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Capítulo III: Stay With Me Tonight ... 

Jae se quitó la polera y corrió a lanzarse al río igualmente en busca de la respuesta a su pregunta, pero Yunho nadaba alejándose de él. Asimismo Jaejoong trato de nadar y seguirle, cuando sintió una puntada en el pie recordando que en ese ataque de arrojarse al río se lastimo.

A la vez Yunho se dio cuenta de la estupidez que estaba haciendo al arrancar de Jae, sabiendo perfectamente que cada cosa que hizo fue para protegerlo. Al salir del agua y voltearse no lo vio por ninguna parte, pensó lo peor, sin embargo, lo diviso a unos metros más allá sentado en una piedra sobándose su tobillo. 

- ¿Estás bien? -

- No lo sé, me duele mucho – decía Jae quejándose mientras observaba su pie que dolía en cada movimiento.

- ¡Espérame! – sugirió Yunho, recibiendo un sí de Jae al mover su cabeza.

Yunho salió del agua, se puso la polera y busco en su bolso. Volvió a la piedra y unto en el pie de Jae una crema. Ambos no decían nada, Yunho se concentraba en limpiar y curar la herida de Jae quien sentía el intenso dolor de su pie como también el de su corazón. Ver a Yunho cuidándolo como hizo millones de veces, teniéndolo cerca, aflorando de lo más hondo de su ser los nervios y las ganas de abrazarlo, de poder besarlo y perderse en esa cercanía que tenían. A pesar de ello se limitaba ante los recuerdos y las infinitas palabras dichas que removían sus pensamientos tras la separación. Entendía que por mucho que quisiera nunca había podido olvidar a Yunho, siendo el único hombre que podía querer y que lo dejaba así, perturbado con la sola cercanía, mirándole concentrado, viendo su rostro que mostraba preocupación. Muchas noches se atormento ante ese sentimiento olvidado y enterrado por ambos tras su salida de TVXQ. No obstante, sabía fervientemente que Yunho era el único, reafirmando ese sentimiento al tenerlo cerca en esos últimos dos años y ahora delante de él vendando su pie. 

- ¡Estamos listos! – agrego con una sonrisa en su rostro.

- Gracias… - y lo vio levantarse bajando de la roca colocándose de espalda a él-

- Bien… ¡Sube!, ¡Te llevaré! – dijo Yunho

- ¿Qué?, ¿Estás loco? –

- No será la primera vez que lo hago... – y sin pensarlo tomo de la pierna de Jae haciendo que este se afirmara automáticamente de su cuello para no caer.

Yunho cargo en su espalda a Jae atravesando el rio, llevándolo hasta donde tenían sus pertenencias. Lo sentó y preparo la tienda donde pasarían la noche. Jae se sentía como un tonto, pero se dedicaba a escribir en su cuaderno esperando que pudiese dormir lo más pronto posible y dejar de pensar en su compañero de batallón.  Cuando ya todo estaba listo, Yunho lo tomo nuevamente, dejándolo en la carpa sin decir nada ninguno de los dos y se fue a comer algunas frutas en la orilla del río.

Horas después la noche llegó y Yunho se dedicó a recolectar leña y a ordenarla. Jae se encontraba en el interior recién despertando buscando algo que hacer o decir al pensar en cómo dormiría en ese estrecho espacio con Yunho.

………………………

POV’s Yunho:

Jaejoong ordenaba la carpa y acomodaba todo en su lugar, mientras yo trataba de prender la fogata. Realmente no sabía cómo íbamos a dormir los dos en ese espacio tan pequeño. Lo que más llamaba mi atención de todo esto, era que lo iba a sentir dormir a mi lado, iba a volver a sentir su respiración, verlo nuevamente sereno y descansando con la ternura que eso significaba para mi, reviviendo esa infinitas noches que compartimos tanto como amigos y pareja. Necesitaba no pensar en ello, por lo que decidí que una de las mejores cosas que podía hacer, era distraerme, así que pensé en leer un libro que me regalo Changmin antes de entrar al servicio, que lo llevaba siempre en el bolso por si se presentaba la oportunidad de ocuparlo.

- ¡Jaejoong, pásame mi bolso por favor! – dije mientras observaba orgulloso la fogata que se  encendía y aumentaba su fuego cada vez más.

Jaejoong no respondía solo seguía moviéndose dentro de la carpa. Al no tener respuesta fui hacia ella. Para entrar tenía que agacharme bastante y al levantar la puerta choque frente a frente con su rostro. El de seguro iba salir de ella pero ambos quedamos inmóviles, mirándonos, mientras sus ojos abiertos se posaban en los míos que estaban completamente sorprendidos al verlo allí a centímetros de mi rostro. A los poco segundos él suspiro y pude sentir su respiración en mis labios, y juro que ese solo suspiro me dijo que debía hacer lo que mi instinto me pedía. Tome su rostro con mis manos y junte nuestros labios, aquellos dulces labios que no probaba hace tanto tiempo. Sin duda todavía podía sentirlos sobre mí cuando pensaba en él pero tenerlos entre los míos nuevamente era perfecto. 

Comenzamos a besarnos mientras yo me perdía en ese solo roce, lanzándome sobre él y cayendo abrazados en aquel pequeño espacio. Trate de demorar un poco en introducir mi lengua en su boca y recorrer cada sitio de ella. Hacia bastante el tiempo que no nos besábamos y aun sus besos me producían los mismos escalofríos en mi espalda que hace algunos años atrás. Sus besos se mostraban un poco tímidos al principio y lo entendía, era volver a reencontrarnos y a sentir las mismas emociones que antes. Pensé cómo hacer para ganar su aprobación así que baje, besándolo en el cuello excitándolo mucho más. Lo supe cuando comenzó a gemir muy fuerte en el momento que mi lengua se entretenía con su manzana de Adán. Él agarraba fuerte de mi pelo como si intentara guiar mi lengua hacia los lugares que más lo provocaban. Mis labios fueron suyos otra vez, su sabor y su calidez todavía seguían allí, mientras nuestras lenguas  se volvían a juntar. Él lamia mis labios con su lengua lentamente como si fuese un gatito.  

El reflejo de luz de la fogata me permitía ver las fogosas expresiones de su rostro. Entre besos y pequeñas caricias nuestros uniformes comenzaron a molestar y casi desesperado abrí su overol hasta su ombligo. Hace bastante tiempo que mis manos no se posaban en sus abdominales, por lo que recorrí con mis manos todo ese lugar dispuesto para mí. Sus pezones erectos me pedían ser lamidos, y no puede detenerme ante ello, sino que avance y al solo tocar mi lengua con su pecho él comenzó a gemir de nuevo y mucho más al sentir mis manos que ya estaban sobre la zona de su pelvis sintiendo su erección. Yo estaba caliente y deseaba tenerlo para mí, así que yo mismo me quite el overol por completo y enseguida se lo quite a él. Me lance sobre su cuerpo con solo mis calzoncillos puestos rozando nuestros bultos de forma deliciosa, pidiendo que eso no fuese un sueño, que no acabara, moviéndome sobre él para que su excitación aumentara.

Debo admitir que Jaejoong poco hacia antes de que me quitara la ropa. Lo sentía bajo mi, tímido y  nervioso, pero me gusto volver a sentir sus manos nuevamente en mi cuerpo en el instante que me perdía lamiendo sus pezones, ya que me apretaba contra él, tomando fuertemente de mi trasero, metiendo sus manos suaves dentro de mi calzoncillo sin quitarlo. Me presionaba contra él haciendo que nuestras humedades llegaran a mezclarse, fundiéndose como yo ante ese encanto que tenía a disposición de mí. No es que los pezones de Jae me hayan aburrido, pero los deje por algo mucho más apetecible; su miembro.

Deslice mi lengua a través de todo su abdomen bajando rápidamente a sus húmedos calzoncillos, sacándolos y llevándome por completo su erección a mi boca. La succionaba rápidamente sin dejar ningún espacio por ser lamido. Jae gemía aun más fuerte que antes, volviendo a sentir esos sonidos que hacía con su boca como si nunca los hubiese olvidado y la carpa se llenaba de aquellos sonidos como música que deleitaba mis oídos.  Mis dedos jugaban con el poco y nada de vello púbico que tiene, excitándome, comenzando a tomar mi propia erección para masturbarme con una mano y con la otra complacerlo. Mi pene estaba muy húmedo y mi mano se deslizaba con gran facilidad alrededor de él, mientras que el suyo, yo lo apretaba desde su tronco y lamia su glande que no paraba de botar aquella sustancia que me encanta. Jaejoong comenzó a mover sus caderas a la vez que su miembro se introducía sin mi ayuda en mi boca.

Mi erección pulsaba mucho, sabía que si seguía tocándome me iría luego, dejando ese juego, mis dedos se fueron directamente a su entrada. Le pregunte a Jae en un momento de pasión máxima si mis dedos podrían entrar en su apretada cavidad, el se levanto y tomo mi rostro con su manos y dándome un cálido beso me respondió - “soy todo tuyo”- y volvió a recostarse en el suelo esperando mi intromisión. Moje mi dedo índice con saliva y de apoco fui entrando en él, sin dejar de practicarle sexo oral; Jae amaba esto, y era una de las tantas cosas que recordaba de él, por lo que lo hice pensando en solo complacerlo. Mis dedos avanzaron haciéndose camino dentro de él, mientras con mi lengua rozaba sus testículos. Me costaba respirar en aquella pose, pero eso me excitaba aun más. A poco rato mi dedo ya entraba y salía rápidamente dentro de su cavidad y de apoco fui entrando un segundo. Al entrar completamente los dos Jae agarro mi cabeza aun más fuerte llevándosela a su miembro y comencé a mover mis dedos dentro de él, como también a succionar su erección lo más rápido posible. Apretaba mis labios contra su pene, sentía como pulsaba dentro de mi boca, así que comencé a mastúrbalo, mientras el gemía muy fuerte. Yo nunca lo había escuchado así. Se sentía libre de gritar y gemía cuan fuerte quisiera, pues nadie se encontraría cerca de nuestro encuentro sexual. De repente, alzo su cadera con mi boca dentro de él y su néctar comenzó a fluir desde su miembro. Lamí todo lo que pude mientras lo otro escurría por mi mentón. Se removía en el suelo tras cada lamida, reviviendo ante mis ojos esa mirada lujuriosa y sus expresiones de placer. 

Me limpie a la vez en que él se recuperaba del éxtasis, entregándome su entrada que yo ya tenía dilatada. Me levante dejando mi miembro expuesto para él. Se levanto del suelo y de rodillas comenzó a lamerme. Jaejoong siempre me hacia sexo oral delicadamente pero con mucha pasión. Tenerlo en esa pose, solos en el medio de la nada, subiendo y bajando con su lengua, era todo un sueño. Me gusta tenerlo así desde abajo mirando cualquier expresión que yo haga a la vez que sus manos acarician mis testículos. Le pregunte si ya estaba listo, se levanto y me respondió con un apasionado beso que sí. El mismo arreglo nuestra carpa, puso almohadas en mis rodillas y en su cuerpo. Se puso delicadamente en cuatro dejándome su entrada a mi disposición. Metí mis dedos nuevamente en aquellas paredes internas que seguían como la había dejado hace un rato. Tome mi pene y comencé a introducirlo lentamente por su estrecha cavidad. Al entrar por completo comencé a moverme muy rápido. Hace mucho tiempo moría por estar de dentro de él, hacer que el gimiera solo para mí, con mi gran miembro dentro él. Tome sus caderas y las balanceaba muy fuerte hacia mi pelvis. No costó mucho para que ambos comenzáramos a sudar, a dejarnos llevar por esas sensaciones que recorrían nuestros cuerpos unidos y se perdían en cada vaivén que me enloquecía hasta los sentidos. El sudor de mi cuerpo caía en su espalda. Jae comenzó a masturbarse y respirara agitado, así como yo apretaba su blancos glúteos los cuales no paraban ningún segundo de moverse contra mí. 

Decidimos cambiarnos de pose. Yo me recosté en el suelo de nuestra improvisada cama y  él se sentó frente de mí bruscamente sobre mi miembro. El no saltaba muy alto, pero si lo hacía muy rápido. Los gemidos de ambos iban y venían. El se retorcía de placer y estiraba su cuerpo hacia atrás, a la vez que yo observaba sus expresiones y me dejaba llevar por estar dentro de él. El trasero de Jae siempre ha sido bien estrecho, produciéndome placenteros orgasmos, pero esta vez no sé si fue su estrechez, la necesidad de estar juntos nuevamente o que yo estuviese muy caliente, pero sentía que me podía correr de inmediato.

Puede que sea la emoción del momento pero necesitaba con todo mi ser y mi cuerpo tenerlo solo para mí. Pareciera que Jaejoong supiera cada cosa que siento con los movimientos que el solo saber hacer o quizás sabe el lenguaje de mis expresiones faciales, que su trasero revotaba tan exquisitamente en mi pelvis, que ya no me pude aguantar más. Apreté sus piernas muy fuertes y deje salir el más alto de mis gemidos. Me había corrido en el.

Al levantarse su entrada y mi miembro estaban cubiertos de mi néctar. Lo limpie tiernamente, pero él no hablaba nada; ante eso yo tampoco dije palabra alguna, sino que termine de limpiar su armonioso cuerpo. Él se tapó con las frazadas y se voltio dándome la espalda. Yo me quede allí solo unos minutos con ganas de decir algo, pero no tuve el valor. Salí fuera de la carpa y me vestí. Me senté frente al poco fuego que quedaba, perdido en esas pequeñas llamas, reviviendo cada minuto con él pensando en que hacer o decir, aunque no tenía palabras. Podía hablarle sobre cuanto lo he extrañado y cuanto le sigo amando, pero no sería suficiente. Sin embargo, al entrar nuevamente lo vi dormir profundamente.

…………………………

POV's Jaejoong:

Te fuiste y no dijiste nada. Si yo pudiera decir algo, lo haría, pero ¿Que obtendría confesándote lo que siento en este momento? Te extrañaba Yunho, no sabes cuánto. Necesitaba más que nunca estar contigo, independientemente de lo que pienses en este momento porque presumo que solo se trato de sexo para ti ¿No? Para mí fue volver a tus brazos y asegurarme de lo estúpido que soy al seguir enamorado como un adolescente de ti. Espere por ti durante mucho y al parecer lo sigo haciendo.

…………………………

Al día siguiente ordenaron el lugar y se dispusieron a trabajar concentrándose sólo en la prueba que debían realizar, sin comentar lo sucedido la noche anterior. Ambos pensaban en lo mismo, en guardar ese encuentro y dejarlo ahí, al lado de los sentimientos que mantenían el uno por el otro, pero que creían no ser correspondido por nada en el mundo.

Llegada la tarde caminaron de vuelta al batallón. Yunho caminaba adelante cargando la mayoría de las cosas, ensimismado en comentar aunque fuese algo antes en que hubiese menos instancias en que ellos estuvieran solos, pero no lo hizo. Al llegar, Jae con su pie en perfecta condiciones, se despidió con una inclinación y fue directo hacia donde estaba Junsu para ver a Bambi, pero para su sorpresa Junsu lo había perdido. Junsu entre lágrimas le contaba lo ocurrido; él había ido al baño, lo dejo afuera de este y al volver Bambi no se encontraba por ningún lado. Jae se sintió muy triste, incluso unas lágrimas dejo caer por la pérdida de su pequeño amigo, en aquel poco tiempo que estuvo con él le había tomado mucho cariño.

Durante la noche, Jae angustiado por la noticia espero hasta de los últimos en entrar a la habitación, para no toparse con Yunho, mirando a la luna y hablando tonterías con Junsu. No obstante, Yunho no estaba en la habitación ni tampoco en su cama. Se recostó y se dispuso a dormir, lo complicado fue hacerlo ante la preocupación de no saber donde estaba y ante esa serie de imágenes que llegaban a su cabeza recuerdo de la noche pasada. No lo sintió llegar en todo el rato que estuvo despierto y tampoco le vio durante la mañana.

………………………

EL último día del ejército llego para los tres DBSK. Junsu estaba contento por su salida y listo para disfrutar con su nuevo novio.

Jaejoong y Yunho no se dirigían la palabra desde aquel encuentro en el bosque, específicamente en la carpa. Ambos tenían miedo y vergüenza hacia el otro, por lo que  se remitían solo a saludarse cuando era necesario.

Aquel día finalizaba una etapa más para estos dioses, escuchándose en las afueras del regimiento la efusividad y los cantos de sus tantas admiradoras que los esperaban con carteles y regalos.

La salida de estos amigos, significaba el regreso de ellos a la vida normal y a sus respectivas carreras. Sus familias también se encontraban en las afueras, esperando por sus hijos y hermanos que lucharon, y dieron lo mejor de cada uno durante dos años.  Viviendo nuevas aventuras, cambios y sucesos dentro de ese lugar, pero con un sin número de problemas por resolver afuera.

Continuará...