I´m sorry, but I love you...

I'm sorry, but i love you...

Por: Stephanie

Pareja: YooSu, mención del YunJae.

Género: Romance

Extensión: One–Shot

Resumen: Las vueltas de la vida y las circunstancias nos hacen conocer aquello que callamos profundamente, aunque muchas veces se transforma en algo difícil de negar.

Uno de los sucesos de mayor relevancia que ocurrió durante el tiempo que éramos TVXQ, fue aceptar la relación amorosa por parte de dos de mis grandes amigos, convenciéndome de que el amor puede llegar en cualquier minuto y a cualquier persona, sin importar sexo ni edad.

Creo que dentro de nuestro ser todos sabíamos lo que sucedía entre ellos, pero era difícil aceptar esa nueva situación, no tanto para nosotros que queríamos verlos felices, si no por ellos mismos en la explicación del porque se enamoraron y como todo eso se escapo de sus manos. Inicialmente no entendía porque negaban el hecho de quererse y esta juntos, pero pude comprender sus pensamientos y aquellos llantos de ambos cuando me enamore perdidamente.

Al principio no me molestaba que nuestras propias fans inventaran sus historias sobre nosotros, creo que nunca me detuve a pensar en ello, y solo escuchaba cuando Yunho me leía aquellas que trataban de él y su pareja.

Es difícil creo, encontrar el momento en que me enamore o comencé a mirar a Junsu de otra forma, al parecer siempre tuve sentimientos por él. Solo sé que un día las cosas cambiaron para todos nosotros…

…………………

- ¡Yoochun!…  ¿Donde estas?, grito Junsu, bajando las escaleras de la casa en busca del pelinegro.

- No lo sé, al parecer está en la sala de ensayo - dijo Jaejoong - pero ¿Qué sucedió?-

- ¡Ese idiota!, ¿quien se cree?, ¡Yoochun! ¿Dónde estás? - seguía gritando Junsu, quien echaba más humo por su cara color rosa, mientras se dirigía a la sala de ensayo que tenían en casa.

Yoochun se encontraba tumbado boca arriba escuchando música y no escucho cuando Junsu entro en la sala.

-  ¡Yoochun! – le grito Junsu quitándole  los audífonos de la cabeza.

- ¿Qué te pasa Junsu?, - contesto viendo como detrás del pelirrojo venían los chicos a ver que tenía que decirle.

- ¿Quién te crees?, - le miraba furioso Junsu – está bien que me moleste todos los días y ustedes igual - comento señalando a sus amigos -  pero ya estoy arto de sus estupideces. -

- Junsu, ¿estás loco? ¿De qué hablas? - decía Yoochun sin comprender a que se refería.

- Vi la entrevista donde hablabas de mi con Jaejoong – decía Junsu, - pero te burlabas de mi. Dices que no se relacionarme con las chicas, que dudabas de mi… ¿dime que querías decir con eso?, ¡explícame Yoochun! -  Junsu cada vez se ponía más furioso y su cara se pintaba de rojo por todo el cólera que sentía.

- Eh Junsu, stop. Solo dije eso en broma - asumió Yoochun volviéndose a sentar sin darle importancia a lo que sucedía.

- ¡No Yoochun!...  Siempre es lo mismo, ¿Yo hablo de tu vida privada?, dime… ¿lo hago?,- Junsu lo miraba detenidamente con rabia y rencor. – ¡eh! ¡Te estoy hablando! ¡Yoochun!- El aludido hacia caso omiso de lo que él pelirrojo le decía y soltando una risa irónica se prestaba a ponerse los audífonos cuando Junsu le dijo – ¿Me has escuchado alguna vez decirle al mundo que por tu cama ha pasado toda Corea?- le grito Junsu.

Los demás observaban la escena sin entender a ninguno de los dos, pero ya el tono de aquella pelea era muy peligroso, y era obvio que Yoochun esta vez no se quedaría callado. Se levanto del suelo con el objetivo de darle un golpe en la cara a Junsu. Sin embargo, su mano fue detenida por Jaejoong, mientras que Yunho lo detenía con sus brazos para que este no le hiciera daño al pelirrojo.

- ¡dale las gracias a Yunho porque si no te pegaría en este mismo momento! - gritaba Yoochun quien ya se había enojado desafiando a toda costa a Junsu y tratando de zafarse de Yunho. Jaejoong por su parte le soltó la mano y ponía distancia entre ambos, y Max tomaba a Junsu de los brazos con la finalidad de que este tampoco cometiera una locura.

- Yunho, ¡suéltalo! - grito Junsu, -  ¡Yoochun pégame o…! ¿dime que es mentira lo de las chicas? … No sé quién te crees para hablar de mí, ¿de qué dudas?, ¿por qué dijiste eso? Acaso.., ¿no entiendes que justo ahora estoy recibiendo el fruto de este trabajo y tu solo lo opacas? ¡Por primera vez tengo un chica en que pensar y tú dices que dudas de mi! ¿Qué quisiste decir?, ¡habla…! -

- ¡Hey!, chicos dejen de pelear - agregó Jaejoong, mientras Yunho trataba de también calmar los ánimos.

.  ¿Sabes de que dudo? … ¡Dudo si eres capaz de amar a una mujer como se debe!, nunca te has acostado con una… por eso lo dudo, ¡nunca has tenido a alguien! ¡por eso lo dudo! - grito Yoochun rojo de la rabia, tratando de salir de los malditos brazos de Yunho quien a la vez ya no podía con todo la fuerza que Park tenía.

- ¡Y que si no me he acostado con una mujer o con quien sea!, ¡¿crees que para mí son un juego como tú lo haces?!, ¡Crees que tendría cara de andar por ahí como tú, que dejaste a la chica que te amaba! ….porque no fuiste… ¡no fuiste Yoochun capaz de valorarla! – gritaba Junsu que pataleaba y alegaba en los brazos de Max.

- ¡Cállate!, tú…. Tú no sabes nada, ¡no te metas en lo que no sabes!, -  gritaba Yoochun.

-Sabes…Yo te apreciaba, pensé que eras diferente Yoochun y ¿Que has hecho? ¡Te transformarte en un hombre amargado, borracho y mujeriego! – la cara de Junsu era de furia y pena - Disculpa pero… ¿te has preguntado qué pasaría si tus fans supieran que todas esas sonrisitas que les das son falsas y que te quedas horas encerrado aquí o emborrachándote en cualquier lado?, seguía diciendo Junsu.

- Junsu, ¡cállate! - decía Yoochun.

- No Yoochun, no me quiero callar, ¿qué me vas a hacer? ¿me vas a golpear? ¡hazlo! ¡hazlo de una buena vez!, ¡¿crees que te tengo miedo?! - Soltándose de Max miro de pie a cabeza al pelinegro diciéndole - ¡tú… tú  me das pena Yoochun! – mirándole fijamente para después retirarse de la sala.

Los demás no sabían qué hacer. Yunho soltó a Yoochun quien solo miraba la suelo con un puño cerrado, cayendo al instante. Jaejoong por su parte corrió detrás de Junsu diciéndole que se calmara que hablara con él y que las cosas podían mejorar, pero el pelirrojo no hizo caso, tomo las llaves de su auto y salió.

Yoochun se fue a su pieza. Entro en ella tiro las cosas con mucha rabia y cayó en su cama. Odiaba todo lo que había escuchado. Se juraba que si veía a Junsu lo golpearía por cada palabra que le dijo. Se recostó mirando hacia el techo como en buscaba de alguna explicación, no consiguió nada más que lágrimas y la oscuridad que lo acompañaban en esa habitación. Sabía lo que ocurría pero le dolía asumirlo.

Las cosas se habían puesto difíciles.

Esa misma noche Junsu no llego a la casa. Yoochun solo lo esperaba para hablar con él y tratar de solucionar las cosas. Sin embargo, los días pasaron y Junsu no volvía, por lo que Yoochun se enfurecía cada vez más.

Por otra parte, las vacaciones terminaron para Yunho y Max quienes debieron empacar y salir de Corea. Yoochun pudo observar por la ventana como Yunho abrazaba a Jaejoong mientras este lloraba en sus brazos, ya que también era uno de los afectados porque sus dos amigos de trabajo estaban peleados y además porque su amado se iba de gira lo que los mantendría separado por varias semanas.

…………………………………

Durante la semana Yoochun solo se encontraba con Junsu en los ensayos y entrevistas. La prensa había publicado que Junsu había terminado la relación con aquella bailarina con la cual había comenzado a salir, tras los rumores y comentarios dichos por Yoochun. En una entrevista le fue preguntado al pelinegro sobre sus dichos con respecto a Junsu; tomando la palabra el pelirrojo respondió aludiendo que esa no fue la razón, sino que se trataba del tiempo y la distancia lo que impedía que se vieran constantemente o pudiesen mantener una relación como tal.

Los días siguieron pasando y Junsu por fin volvió a la casa. No obstante, Jaejoong era el más complicado de todos porque no podía compartir con los tres, así que prefería estar en su pieza o hablando por teléfono con alguno de sus amigos o Yunho.

La hora de las comidas eran las más difíciles ya que nadie hablaba y terminaban lo antes posibles, o simplemente no comían. Uno de esos días Jaejoong comenzó a bromear a ver si los chicos podían animarse y dejar de lados las rencillas, pero fue en vano por lo que él se enojo con los dos.

Sin duda esto no tenía mucho sentido y los días pasaban más incómodos que nunca. Yoochun las veces que llegaba lo hacía borracho o llamaba a Jaejoong para que lo fuese a buscar, mientras que Junsu sólo lo miraba y se encerraba en su pieza.

…………………………………

Yoochun se encontraba grabando su nuevo drama cuando Jae le llamo para darle a conocer la gran decisión que Junsu había tomado.

-  Jaejoong, ¿qué sucede? -

-  Lo que te tengo que contar es grave -

- Te escucho, pero dime ¿qué pasa? -

-.Es Junsu - dijo Jaejoong a Yoochun - Hable con él y dijo que dejara el grupo -

- ¿Qué?, ¿está loco?, ¿Cuando?, ¿Cómo? – decía Yoochun sin entender muy bien lo que pasaba.

-  No lo sé, estoy arto Yoochun, no quiero que se vaya, pero ¿qué más puedo hacer yo?, esta decido. Jaejoong se escuchaba muy triste y para Yoochun no era algo de extrañarse, aunque en estos minutos odiaba pensar que Junsu fuese tan egoísta y tomase esa decisión sin tener el mínimo de consideración de decirle a él.

-  ¿Dónde está? -

- ¿Quién? -

- Junsu, ¡¿dónde está?! – grito Micky.

- En la casa creo no tenía que hacer nada hoy. La agencia le dijo que se tomara el día y que pensara mejor las cosas. Yo ...

- Lo siento Jae, te dejo debo hablar con él -

Yoochun salió del set dejando a su representante que inventara cualquier cosa pero que él se retiraría. Tomo el auto y se fue a la casa. La lluvia impedía que manejase con más velocidad pero debía llegar. Llego a la casa y llamo a Junsu, quien no aparecía por ninguna parte aunque su auto se encontraba en la casa. Subió a la pieza y allí estaba viendo unas fotos y escuchando música.

- ¡Aquí estas! - dijo Yoochun aunque no recibió respuesta alguna de Junsu quien trataba de no prestarle atención. - ¡Junsu! ¡escúchame! ¿cómo es eso de que te quieres ir? –

-  Sabes Yoochun yo no quiero hablar contigo, creo que no va al caso… - Junsu no quería seguir en esa habitación por lo que comenzó a ordenar sus cosas con la disposición de marcharse lo antes posible.

- ¡Escúchame! – Junsu hacia como que no lo escuchaba y seguía en los suyo cuando sintió que Yoochun lo tomaba y golpeaba contra la pared - me vas a escuchar, ¡entendiste! -

- No quiero Yoochun. ¿Qué pasa si no quiero escucharte y saber de ti? – dijo Junsu mirándose los dos a los ojos fijamente.

- ¡Eres un infantil Junsu!, ¡escucha lo que te diré!...tú no te puedes ir. Juntos los tres luchamos todos estos años para poder formar un grupo nuevamente y tener el apoyo de nuestros fans para tirarlo de un día para otro porque tú te enojaste conmigo.-

- ¡Crees que no lo sé! - grito Junsu - pero que quieres que haga, esto ya no funciona. No quiero estar aquí, yo no quiero estar contigo. -

Esas palabras dolían y se clavaban en los más profundo de Yoochun quien no sabía que decir. Aquellas palabras eran consecuencias de su actuar ante una entrevista, hace unas semanas y ante todo eso que escondía y simulaba con las bromas, las risas y los comentarios con respecto a ese joven que solo le miraba dolido.

Cuesta muchas veces comprender la magnitud de los sentimientos que nos envuelven y queremos disfrazar, porque nos segamos a negarlos y a esconderlos. Yoochun se sentía de esa forma, asustado y aguantando todo para así con la ganas de explotar y estallar ante sus propias pensamientos. ¿Pero que es mejor? Estar a un paso de perder todo, aun sólo paso de perder a su mejor amigo, o simplemente a perder el amor que sentía por ese joven por no tener el valor de aclara sus propios sentimientos y gritarlos al viento si fuese necesario…

- Es mejor que me vaya… - fueron las palabras de Junsu tratando de no mirar a Yoochun y zafarse de él.

- Junsu… - comenzó a decir Yoochun – tu, no entiendes nada.- No sabe en que minuto pero su mirada se encontraba fija en el suelo, mientras que por su larga cabellera todavía caían pequeñas gotas de la lluvia que tuvo que soportar de camino y le empapo con solo salir del auto. Sin embargo, lo que menos le importaba era eso, ya que seguía sumergido en sus propios debates mentales, en lo que sentía por Junsu y en la profundidad de todas esas emociones. 

- ¿Que debería entender? – dijo de repente el pelirrojo - ¿qué sobro en todo esto?, pues si es eso no te preocupes ya lo sé –

- ¡Junsu!, escucha esta es la única vez que lo diré. No te puedes ir, sabes que te necesitamos -

- Yoochun de verdad… entiende… me dolió lo que dijiste -  Junsu miraba hacia cualquier parte, pero no quería fijarse por nada del mundo en Yoochun quien solo miraba al suelo tapando su cara con esa abundante cabellera oscura. – Ustedes estarán bien sin mí, ya somos grandes, independientes y capaces de hacer solos nuestro futuro…-

-  Junsu ah…. yo lo siento, pero entiende, no te puedes ir –

-   Yoochun se que ustedes estarán bien, ahora sólo quiero salir de aquí –

Yoochun todavía le tenía aferrado a la pared con sus brazos a cada lado, impidiendo a toda costa que se moviera o se alejara de él. No podía, no quería que se fuera y mucho menos que le dejar solo. Junsu trataba de zafarse de esos brazos que pegados a la pared no se movían ante su constante intento de salir.

-  ¡Déjame salir! ¡por favor! -

-  No lo hare, no quiero -  respondía Yoochun tratando de mantener la calma.

- ¡Déjame! Yoochun, enserio déjame. Yo no les hago falta y de verdad podrán hacerlo sin mí -- ¡Junsu! - grito Yoochun alzo la mano y golpeando la pared.

Junsu sintió temor ante ese golpe seco en la pared. Su corazón latía rápidamente sin comprender si era por causa de ese miedo o la rabia de que su amigo no le dejara continuar con su decisión que ya estaba más que pensada. A pesar de ello, se sorprendió al ver a su amigo con lágrimas en esos ojos rasgados y oscuros, que tratan de ocultarse en esas finas mechas que caían sobre él.

Era obvio que debía estar afectado por el cariño que ambos se tenían pensaba Junsu, debido a que durante tantos años habían compartido al trabajar en un grupo de música, como también en la simplicidad de ser los grandes y mejores amigos que se apoyaban tanto en las buenas como en las malas. Mas ese repentino golpe, no justifica el accionar de Yoochun y claramente no quería seguir viéndole de esa forma y aumentar una adiós a esa amistad. Tras dar un paso para salir de ahí, sintió que Yoochun comenzaba a hablar. Su mano seguía recargada en la pared haciendo presión en su cuerpo y la otra por lo bajo empuñada como si le fuese a golpear o algo por el estilo. 

- ¿Sabes por qué no quiero que te vayas?,… ¿sabes por qué me siento tan mal en este minuto?… - y Junsu pudo ver cómo tras esas preguntas que él no podía responder, una lágrima recorría el pálido rostro de su amigo. Quiso detenerla y limpiarla con su mano, cuando fue Yoochun el que sostuvo en el aire su mano por su muñeca.

- No quiero seguir llorando Junsu y menos por ti, porque ya estoy cansado…– dijo poniendo la mano que sostenía del pelirrojo en su corazón. - Estoy harto de tener que fingir algo que no soy, de comportarme como todo un hombre y no poder decir lo que … – aquellas palabras de Yoochun hicieron que Junsu cuestionara aun más lo que estaba sucediendo. - ¿Sabes por qué me he convertido en un borracho y en un amargado? Acaso… ¿sabes por qué cada mujer que entra a esta casa sale a los 5 minutos corriendo de mi cuarto? ¿Sabes por qué me encierro en esa maldita sala todas las tardes y salgo de noche?, ¿lo sabes? -

Junsu no sabía que decir. Creía que Micky trataba de alejarse de los problemas o para estar solo como lo hacía ya hace mucho. Sobre todo después de terminar con su novia.

-  ¡Junsu!, ¡responde! ¿lo sabes? - grito Yoochun.

-  Yoo… -

- No cierto…, acaso… ¿has pensado alguna vez porque lo hago? – Y el pelinegro seguía mirando fijamente a Junsu dejando que las lágrimas cubrieran su rostro.

-      Chunnie…yo… no… - no era capaz de hilar alguna frase que explicara y respondiera a ese sin número de preguntas.

     - Porque… no soy capaz de verte… y mirarte todos los días. No soy capaz de estar a tu lado sin querer abrazarte… porque no puedo estar con una mujer, si cada maldito segundo estas en mi mente Junsu… ¿lo entiende ahora? –

Junsu lo entendió. Entendió lo que ese tipo de declaración significa. No obstante, no lo creía, ni tampoco comprendía porque dentro de toda esa confesión sentía que su corazón se aceleraba y sus mejillas se teñían de rojo poco a poco. Temía a esos ojos que le miraban como buscando una respuesta, pero también se perdía en la seguridad, en la angustia y en la soledad que lograban transmitir.

- Junsu ah… creo que esto lo siento desde hace mucho. A veces pienso que siempre lo he llevado conmigo para no lastimarte. Créeme es difícil sentir esto…, saber que no puedo tenerte en mis brazos… -

-  Chunn…. -  y se quebró en el instante en que las lágrimas comenzaron a caer por su rostro.

-      ¿Sabes? Me costó reconocer lo que siento por ti…, que me enamoré de ti…, y que se que eres un hombre, y no hay día que no piense en ello. Me gritaste de que nunca valore a mi ex novia, pero ella fue la que me dejo porque se dio cuenta de mis sentimientos hacia ti. Sin embargo, lo que más me duele de todo esto…es que tu no sientas lo mismo por mí. Duele Junsu ah… Sé que me odiaras tanto por lo que dicho, por amarte durante todo este tiempo y mucho más por lo que voy a hacer.  Porque no aguanto Junsu, no controlo la idea no tener junto a mí y aunque sea la última vez que me mires, y me hables lo hare. Puedes creer que he soñado con ello muchas veces, he querido hacerlo pero me contuve por respeto a ti… Si esta ha de ser una despedida… quiero decirte que siempre estarás aquí… - y entrelazando fuertemente esa mano que yacía en su corazón, Yoochun tomo el valor y acerco su rostro hacia el pelirrojo.

Junsu solo miraba aquellos ojos negros y creía perderse en ellos. Sentía la respiración de ambos y como se acortaba cada vez más la distancia de sus rostros.

Yoochun roso con mucha timidez sus labios con los de Junsu como si no quisiese hacerle daño, ya que siempre los vio frágiles y hermoso, por lo que no quería quitarle esa majestuosidad con la que resaltaban en esa boca y porque por nada quería que su amigo se asustara de ese leve contacto que el moría por iniciar hace mucho tiempo. Los nervios recorrían cada poro de su piel, sus sentidos parecían dejar de funcionar y quería quedarse con el mejor recuerdo de que una, aunque fuese solo una vez, esos labios y Junsu fueron suyos.

Junsu por su parte sentía la calidez y la dulzura de esos gruesos labios. Sentía los nervios de Yoochun y los de él en tan repentina entrega descubriendo que ese leve roce no le desagradaba. Sería mentir y negarse a la posibilidad de que muchas veces observo a su amigo de una manera distinta mas espantando en minutos toda idea errónea de su mente. Tampoco se creyó con la capacidad alguna vez en su vida de probar eso labios y esa boca que se fundía con él en un beso necesitado, con la intensidad, el cariño y lo que fuese que su amigo le quisiera demostrar en ese juego temeroso e inocente que fue ganando la seguridad y la fuerza de un beso de verdad.

Yoochun tomo la mejillas del pelirrojo para que aquella sensación, aquel beso y ese juego entre sus labios no terminase nunca y pudiese sentir por siempre el calor y la respiración de Junsu tan cerca. No quería separarse y menos que Junsu le golpeara y le rechazara, pero sabía que sería así.

Y el beso se detuvo porque el aire faltaba, no porque quisieran y Junsu pudo sentir que Yoochun apoyaba su frente con la de él y todavía sujetaba sus mejillas. No quería abrir los ojos y no quería que aquello terminara  pues creía ser el protagonista del sueño más perfecto y deseado que se puede tener. Sentía que su mundo tenía la claridad ante esas emociones que recorrían su cuerpo y fue ese solo beso el que le hizo despertar del letargo que dormían sus propios sentimientos, revelando que si correspondía a ese amor que profesaba Yoochun por él, escuchando como las últimas palabras de éste componían en un “Te amo”…

Solo abrió los ojos en el minuto que sintió la puerta de la casa cerrarse y cayó en cuenta en todo lo sucedido. Las lágrimas comenzaron a caer y muchos momentos llegaron a su mente siendo principalmente el de esa entrevista que le afecto a él y a su relación, pero que de cierta forma era los estúpidos celos que Yoochun tenía y los había querido disimular tras una nueva broma. Como un flashback constante de toda su vida, las imágenes de ellos en todas las veces que estuvieron juntos, las veces que salieron, rieron, lloraron y fueron los mejores amigos del mundo, viajaban por su mente.  Él sabía que Park lo quería de manera sincera y que se apoyaban mutuamente en todo, comprendiendo que la persona que había estado a su lado en todo este tiempo había sido solamente Yoochun.

Tomando en cuenta esos pensamientos, bajo las escaleras lo más rápido posible y corrió en busca de Yoochun quien ante sus mirada se esfumo después del beso. Salió de la casa, llamándolo y gritando su nombre, claramente sin obtener respuesta entendiendo también que el pelinegro no podía estar lejos ya que el auto todavía estaba estacionado en las afueras. Pensó que a lo mejor decidió caminar y no le importaba que caminase por esas frías calles del barrio, sino que la lluvia ya le tenía completamente empapado y él seguía en el medio llorando como un jovencito y buscándolo.

Junsu corrió en dirección desconocida asustado de no encontrarlo y de esa lluvia con relámpagos que le hacían pensar lo peor. Pero continuaba buscando, cuando le vio en medio de la calle a metros de él. Si bien era de noche, el reflejo de ese pequeño farol que destellaba su poca luz unos minutos y después de apaga le mostro ese delgado cuerpo bajo la lluvia. Corrió lo más rápido que pudo y lo abrazo como si el mundo de solo en ellos.

Yoochun se sorprendido  al sentir ese brazo. Más fue su emoción al reconocer esas mechas rojizas y mojadas aferradas a él. Se separo solo un poco y le miro regalando una sonrisa. 

-  Junsu… tu…-

- Yoochun…-

- Junsu… yo… yo… te amo.-

- Yo… yo también te amo.-

Y nuevamente se besaron…

Y ese minuto era solo de ellos bajo la lluvia y ese farol en mal estado que dejaba ver sus rostros en algunos instantes con la tenue luz u otras les dejaba en plena oscuridad.

Ambos no entendían esa necesidad de negarse a lo que se respira, a lo que siente y a lo que se ama. Puede que sea el mero hecho de ser dos hombres y quebrarse en pensamiento en todo lo que puede significar. O pudo ser el temor de no ser correspondido, haciendo lo más cómodo de esconder y callar. No obstante, los te amo y las caricias, un abrazo o un beso hoy tenían lugar para ser expresados porque se correspondían y estarán juntos sin importar lo que suceda de ahora en adelante.

Eran solo ellos dos cuando la noche, la oscuridad y la lluvia fueron los primeros testigos del comienzo de una nueva historia.

FIN...