrentaban siendo compañeros de grupo por lo que Yunho no se detuvo a
pensar en peleas o algo por el estilo, sino que lo tomo en su espalda y corrió
con el acuestas llegando a la meta y ganando automáticamente. Desde ese día se
comenzaron a hablar y relacionar sin tocar el tema de la separación, sino a
referirse al diario vivir o a molestar a los demás compañeros. Ahora bien, ¿Qué
opinaba Jae al respecto? No decía mucho, se hacia el desentendido y como que
nada ocurría, el no daría el brazo a torcer tan rápidamente.
Junsu se sentía contento al retomar la amistad con uno de sus grandes
amigos y acompañarse de Jae, pero las cosas con su novio no iban del todo bien.
El pequeño delfín no comprendía el porqué de la situación y tampoco obtenía
respuesta ante las miles de veces que trataba de hablar con Yoochun, quien hace
mucho no le abrazaba, ni siquiera le miraba según el menor, refugiándose en su
cama y recordando las experiencias vividas que comparten desde hace tantos años
juntos.
A las cuatro semanas aproximadamente de haber iniciado el servicio Yoochun
sufrió un ataque de asma. Durante esa noche despertó ahogado acomodándose en la
cama, sentándose para poder respirar mejor y tosiendo constantemente. Sentía la
presión en su pecho y no encontraba cerca su inhalador. Junsu al sentir esa tos
se levantó y buscó rápidamente en el bolso de su novio aquel remedio que le haría respirar
mejor. Se lo entregó dejando espacio y tiempo para que el efecto de ese
medicamento volviera a llenar sus pulmones de aire y comenzará a respirar a
nivel normal. Al ver que Yoochun se recuperaba de esa crisis se abalanzó a sus
brazos.
- ¡Chunnie! ... me asustaste mucho - dijo Junsu, mientras apoyaba su
cabeza en el hombro.
- ¡¿Chunnie?! - preguntó un compañero de la habitación, junto a tres tipos
más que se acercaron ante la tos y el escándalo que hizo Junsu al buscar entre
bolsos el inhalador. Yoochun soltó el contacto que había entre los dos y
se levantó dejando a Junsu sorprendido y sentado en la cama.
La risa y
las interrogantes llegaron a las cabezas de esos hombres que no paraban de reír
y mirar raramente a Junsu, por lo que Yoochun al darse cuenta de ello solo
halló solución en despistar cualquier cosa que pudiesen pensar.
- ¿Qué te pasa Junsu?, ¿creías que me iba a morir? por favor... no seas
estúpido - dijo entre ironía y risa el pelinegro. Sabía que no era lo correcto,
pero no quería que sus amigos pensaran mal de él y muchos menos de Junsu.
- Pero… Yoochun … yo –
- Gracias pero estoy bien - comentó Park retomando sus dotes actorales -
Chicos que les parece acompañarme a tomar agua, sé que es tarde, pero ¿vamos?
Eso me hará mucho mejor… -
- Ok - respondieron al unísono, riendo ante la mirada de Junsu.
Mientras ellos se alejaban. Junsu quedó abatido en torno a las palabras que le había dicho Yoochun dejándolo como un tonto frente a sus compañeros de habitación. Sabía de antemano que no podían gritarle al mundo de su relación, pero ¿por qué era tan cruel con él, solamente quería ayudarlo como lo hacía siempre y esa era la forma de responderle?. No le gustó para nada lo que presenció, por lo que su mirada se nubló ante las lágrimas que aparecieron en sus ojos. Se recostó pensando en exigir una explicación ante lo sucedido, pero entre pena y cansancio no escucho cuando Park volvió, porque sin duda el sueño lo venció. Yoochun por su parte entendía que no era la mejor forma tratar así a su novio pero el momento y a la vez la vergüenza de que los viesen allí abrazados, saco lo peor de sí. Comprendía y conocía la sensibilidad de su novio, y a la vez lo imaginaba recostado sumido en sus pensamientos, como también creía ver esas lágrimas en los ojos de su delfín, que no le gustaba por nada causar, pero sabía que le había lastimado profundamente.
La
relación entre ellos no se solucionaba solo empeoraba más, sin siquiera hablar
de lo ocurrido durante la noche del ataque de Yoochun. Las horas de almuerzo
era la instancia perfecta para hablar pero siempre estaban rodeados de sus
demás compañeros como de Jaejoong quien ya notaba que esos dos no andaban para
nada bien, más si se veía a Junsu con los ojos rojos algunas veces y a Yoochun
riendo con los demás reclutas. El trato de novios se dejo de lado, por lo que
ahora parecían dos amigos que compartían pieza, estadía y pocas veces hablaban,
concentrándose solo en trivialidades que no compensaban la pena y el dolor que sentían ambos, pero
que solo se hacían visibles al contemplar el rostro de Kim Junsu.
El tiempo pasaba rápido en el regimiento entre entrenamiento, competencias y descansos breves para todos los reclutas, logrando la adaptación de estos a la gran exigencia que se requería en cada prueba fortaleciéndose tanto física como mentalmente. Las relaciones entre estos nuevos compañeros con JYJ fue ganándose la admiración y sacando esa venda que ante solo les veía como estrellas de la música, sino que conocieron a personas encantadoras, hombres de corazón que cumplían con su deber y a la vez era comunes y normales como todos los demás.
Las pruebas y los entrenamientos mostraban aquellos dotes más
características de un líder, conocido ahora en el batallón no solo como el
miembro permanente de TVXQ sino como un líder de verdad. Un hombre que se
levantaba de los primeros, salía a trotar, realizaba sus ejercicios y cumplía
las órdenes al pie de la letra. Yunho se esforzaba por concentrar todo sus
objetivos y su mente en el quehacer del ejército pero a veces sus ojos se
desviaban a observar a un joven de tez blanca y delgado que se divertía con los
demás, cantaba para los demás y reía sin ni siquiera mirarle. Lo que no sabía
el propio Yunho que ese joven de tez blanca como la nieve llamado Jaejoong le
observaba de la misma manera, suspiraba por el e incluso le observaba mientras
dormía para después taparse con la sabanas nervioso de ser descubierto.
La
situación de Jaejoong era bastante compleja. A veces
se detenía a contemplar a Yunho pero en otras no aguantaba tener que compartir
con su ex-novio, por lo que entre aburrimiento y a la vez por necesidad de
hacer algo mucho más entretenido que correr constantemente, comenzó a coquetear
con algunos soldados obteniendo la respuesta de algunos que alaban su belleza
femenina cada vez que podían. Un soldado de nombre Kyusu tuvo una relación
mucho más especial con Jae, donde ambos parecían corresponderse. Kyu era mucho
más valiente y brusco que Yunho, además se comentaba que provenía de uno de los
barrios más peligrosos de Corea. Poco le importó esto a Jae quien admiraba a su
próxima conquista, por su buen porte, la anchura de su espalda y esa
musculatura que le hacía incluso suspirar, sin duda, ese moreno le atraía
bastante. Lo que nadie sabía era que Yunho y Kyu se odian en secreto,
compitiendo por ser el mejor en su batallón.
Se acercaban los 5 meses dentro del encierro y el sargento anunció una
prueba. Para aquellos quienes la cumplieran como correspondía tendrían un día
libre. La prueba consistía en varias estaciones y una serie de circuitos de
velocidad y resistencia. Entre los ganadores estuvieron Kyusu, Junsu y Yunho,
Jaejoong no superó la prueba. Yunho le dio su día libre a Yoochun quien
necesitaba ver a su familia.
Por su parte, a Jaejoong poco le importó no tener el día libre, ya que tenía otro
planes como bañarse tranquilamente durante la mañana. Se dirigió al baño y
comenzó a afeitar su poco vello facial. Se encontraba con el torso desnudo y
conservaba puestos aún sus pantalones. Yunho por su parte siguió en la cama, observando como Kyusu jugaba
pensativo con un cuchillo, cuando de repente se levanto velozmente y se perdió en
dirección hacia él baño. Esa acción no le agradó para nada a Yunho pero no
medito más sobre ello. Kyusu se dirigió al baño con el objetivo de encontrar a
Jaejoong y allí lo vio semidesnudo.
- Jae… te ves muy sexy con tu torso desnudo – dijo abrazándolo por la
espalda, acariciando el rostro de Jae.
- ¿Sí?- respondió Jae, sintiéndose incómodo por el abrazo de su contrario.
- Estás tan sexy que me tientas a hacerlo contigo aquí mismo. No hay nadie
en la habitación - le comentó, rozando su lengua con el cuello de Jae.
- No creo que sea prudente aquí, ya sabes alguien podría acusarnos -
respondió Jae tratando de salir de los brazos de Kyu hasta que lo logra.
- Pero..... Oppa - Kyu agrego haciendo un puchero.
- ¡No, no podemos! - respondió cortante y se dirigió a buscar sus cosas.
- ¡Vas a tener que aceptar o sino esto cruzará todo tu cuello! - abrazando
a Jae por la espalda y sujetando el cuchillo en el cuello de él.
Continuará..........
esta terminado?? si es asi como lo encuentro a todo, se lee demasiado interesante
ResponderEliminarestamos en esooo subiendo .. :)
Eliminarok esperare para leer muchas gracias
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminaraaaaaah muy interesante donde esta yunnie para que rescate a el alocado de jae espero y lo pueda ayudar a tiempo
ResponderEliminarMuy interesante, Yoochun es muy cruel con Junsu,debería de hablar con el y explicarle el porque de su actitud. Jae por coqueto te pueden pasar cosas que no deseas ojalá Yunho te ayude a salir de esta.
ResponderEliminar