miércoles, 11 de septiembre de 2013

Capítulo IV: Heartquake


Actualización de la cuarta parte de nuestro fic... 
Saludos y no olviden comentar...


Capítulo IV: Heartquake...

Park Yoochun debía haber estado allí en las afueras del regimiento entre todas esas jovencitas, esperando por sus amigos pero ni la nariz se le vio. Fue comentado aquel suceso entre la fanaticada que también esperaba verlo y presenciar la reunión de JYJ en gloria y majestad. Lo que no sabía la prensa, las fanáticas, menos Junsu y Jaejoong que el pelinegro estaba refugiado en un lugar mucho mejor, en compañía de su mejor amigo, el alcohol, y en espera de saber de ellos.

Otra celebridad esperada fue Changmin, quien si se dejo ver, saludando a sus admiradoras y recibiendo un caluroso abrazo que le dio Yunho al verlo entre sus familiares.

………………………..

Al llegar Jae a su departamento cansado de festejar su salida con sus seres queridos, obtuvo una de las mayores sorpresas. El señor Park Yoochun estaba allí con una botella de champaña en su mano y en la otra un cigarro. Al verle se levanto de su asiento abriendo los brazos con la disposición de darle un caluroso abrazo.

- ¡Hyung! ¿Como estas?, te extrañe, ¿Lo sabías? - Jae abrazo a su amigo afectuosamente.

- Bien, puedo decir que con mucho trabajo. Cuéntame, ¿Tu cómo estás?, ¿Cómo fueron las cosas con Yunho allá dentro? – decía Yoochun mientras busca en la cocina unos vasos.

- Yo respondo solo por mí. He estado bien y estoy feliz de volver a verte – desviando la mirada, esquivándola ante cualquier otro tipo de pregunta que le hiciera Park, quien se detenía a abrir el champagne dejando el cigarro a un lado.

- Bueno… te creeré – decía sirviendo a su amigo un trago para hacer un brindis por esa salida. Se sentó al lado de él, tomando nuevamente el cigarro que se desvanecía en la mesa.

- ¿No que habías dejado de fumar? -

- ¡Tú también vas a empezar! – comento apagando el cigarro – El estrés del nuevo drama me tiene así, he tenido que promocionarlo en varias partes, termine de grabar unos comerciales y de verdad recién vengo a descansar, más sin mencionar el enredo que tengo en mi cabeza.

- ¡Eh! Solo lo decía porque recordé que le prometiste a Junsu no fumar más ¿Lo recuerdas? -

- Gracias por arruinarme con tu comentario. Si lo recuerdo y.., ¿Cómo esta… Junsu?- 

- Por ahí debe andar con maripositas – Jae se retracto de lo dicho y se tapo la boca.

- ¿Por qué lo dices?, ¿Hay algo que deba saber? -

- Nada, lo mismo de siempre. Me refiero que por ahí debe andar como colegiala, saltando y cantando –

- No Jae, ya lo dijiste, ¡Suéltalo! –

- No es nada y punto – Jae comenzó a tocarse la ropa como si buscara algo dentro de ellas, esquivando la mirada de su amigo.

- Dime, ¿Que sucede con Junsu? – gritándole para en el mismo impulso tomarlo de la chaqueta.

- Yo y mi bocota,  ¡Ya tranquilízate! ¡Suéltame y te contare!-     

- Lo siento, dime luego ¿Qué pasó? – paseándose de un lado para otro.

- Junsu tiene novio - mirando al suelo Jae confesó esas palabras evitando ver la reacción en el rostro de su amigo.

- No esperaba eso... - dijo sentándose al lado de Jae suspirando derrotado - ¿Quién es? –

- Es aquel soldado, ¡Park Soo Hee!, si el mismo, ese de cual te burlabas por ser la cheerleader del batallón –

- Ese…. m... estúpido… - comentó - ¡No lo puedo creer! - tomándose la cabeza ante tal aberración - ¿Hace cuanto? - preguntó a su amigo.

- Un poco más de un año luego que te fuiste empezaron a coquetear. Así que no pienses mal – añadió Jae golpeando el hombro de su amigo.

- No lo entiendo, jamás pensé que estaría con alguien…. tan pronto – agregó después de unos minutos -  Junsu siempre hace lo que quiere ¿Te das cuenta? – tomando su vaso sirviendo más licor.

Los vasos iban y venían pues hacía bastante tiempo que los “soulmate” no se encontraban y debían festejar la salida de Jae como ellos dos mejor saben hacerlo, bebiendo. Tras varios tragos Jae no podía beber su vaso sin botar alcohol sobre sus ropas. Yoochun menos apoyaba ya que se encontraba incluso más ebrio quebrando más de un vaso.  

- ¡Yah! hable con... este tipo, ese “trasero grande”, sobre el nuevo disco – balbuceando, olvidando el nombre de su amigo. - Me dijo que lo llamáramos apenas quisiéramos trabajar –

- Bueno, tengo bastante ideas para el nuevo álbum –  tomo un trago derramando más de la mitad. - ¡Hyung!, igual es bastante el tiempo que llevan juntos - desviándose del tema - sacando conclusiones a todo esto, de seguro que ya se acostó con el - caminando de un lado a otro. - dime ¿Te contó?- llenando el vaso nuevamente.

- Solo te diré algo…, el trasero de tu querido Junsu sigue intacto como lo dejaste - soltando fuertes carcajadas que hicieron eco a través de todo el departamento.

- ¿No entiendo?, ¿Como que sigue intacto?... Hyung, por favor, no juegues conmigo mucho menos en el estado que estoy – hipo Yoochun.

- Si, ellos sí tuvieron relaciones pero Junsu estuvo en aquel lugar que dejaste tú – respondió intentando levantar una ceja.

- ¿Qué? Junsu… nooo… Junsu se la… - y con un gesto no muy educado señaló dicha acción que fue recibida por su amigo con una carcajada.

- Sí, ¡exacto! ¡Así mismo! - grita babeando ante el gesto.

- No... No lo puedo creer, ni siquiera yo me atreví a… - bebiendo otro trago - ¡maldito!,  no le importo lo que pudiese sentir yo ¿Cierto? -

- Yoochun, ¿Te sientes arrepentido?-

- ¿De qué hablas? - no entendió el porqué de la pregunta.

- Pues tú fuiste quien rompió su promesa –

- Sí Hyung, me arrepiento. No quería que nuestra relación llegara a todo esto, pero entiéndeme qué pasaría si nos descubren, tú sabes como son. Además Junsu a veces es tan efusivo – comento mirando su vaso.

- Pero ¿Lo amabas así?, ¿No?.....-

- Si y creo que no lo he podido olvidar – confesó Yoochun - Amo el que sea así de efusivo, risueño, infantil y todo lo que es él pero ¿Qué puedo hacer ahora?. Lo ignore y eso es lo que más le duele. También me burlé prácticamente de él frente a los demás. ¿Crees que si hablo con él o trato de hacer algo podamos volver?-

- Primero que todo, ¿Le harás daño nuevamente?, porque si es así, déjalo libre ya, el ahora está feliz con su nuevo novio – Jae se arrepintió de haber dicho lo último, pero el alcohol había soltado su lengua.

- ¿Se ve feliz con ese idiota?…., ¿Es eso verdad? - mientras llenaba el  vaso.

- Lo parece…, me gustaría estar como el de radiante - mirando detenidamente el líquido de su vaso.

¡Oh! No pensé que era tan seria su nueva relación – dijo Yoochun sumiéndose en sus propios pensamientos - Siento que mi actitud a la vez también fue infantil. Me deje llevar por la estupidez o justifico mi actuar para que no le hicieran daño a él. Me arrepiento día tras día de cada palabra que le dije, más de no corresponder sus caricias o el abrazo que deseaba darme cada mañana. – dijo Yoochun observando concentradamente el fondo del vaso que tenía en sus manos. – Hyung ayúdame, a lo mejor todavía no es tarde, ¿Crees que si hablo con él o le diga todo lo que siento, me perdone y vuelva a ser mi querido delfín….? - pregunto a Jae, buscando respuestas en él, pero al observarlo lo encontrando recostado en la mesa durmiendo plácidamente con la boca semi-abierta y sus brazos colgado.

Lo tapo con una manta y se adentro en la cocina buscando algo más para beber, algo que le hiciera tomar el valor de buscar a Junsu o le diera el coraje para dejarlo con la felicidad que tanto irradiaba según su amigo. Y en busca de ese licor o un trago más encontró recuerdos guardados en su mente y corazón. Se recostó en el sillón y trato de divagar en esos recuerdos posibles soluciones, pero se encontró con la ferviente escena de las últimas horas juntos, aquellas últimas palabras que prometieron, y la última vez que Junsu fue solamente suyo.

Flashback

Ambos estaban recostados en esa habitación del departamento de Junsu compartiendo la última de las noches juntos. Yoochun dormía profundamente antes los ojos de un nervioso Junsu que se daba vuelta de un lado a para otro en esa cama. Se sentaba, miraba a la nada y luego se aferraba a los brazos de su novio tratando de conciliar el sueño pero le resultaba algo imposible.

¿Puedes dejar de hacer eso? – sobresaltándose ante las palabras de Yoochun,  Junsu detuvo sus mirada en él dándole un beso en la mejilla.

- Lo siento no sabía que estabas despierto –

- ¿Cómo voy dormir si te siento levantarte, abrazarme o suspirar? – comentó Yoochun mientras lo envolvió con sus brazos apretándole para sí.

Para Junsu el refugio de muchos años fueron esos brazos que a la vez fueron almohada en algunas noches, protección en otras y a la vez el pilar de su propia sobrevivencia. La calidez que esos brazos albergaban para Junsu es irremplazable y cada vez que era atrapado por estos, no tenia reparo en comentar lo bien que se sentía ante el refugio que sólo su novio le podía otorgar. Sin embargo, ese mismo novio se sentía vacio al recordar aquello, al pensar que ya no lo tenía en sus brazos, sino que debía encontrarse en los de otros, refunfuñando a lo mejor por lo apretados de ellos como lo hacía con él, o quedándose profundamente dormido ante la inminente suavidad y protección que puede significar estar cobijado en los brazos de la persona que amas. Ese mismo novio, liberaba su tristeza en esos ojos rasgados que se llenaban de lágrimas y pena, llorando y odiándose por los errores cometidos tal como lo hacía constantemente hace más de un año.

Yoochun, ¿Puedo preguntarte algo? -

- ¿Mhh? – responde a su forma el pelinegro besando esa cabellera todavía con los ojos cerrados - ¿Qué ocurre Junsu ah…? –

- ¿Qué pasará con nosotros dentro de ese regimiento?, ¡imagínate! si no puedo hacer los ejercicios que me dicen, o me castigan por eso y además si a ti te sucede algún ataque mientras realizas actividad física… –

- Junsu, no pienses en eso – generando una sonrisa en su rostro ante la urgente duda y problemática que se maquinaba en la cabecita de su delfín – No nos pasará nada, te lo prometo.

- ¡Chunnie!… prométeme que nos ayudaremos y estaremos juntos en ese lugar, que no dejaras que nada malo suceda a mí y yo prometo velar por ti – comenta eufórico Junsu en el momento que deja a su novio bajo de él y se sienta sobre sus piernas.

- ¡Ok Baby! – atrayéndolo por el cuello hacia el - solo si me das un beso.. – dice Yoochun mientras ríe por ese puchero que se formo en los rosados labios de su novio. - Junsu te prometo que te cuidaré y no solo cuando estemos allí, sino siempre… lo sabes – besando eso labios que sonríen antes esa declaraciones – es más prometo mimarte y protegerte de cualquiera que te mire mal o quiera violarte como yo. –

- Jajaja… Yoochun no seas posesivo – agregó Junsu quien besaba a su novio mientras que el mayor tomo de esa cintura sensual y lo abrazo besándolo apasionadamente.

- Eres mío Junsu y de nadie más…. ¡Te amo Su! – dejándolo debajo de su cuerpo mientras ataca con ímpetu esos labios rojos tras la presión constante que ejerce Park sobre ellos.

Yoochun sonríe bobamente al mentalizar esa escena, pero a la vez sus lágrimas recorrerían su rostro. El prometió cuidarlo, repetía en su inconsciente y se lamentaba al no aferrarse a eso durante el tiempo que pudo, porque para Yoochun cada frase o idea que surgía entre los dos, él se desvivía por llevarla a cabo, fuese la payasada máxima o la simpleza de regalarle dulces a su novio; porque para él no había mejor recompensa en el mundo que el rubor o la risa estridente de ese joven. Refugiándose en el dolor de esa promesa y en esos recuerdos, vio en sus pensamientos a Junsu riéndose feliz de la vida como lo hace siempre, pero principalmente esa mañana, sintiendo a la vez el ardor al relamerse sus labios como si pudiese degustar nuevamente esa boca o lograse contemplar nuevamente ese rubor en esas mejillas y tenerlo bajo el, frágil  y suyo solamente, dispuesto y entregado a hacer lo que él le dijera, dispuesto a amarle como el también. 

Durante esa mañana Junsu había terminado su baño y al entrar a la habitación secando su pelo con una toalla y con otra que le cubría de la cintura para abajo, miro y no encontró a Yoochun, pero antes de llamarlo o cualquier cosa que le dijese donde estaba, siente que la toalla que lo cubría es quitada dejándolo desnudo de un minuto a otro. Y dos manos viajan por su abdomen hasta detenerse en los costados de sus cinturas. A la vez siente los besos que deja Park en su cuello, dejándolo emocionado ante esas sensaciones que llegan a su cuerpo.

Yoochun … eres… un pervertido … -

- No lo soy, solo le hago cariño a lo que es mío … -

- Babo, no comprendes que estoy mojado, debo secarme, te debes bañar y además tenemos que irnos en dos horas debemos estar alistados – y antes de seguir mencionando cualquier cosa desde sus espalda Yoochun le rodeo con sus brazos besando tiernamente su mejilla.

- Su, solo te pido una hora y todo estará bien – comentó seguro de sus propias palabras Yoochun.

Cayendo los dos en la cama la aventura comenzó de un minuto a otro. Junsu mojado empapaba las sabanas y Yoochun concentrado en que solo disponían de una hora para los dos, saco su ropa mientras que Junsu refunfuñaba que no alcanzarían o que nunca terminarían de arreglar los bolsos. Ante eso el pelinegro le ataco besándole varias veces dejándolo sin aliento y palabras, quedando a la disposición para hacerle lo que él quisiera.

Voltéate Su…–

- Así sin más, ¡Chunnie no!…., tu sabes que…. ¡Ohh!... ¡mmhh!

Y por esos caminos recónditos, alejados de la visibilidad de las personas, solo las curvas se muestran y se disponen a opción de Yoochun quien abrió paso en ese camino desde el cuello de su novio, recorriendo esa piel húmeda, delineando esa columna mientras que sus manos acompañan ese viaje que tanto le gusta realizar. Se detiene posicionándose en esas dos grandes montañas que esconden en lo profundo del cuerpo de Junsu su parada más próxima, besándolas y admirando las consecuencias que traen tanto el ejercicio como los pasos de baile para posteriormente con su lengua abrir paso, separándolas como también esas piernas, adentrándose en lo desconocido para todos, pero archiconocido para Yoochun quien recorre ese pasaje de memoria. Le fascina quedarse allí y realizar ese trámite embarazoso para su novio pero atractivo y provocativo para él, que deja trabajar a su lengua, humedeciendo y lubricando esa zona que pronto será embestida, estremeciendo al dueño de esa cavidad.

Por su parte Junsu se sonroja con solo sentirlo e imaginarlo tan concentrado de rodillas, lamiéndole sin pudor esa puerta a su entrada, rozando esos glúteos porque son solo de él y ambos lo saben. Gime gracias a las caricias de esa lengua y sus manos se deslizan por esa cama sujetándose ante la laboriosa labor que Yoochun no deja de ejecutar.

Junsu sin dejar pasar más lo quiere ya dentro de él, sentirlo como siempre, haciéndole vibrar y mientras lo llama entre pucheros y jadeos Park se deleita complaciendo la orden, introduciendo su erección en esa pequeña cavidad. Prácticamente verle ansioso y con ganas es una de las travesuras más grandes para él, verle pedir entre palabras alteradas y candentes la locura de estar juntos dispuesto a amarse como la noche los pille o en este caso la mañana produce su excitación inmediata. Esta será la última vez que lo harán antes de ingresar, por lo que el ímpetu y las ganas son mayores para los dos. El  desenfreno los conecta a los dos pidiendo Junsu quedar marcando con esa intromisión mientras que Yoochun cumple al pie de la letra con esas palabras hundiendo su extensión en lo profundo generando el reproche de su novio pero a la vez una serie de corrientes que recorren su cuerpo como el de él.

Sus cuerpos ya no se encuentran húmedos por el baño de Junsu sino por el sudor de los dos. El aire se hace poco en sus pulmones por lo que buscan llenarlo en cada respiración alterada, en cada gemido roncos y agudos de los dos. Estos cuerpos han encontrado a la vez la posición perfecta dejando a un delfín como pez en el agua bajo las olas de placer que Yoochun le da al apretar esos glúteos con el constante vaivén, rozando con su cintura mientras su extensión yace dentro y la empuja sin parar. Galopa en ese cuerpo delgado y tonificado que le pide cada vez más y cuando los nervios, la excitación y la temperatura sube por todo el cuerpo de Junsu, Yoochun comprende que debe hacerlo feliz, regalándole lo que le pida. El menor agarra su propia erección hinchada ante el bombeo constante de sus propias manos, dispuesta a estallar en pocos minutos cuando Park Yoochun sin previo aviso sale desde esas delicadas paredes internas para voltearlo.

Sabes que para ambos corrernos juntos y… mirándonos es la excitación completa Baby – dice entre jadeos Yoochun.

Y por arte de magia las piernas de Junsu ahora están sobre los hombros de Park, como a la vez este se encuentra de rodillas en la cama introduciendo de nuevo su extensión en esa zona dilata que igual impide sus paso de manera fácil por la estrechez de la misma. Junsu solo le observa extasiado ante las vueltas que pueden guiarlo los ataques de Yoochun y sin más le sigue, dejándose llevar, afirmándose con una de sus manos de las sabanas y con la otra sube y baja de su sexo, como también su novio le ayuda a tan afanosa labor.  

Las sensaciones, el sudor y las palabras llegan entre el deseo y el amor que tanto esperaban. Ambos se pierden en la electricidad que se instala en lo bajo de sus vientres indicándoles que se acerca la saciedad de esa pasión que tanto les embarga. Se aman, repitiéndolo una y otra vez mientras que Junsu suelta junto a Yoochun los gemidos roncos y cansados de esa labor emprendida por los dos. Junsu se revuelca ante el líquido dejado en su interior y sonríe ante la exquisitez que eso le significa. Yoochun besa y besa lentamente ese torso, esos pezones que siguen erguidos y baja a relamerse sus labios con el banquete que le espera en el abdomen de su novio.

Los minutos en que se quedan recostados uno al lado del otro con las respiraciones alteradas todavía ante la liberación de ese orgasmo, los deja consciente de lo mucho que se extrañaran compartir ese lecho.

Espero que podamos hacer algo loco, como hacerlo en el bosque – comentó Junsu

- ¡Ohh! eso sería bueno, me gustaría verte en medio de las hojas y yo como un cazador te cazaría, sacaría de tus pieles y…. mmm… como decirlo …te comería -

- ¡No soy un animal! – reclamo Junsu mientras se disponía a salir de la cama después de unos minutos.

- Tú, ¿crees que esto termino? – tomándole de la cintura para abrazarle fuerte contra él, riendo ante esos ojos que se abrían sin dimensionar lo que sucedería -  viene la ducha de ambos…, el encuentro en la cocina y… ¿qué te parece como último los besos fogosos en la puerta antes de partir? –

- ¿Crees que yo no me canso?…. ¡suéltame! … ¡vámonos! -  gritaba Junsu a la vez que pataleaba tratando de salir de ese agarre.

- Junsu, tu sabes que yo no me canso contigo, además cuántas veces hemos hecho lo mismo y llegamos igual. – besando esas mejillas que no se pintaban rojas de vergüenza sino de rabia. Y sólo para molestarlo más le comenta a su novio -  Aunque me gusta cuando alcanzamos y lo hacemos en el auto, por eso debemos bañarnos ya – mirando el reloj de la habitación –

Y cuando Junsu reclama porque es llevado a la ducha, Yoochun lo encierra para disponer de él con sus locuras.

Fin flashback

Yoochun lloró solo en la casa de su mejor amigo tras recordar a su delfín que hoy se encuentra viviendo otra etapa, otro amor y con otro hombre, dejándolo sumido en la tristeza, en la amargura de no tenerlo con él y sin la esperanza de volver a tenerle en sus brazos.

………………………………

La semana paso y el primer ensayo llegó para JYJ. Jaejoong había escrito varias canciones sobre sus amores y experiencias de vida dentro del regimiento. Yoochun también traía sus ideas y composiciones escritas en sus momentos de soledad y descanso. A su vez Junsu traería sus nuevas letras, pero no llegaba nunca. Los dos primeros llegaron puntualmente a la sala de ensayo. Jae muy entusiasmado le mostraba sus letras y melodías, reían y se molestaban como siempre. Al pasar la media hora se comenzaron a inquietar ya que Junsu aun no se aparecía por el estudio. Lo llamaban a su celular y no había respuesta.

A los diez minutos de la última llamada, la puerta del estudio se abrió y su delgada figura se reflejó en los ojos de Yoochun, quien se preparaba mentalmente para la bienvenida de Junsu, pero se distrajo al verlo entrar acompañado de su nuevo novio. Junsu saludo cordialmente a todos presentando a Soo Hee. Yoochun quien estaba al final del lugar sentado revisando unos papeles siguió en lo suyo sin decir nada.

Junsu por su parte espero algún saludo de su ex, pero era obvio que no le miraría al llegar con Soo Hee al estudio. Trataba de evitar sus caricias y roces para evitar el enojo máximo del pelinegro, limitándose a esquivar a su novio tras sus intentos de besarlo o abrazarlo. Jae y Yoochun por su parte se mostraron muy concentrados, pero Junsu ya no podía más y se distraía fácilmente con las expresiones de amor que dejaba a luz su novio, lanzado besos a través del vidrio del estudio y la efusividad con la que le transmitía de mil formas todo lo que lo amaba.  Las risitas y los sonrojos se fueron intensificando produciendo molestia a los presentes quienes querían aprovechar cada minuto del ensayo.

Junsu se encontraba nuevamente enamorado. Perdido en las miles de cualidades que según el tenia su novio el cual lo mimaba y le daba la protección que el necesitaba. Salían juntos cuando podían, iban a cenar, de compras e incluso se quedaban varias horas en su nuevo nido de amor, aunque últimamente Junsu no respondía de aquella forma lujuriosa que su novio quería. Soo Hee por su parte, hacia lo que Junsu quería, le cocinaba, cuidaba de sus gatos  y jugaba con ellos, siendo la fascinación del menor verle allí tirado en el suelo al igual que sus felinos recostados en la alfombra.

Durante la tarde Junsu y Jae se adentraron en el estudio de grabación a probar como sonaba la nueva canción que Yoochun tenía terminada, quedándose afuera junto al mesón de mezclas y cambios, cuando el nuevo novio de su amigo se sentó a su lado.

Yoochun ¿Cierto?, soy Park Soo Hee – estrecho la mano para saludarle, pero no recibió saludo alguno, sino a un interlocutor que seguía concentrado escuchando la pelea que tenían los otros dos dentro de esa ventana que les separaba.

- ¡Junsu!, ¿Te puedes concentrar en hacer bien tu trabajo? – dijo por el micrófono el pelinegro ganándose una sacada de lengua del delfín.

- ¿Parece que Junsu está bastante flojo? –

- ¿Sí? –

- Por Dios, si supieras que en todo esta flojo – dijo Soo Hee seriamente.

- ¿Cómo en todo? –

- Bueno tu sabes…. – dijo cerrándole un ojo – incluso en “aquello” – riéndose.

Yoochun no dijo nada.  No quería imaginar “ese aquello” por lo que se concentro en revisar unas letras tachando de vez en cuando, anotando algunas frases, a la vez que ese tonto del novio de Junsu seguía lanzándole besos por la ventana o escribiendo mensajillos en el teléfono. Sin embargo, un comentario más colmo la poca paciencia de Yoochun.

No sabía que Jaejoong era tan guapo. Le vi en el regimiento, como a ti también, pero verlo tan cerca de verdad saca a relucir lo atractivo que es … -

- ¿No que tú tienes novio? – exclamo Park supuestamente concentrado en sus hojas.

- Sí Yoochun, pero eso no te limita a no poder mirar -

- ¿No te entiendo? – levantó un ceja Yoochun enfatizando su pregunta, dejando las hojas a un lado.

- Eres libre de mirar, más si tienes esas curvas delante de ti –

- ¿Sí? -

- Sí Yoochun, y eso se aplica para hombres como yo y como tú. – dijo tomando del hombro al pelinegro – Yo ya habría hecho algo por tener esa blanca figura cerca mío, más si deja ver así, tan fácil, con poleras ajustadas y pantalones que pueden resaltar lo poco y nada que hay debajo de ello, pero que de seguro satisfacen a cualquiera.

Y en un arranque de la completa ira Yoochun tomo a Soo Hee con sus brazos y lo golpeo contra la pared, tomando fuertemente de esa camisa, fulminándolo con la mirada, dejándolo sorprendido.

¡Repite lo que dijiste! –

- ¡¿Qué te pasa?! ¡Suéltame! -

- ¡Vuelvo a escuchar esos mismos comentarios de tu boca con respecto a Jaejoong y Junsu, y no sales vivo de aquí! -

- ¡¿Qué te pasa?! –

- ¡Ya lo dije!, no te refieras nuevamente de esa forma sobre mis amigos –

- ¿Qué sucede aquí? – ambos miraron a Junsu quien había pronunciado esa frase.

Jaejoong se encontraba detrás de Junsu tapándose la boca mirando asombrado el agarrare de Yoochun hacia Soo Hee. Ambos habían contemplado por el ventanal de la sala de grabación como Park se levanto de un segundo a otro pegando al novio de Junsu a la pared sin poder escuchar nada. 


Continuará...

3 comentarios:

  1. -Este capítulo me recuerda a la canción memories de super jjunior ;; pobre YooChun.- YOOOOCHUN! POR PAVO TE LEVANTARON A JUNSU, UNA PERSONA QUE NI SIQUIERA LO MERECE! Maldito SooHee ;; que le trae ganas a todo loq ue se ve sexy :c (Igual no puedo culparlo, cualquier hombre con gustos amplios le tendría ganitas a Jae) Pero comprendo la ira de Yoochun ahahahaha fue muy feliz cuando lo puso contra la pared ;; <3 Ojalá le explique bien a Junsu. Ojalá no piensen cosas malas ;; -Sabe que no será así, porque es muy Disney su pensamiento.-

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  2. eso yoochun has que respete a tus amigos si no respeta a su "novio" delante de los amigos de el mismo que sera cuando nadie lo be ojala y junsu no malinterprete este incidente y piense que yoochun esta celoso y le agarre mas coraje a el sufrido de yoochun pero jae es muy inteligente y el le ara saber a junsu la clase de bicho que se a echo de novio y espero y junsu lo mande de regreso por donde vino ahhhhhhhhhhhhhhh que ganas de que yoochun le ponga un par de patadas en el hocico a ese para que lo mantenga un ratito cerrado y de pazo desquita su coraje por estarse comiendo lo que no es suyo pues le pertenece a yoochun

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  3. Esta bien que Yoochun se merecía un castigo pero pasearse con nuevo novio acarrea problemas. Por otra parte también se da cuenta de loa que piensa ese tal novio de su amor, bien Yoochun golpéalo mucho por ofender al expresarse así de tus amigos.

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