Actualización de la cuarta parte de nuestro fic...
Saludos y no olviden comentar...
Capítulo IV: Heartquake...
Park Yoochun
debía haber estado allí en las afueras del regimiento entre todas esas
jovencitas, esperando por sus amigos pero ni la nariz se le vio. Fue comentado
aquel suceso entre la fanaticada que también esperaba verlo y presenciar la
reunión de JYJ en gloria y majestad. Lo que no sabía la prensa, las fanáticas,
menos Junsu y Jaejoong que el pelinegro estaba refugiado en un lugar mucho
mejor, en compañía de su mejor amigo, el alcohol, y en espera de saber de ellos.
Otra
celebridad esperada fue Changmin, quien si se dejo ver, saludando a sus
admiradoras y recibiendo un caluroso abrazo que le dio Yunho al verlo entre sus
familiares.
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Al llegar Jae a su departamento cansado de festejar su salida con sus seres queridos, obtuvo una de las mayores sorpresas. El señor Park Yoochun estaba allí con una botella de champaña en su mano y en la otra un cigarro. Al verle se levanto de su asiento abriendo los brazos con la disposición de darle un caluroso abrazo.
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Al llegar Jae a su departamento cansado de festejar su salida con sus seres queridos, obtuvo una de las mayores sorpresas. El señor Park Yoochun estaba allí con una botella de champaña en su mano y en la otra un cigarro. Al verle se levanto de su asiento abriendo los brazos con la disposición de darle un caluroso abrazo.
- ¡Hyung!
¿Como estas?, te extrañe, ¿Lo sabías? - Jae abrazo a su amigo afectuosamente.
- Bien,
puedo decir que con mucho trabajo. Cuéntame, ¿Tu cómo estás?, ¿Cómo fueron las
cosas con Yunho allá dentro? – decía Yoochun mientras busca en la cocina unos
vasos.
- Yo
respondo solo por mí. He estado bien y estoy feliz de volver a verte –
desviando la mirada, esquivándola ante cualquier otro tipo de pregunta que le
hiciera Park, quien se detenía a abrir el champagne dejando el cigarro a un
lado.
- Bueno… te
creeré – decía sirviendo a su amigo un trago para hacer un brindis por esa
salida. Se sentó al lado de él, tomando nuevamente el cigarro que se desvanecía
en la mesa.
- ¿No que
habías dejado de fumar? -
- ¡Tú
también vas a empezar! – comento apagando el cigarro – El estrés del nuevo
drama me tiene así, he tenido que promocionarlo en varias partes, termine de
grabar unos comerciales y de verdad recién vengo a descansar, más sin mencionar
el enredo que tengo en mi cabeza.
- ¡Eh! Solo
lo decía porque recordé que le prometiste a Junsu no fumar más ¿Lo recuerdas? -
- Gracias
por arruinarme con tu comentario. Si lo recuerdo y.., ¿Cómo esta… Junsu?-
- Por ahí
debe andar con maripositas – Jae se retracto de lo dicho y se tapo la boca.
- ¿Por qué
lo dices?, ¿Hay algo que deba saber? -
- Nada, lo
mismo de siempre. Me refiero que por ahí debe andar como colegiala, saltando y
cantando –
- No Jae,
ya lo dijiste, ¡Suéltalo! –
- No es
nada y punto – Jae comenzó a tocarse la ropa como si buscara algo dentro de
ellas, esquivando la mirada de su amigo.
- Dime,
¿Que sucede con Junsu? – gritándole para en el mismo impulso tomarlo de la
chaqueta.
- Yo y mi
bocota, ¡Ya tranquilízate! ¡Suéltame y
te contare!-
- Lo
siento, dime luego ¿Qué pasó? – paseándose de un lado para otro.
- Junsu tiene
novio - mirando al suelo Jae confesó esas palabras evitando ver la reacción en
el rostro de su amigo.
- No
esperaba eso... - dijo sentándose al lado de Jae suspirando derrotado - ¿Quién
es? –
- Es aquel
soldado, ¡Park Soo Hee!, si el mismo, ese de cual te burlabas por ser la
cheerleader del batallón –
- Ese….
m... estúpido… - comentó - ¡No lo puedo creer! - tomándose la cabeza ante tal
aberración - ¿Hace cuanto? - preguntó a su amigo.
- Un poco
más de un año luego que te fuiste empezaron a coquetear. Así que no pienses mal
– añadió Jae golpeando el hombro de su amigo.
- No lo
entiendo, jamás pensé que estaría con alguien…. tan pronto – agregó después de
unos minutos - Junsu siempre hace lo que
quiere ¿Te das cuenta? – tomando su vaso sirviendo más licor.
Los vasos iban y venían pues hacía bastante tiempo
que los “soulmate” no se encontraban
y debían festejar la salida de Jae como ellos dos mejor saben hacerlo,
bebiendo. Tras varios tragos Jae no podía beber su vaso sin botar alcohol sobre
sus ropas. Yoochun menos apoyaba ya que se encontraba incluso más ebrio
quebrando más de un vaso.
- ¡Yah!
hable con... este tipo, ese “trasero grande”, sobre el nuevo disco –
balbuceando, olvidando el nombre de su amigo. - Me dijo que lo llamáramos
apenas quisiéramos trabajar –
- Bueno,
tengo bastante ideas para el nuevo álbum –
tomo un trago derramando más de la mitad. - ¡Hyung!, igual es bastante el
tiempo que llevan juntos - desviándose del tema - sacando conclusiones a todo
esto, de seguro que ya se acostó con el - caminando de un lado a otro. - dime
¿Te contó?- llenando el vaso nuevamente.
- Solo te
diré algo…, el trasero de tu querido Junsu sigue intacto como lo dejaste -
soltando fuertes carcajadas que hicieron eco a través de todo el departamento.
- ¿No
entiendo?, ¿Como que sigue intacto?... Hyung, por favor, no juegues conmigo
mucho menos en el estado que estoy – hipo Yoochun.
- Si, ellos
sí tuvieron relaciones pero Junsu estuvo en aquel lugar que dejaste tú –
respondió intentando levantar una ceja.
- ¿Qué?
Junsu… nooo… Junsu se la… - y con un gesto no muy educado señaló dicha acción
que fue recibida por su amigo con una carcajada.
- Sí, ¡exacto! ¡Así mismo! - grita babeando ante el gesto.
- No... No
lo puedo creer, ni siquiera yo me atreví a… - bebiendo otro trago -
¡maldito!, no le importo lo que pudiese
sentir yo ¿Cierto? -
- Yoochun,
¿Te sientes arrepentido?-
- ¿De
qué hablas? - no entendió el porqué de la pregunta.
- Pues tú
fuiste quien rompió su promesa –
- Sí Hyung,
me arrepiento. No quería que nuestra relación llegara a todo esto, pero
entiéndeme qué pasaría si nos descubren, tú sabes como son. Además Junsu a
veces es tan efusivo – comento mirando su vaso.
- Pero ¿Lo
amabas así?, ¿No?.....-
- Si y creo
que no lo he podido olvidar – confesó Yoochun - Amo el que sea así de efusivo,
risueño, infantil y todo lo que es él pero ¿Qué puedo hacer ahora?. Lo ignore y
eso es lo que más le duele. También me burlé prácticamente de él frente a los
demás. ¿Crees que si hablo con él o trato de hacer algo podamos volver?-
- Primero
que todo, ¿Le harás daño nuevamente?, porque si es así, déjalo libre ya, el
ahora está feliz con su nuevo novio – Jae se arrepintió de haber dicho lo
último, pero el alcohol había soltado su lengua.
- ¿Se ve
feliz con ese idiota?…., ¿Es eso verdad? - mientras llenaba el vaso.
- Lo
parece…, me gustaría estar como el de radiante - mirando detenidamente el
líquido de su vaso.
- ¡Oh!
No pensé que era tan seria su nueva relación – dijo Yoochun sumiéndose en
sus propios pensamientos - Siento que mi actitud a la vez también fue infantil. Me
deje llevar por la estupidez o justifico mi actuar para que no le hicieran daño
a él. Me arrepiento día tras día de cada palabra que le dije, más de no corresponder
sus caricias o el abrazo que deseaba darme cada mañana. – dijo Yoochun
observando concentradamente el fondo del vaso que tenía en sus manos. – Hyung
ayúdame, a lo mejor todavía no es tarde, ¿Crees que si hablo con él o le diga
todo lo que siento, me perdone y vuelva a ser mi querido delfín….? - pregunto a
Jae, buscando respuestas en él, pero al observarlo lo encontrando recostado en
la mesa durmiendo plácidamente con la boca semi-abierta y sus brazos colgado.
Lo tapo con
una manta y se adentro en la cocina buscando algo más para beber, algo que le
hiciera tomar el valor de buscar a Junsu o le diera el coraje para dejarlo con
la felicidad que tanto irradiaba según su amigo. Y en busca de ese licor o un
trago más encontró recuerdos guardados en su mente y corazón. Se recostó en el
sillón y trato de divagar en esos recuerdos posibles soluciones, pero se
encontró con la ferviente escena de las últimas horas juntos, aquellas últimas
palabras que prometieron, y la última vez que Junsu fue solamente suyo.
Flashback
Ambos
estaban recostados en esa habitación del departamento de Junsu compartiendo la
última de las noches juntos. Yoochun dormía profundamente antes los ojos de un
nervioso Junsu que se daba vuelta de un lado a para otro en esa cama. Se sentaba, miraba a la nada y luego se
aferraba a los brazos de su novio tratando de conciliar el sueño pero le
resultaba algo imposible.
- ¿Puedes dejar de hacer eso? – sobresaltándose ante las
palabras de Yoochun, Junsu detuvo sus
mirada en él dándole un beso en la mejilla.
- Lo siento no sabía que estabas despierto –
- ¿Cómo voy dormir
si te siento levantarte, abrazarme o suspirar? – comentó Yoochun mientras lo
envolvió con sus brazos apretándole para sí.
Para Junsu
el refugio de muchos años fueron esos brazos que a la vez fueron almohada en
algunas noches, protección en otras y a la vez el pilar de su propia
sobrevivencia. La calidez que esos brazos albergaban para Junsu es
irremplazable y cada vez que era atrapado por estos, no tenia reparo en
comentar lo bien que se sentía ante el refugio que sólo su novio le podía
otorgar. Sin embargo, ese mismo novio se sentía vacio al recordar aquello, al
pensar que ya no lo tenía en sus brazos, sino que debía encontrarse en los de
otros, refunfuñando a lo mejor por lo apretados de ellos como lo hacía con él,
o quedándose profundamente dormido ante la inminente suavidad y protección que
puede significar estar cobijado en los brazos de la persona que amas. Ese mismo novio, liberaba su tristeza en esos ojos rasgados
que se llenaban de lágrimas y pena, llorando y odiándose por los errores
cometidos tal como lo hacía constantemente hace más de un año.
- Yoochun, ¿Puedo preguntarte algo? -
- ¿Mhh? – responde a su forma el pelinegro besando esa
cabellera todavía con los ojos cerrados - ¿Qué ocurre Junsu ah…? –
- ¿Qué pasará con nosotros dentro de ese regimiento?, ¡imagínate!
si no puedo hacer los ejercicios que me dicen, o me castigan por eso y además
si a ti te sucede algún ataque mientras realizas actividad física… –
- Junsu, no pienses en eso – generando una sonrisa en su
rostro ante la urgente duda y problemática que se maquinaba en la cabecita de
su delfín – No nos pasará nada, te lo prometo.
- ¡Chunnie!… prométeme que nos ayudaremos y estaremos
juntos en ese lugar, que no dejaras que nada malo suceda a mí y yo prometo
velar por ti – comenta eufórico Junsu en el momento que deja a su novio bajo de
él y se sienta sobre sus piernas.
- ¡Ok Baby! – atrayéndolo por el cuello hacia el - solo si
me das un beso.. – dice Yoochun mientras ríe por ese puchero que se formo en los
rosados labios de su novio. - Junsu te prometo que te cuidaré y no solo cuando
estemos allí, sino siempre… lo sabes – besando eso labios que sonríen antes esa
declaraciones – es más prometo mimarte y protegerte de cualquiera que te mire
mal o quiera violarte como yo. –
- Jajaja… Yoochun no seas posesivo – agregó Junsu quien
besaba a su novio mientras que el mayor tomo de esa cintura sensual y lo abrazo besándolo apasionadamente.
- Eres mío Junsu y de nadie más…. ¡Te amo Su! – dejándolo
debajo de su cuerpo mientras ataca con ímpetu esos labios rojos tras la presión
constante que ejerce Park sobre ellos.
Yoochun
sonríe bobamente al mentalizar esa escena, pero a la vez sus lágrimas
recorrerían su rostro. El prometió cuidarlo, repetía en su inconsciente y se
lamentaba al no aferrarse a eso durante el tiempo que pudo, porque para Yoochun
cada frase o idea que surgía entre los dos, él se desvivía por llevarla a cabo,
fuese la payasada máxima o la simpleza de regalarle dulces a su novio; porque
para él no había mejor recompensa en el mundo que el rubor o la risa estridente
de ese joven. Refugiándose en el dolor de esa
promesa y en esos recuerdos, vio en sus pensamientos a Junsu riéndose feliz de
la vida como lo hace siempre, pero principalmente esa mañana, sintiendo a la
vez el ardor al relamerse sus labios como si pudiese degustar nuevamente esa
boca o lograse contemplar nuevamente ese rubor en esas mejillas y tenerlo bajo
el, frágil y suyo solamente, dispuesto y
entregado a hacer lo que él le dijera, dispuesto a amarle como el también.
Durante esa
mañana Junsu había terminado su baño y al entrar a la habitación secando su
pelo con una toalla y con otra que le cubría de la cintura para abajo, miro y
no encontró a Yoochun, pero antes de llamarlo o cualquier cosa que le dijese
donde estaba, siente que la toalla que lo cubría es quitada dejándolo desnudo
de un minuto a otro. Y dos manos viajan por su abdomen hasta detenerse en los
costados de sus cinturas. A la vez siente los besos que deja Park en su cuello,
dejándolo emocionado ante esas sensaciones que llegan a su cuerpo.
- Yoochun … eres… un pervertido … -
- No lo soy, solo le hago cariño a lo que es mío … -
- Babo, no comprendes que estoy mojado, debo secarme, te
debes bañar y además tenemos que irnos en dos horas debemos estar alistados
– y antes de seguir mencionando cualquier cosa desde sus espalda Yoochun le
rodeo con sus brazos besando tiernamente su mejilla.
- Su, solo te pido una hora y todo estará bien – comentó
seguro de sus propias palabras Yoochun.
Cayendo los
dos en la cama la aventura comenzó de un minuto a otro. Junsu mojado empapaba
las sabanas y Yoochun concentrado en que solo disponían de una hora para los
dos, saco su ropa mientras que Junsu refunfuñaba que no alcanzarían o que nunca
terminarían de arreglar los bolsos. Ante eso el pelinegro le ataco besándole
varias veces dejándolo sin aliento y palabras, quedando a la disposición para
hacerle lo que él quisiera.
- Voltéate Su…–
- Así sin más, ¡Chunnie no!…., tu sabes que…. ¡Ohh!...
¡mmhh!
Y por esos
caminos recónditos, alejados de la visibilidad de las personas, solo las curvas
se muestran y se disponen a opción de Yoochun quien abrió paso en ese camino
desde el cuello de su novio, recorriendo esa piel húmeda, delineando esa
columna mientras que sus manos acompañan ese viaje que tanto le gusta realizar.
Se detiene posicionándose en esas dos grandes montañas que esconden en lo
profundo del cuerpo de Junsu su parada más próxima, besándolas y admirando las
consecuencias que traen tanto el ejercicio como los pasos de baile para
posteriormente con su lengua abrir paso, separándolas como también esas piernas,
adentrándose en lo desconocido para todos, pero archiconocido para Yoochun quien
recorre ese pasaje de memoria. Le fascina quedarse allí y realizar ese trámite
embarazoso para su novio pero atractivo y provocativo para él, que deja
trabajar a su lengua, humedeciendo y lubricando esa zona que pronto será
embestida, estremeciendo al dueño de esa cavidad.
Por su parte
Junsu se sonroja con solo sentirlo e imaginarlo tan concentrado de rodillas,
lamiéndole sin pudor esa puerta a su entrada, rozando esos glúteos porque son
solo de él y ambos lo saben. Gime gracias a las caricias de esa lengua y sus
manos se deslizan por esa cama sujetándose ante la laboriosa labor que Yoochun
no deja de ejecutar.
Junsu sin
dejar pasar más lo quiere ya dentro de él, sentirlo como siempre, haciéndole
vibrar y mientras lo llama entre pucheros y jadeos Park se deleita complaciendo
la orden, introduciendo su erección en esa pequeña cavidad. Prácticamente verle
ansioso y con ganas es una de las travesuras más grandes para él, verle pedir
entre palabras alteradas y candentes la locura de estar juntos dispuesto a
amarse como la noche los pille o en este caso la mañana produce su excitación
inmediata. Esta será la última vez que lo harán antes de ingresar, por lo que
el ímpetu y las ganas son mayores para los dos. El desenfreno los conecta a los dos pidiendo Junsu
quedar marcando con esa intromisión mientras que Yoochun cumple al pie de la
letra con esas palabras hundiendo su extensión en lo profundo generando el
reproche de su novio pero a la vez una serie de corrientes que recorren su
cuerpo como el de él.
Sus cuerpos
ya no se encuentran húmedos por el baño de Junsu sino por el sudor de los dos. El
aire se hace poco en sus pulmones por lo que buscan llenarlo en cada
respiración alterada, en cada gemido roncos y agudos de los dos. Estos cuerpos
han encontrado a la vez la posición perfecta
dejando a un delfín como pez en el agua bajo las olas de placer que Yoochun le
da al apretar esos glúteos con el constante vaivén, rozando con su cintura
mientras su extensión yace dentro y la empuja sin parar. Galopa en ese cuerpo
delgado y tonificado que le pide cada vez más y cuando los nervios, la
excitación y la temperatura sube por todo el cuerpo de Junsu, Yoochun comprende
que debe hacerlo feliz, regalándole lo que le pida. El menor agarra su propia
erección hinchada ante el bombeo constante de sus propias manos, dispuesta a
estallar en pocos minutos cuando Park Yoochun sin previo aviso sale desde esas
delicadas paredes internas para voltearlo.
- Sabes que para ambos corrernos juntos y… mirándonos es la
excitación completa Baby – dice entre jadeos Yoochun.
Y por arte
de magia las piernas de Junsu ahora están sobre los hombros de Park, como a la
vez este se encuentra de rodillas en la cama introduciendo de nuevo su extensión
en esa zona dilata que igual impide sus paso de manera fácil por la estrechez
de la misma. Junsu solo le observa extasiado ante las vueltas que pueden
guiarlo los ataques de Yoochun y sin más le sigue, dejándose llevar,
afirmándose con una de sus manos de las sabanas y con la otra sube y baja de su
sexo, como también su novio le ayuda a tan afanosa labor.
Las
sensaciones, el sudor y las palabras llegan entre el deseo y el amor que tanto
esperaban. Ambos se pierden en la electricidad que se instala en lo bajo de sus
vientres indicándoles que se acerca la saciedad de esa pasión que tanto les
embarga. Se aman, repitiéndolo una y otra vez mientras que Junsu suelta junto a
Yoochun los gemidos roncos y cansados de esa labor emprendida por los dos.
Junsu se revuelca ante el líquido dejado en su interior y sonríe ante la exquisitez
que eso le significa. Yoochun besa y besa lentamente ese torso, esos pezones
que siguen erguidos y baja a relamerse sus labios con el banquete que le espera
en el abdomen de su novio.
Los minutos
en que se quedan recostados uno al lado del otro con las respiraciones
alteradas todavía ante la liberación de ese orgasmo, los deja consciente de lo
mucho que se extrañaran compartir ese lecho.
- Espero que podamos hacer algo loco, como hacerlo en el bosque
– comentó Junsu
- ¡Ohh! eso sería bueno, me gustaría verte en medio de las
hojas y yo como un cazador te cazaría, sacaría de tus pieles y…. mmm… como
decirlo …te comería -
- ¡No soy un animal! – reclamo Junsu mientras se disponía a
salir de la cama después de unos minutos.
- Tú, ¿crees que esto termino? – tomándole de la cintura para
abrazarle fuerte contra él, riendo ante esos ojos que se abrían sin dimensionar
lo que sucedería - viene la ducha de
ambos…, el encuentro en la cocina y… ¿qué te parece como último los besos
fogosos en la puerta antes de partir? –
- ¿Crees que yo no me canso?…. ¡suéltame! … ¡vámonos!
- gritaba Junsu a la vez que pataleaba
tratando de salir de ese agarre.
- Junsu, tu sabes que yo no me canso contigo, además cuántas
veces hemos hecho lo mismo y llegamos igual. – besando esas mejillas que no se
pintaban rojas de vergüenza sino de rabia. Y sólo para molestarlo más le
comenta a su novio - Aunque me gusta
cuando alcanzamos y lo hacemos en el auto, por eso debemos bañarnos ya –
mirando el reloj de la habitación –
Y cuando
Junsu reclama porque es llevado a la ducha, Yoochun lo encierra para disponer
de él con sus locuras.
Fin flashback
Yoochun
lloró solo en la casa de su mejor amigo tras recordar a su delfín que hoy se
encuentra viviendo otra etapa, otro amor y con otro hombre, dejándolo sumido en
la tristeza, en la amargura de no tenerlo con él y sin la esperanza de volver a
tenerle en sus brazos.
………………………………
La semana paso y el primer ensayo
llegó para JYJ. Jaejoong había escrito varias canciones sobre sus amores y
experiencias de vida dentro del regimiento. Yoochun también traía sus ideas y
composiciones escritas en sus momentos de soledad y descanso. A su vez Junsu
traería sus nuevas letras, pero no llegaba nunca. Los dos primeros llegaron
puntualmente a la sala de ensayo. Jae muy entusiasmado le mostraba sus letras y
melodías, reían y se molestaban como siempre. Al pasar la media hora se
comenzaron a inquietar ya que Junsu aun no se aparecía por el estudio. Lo
llamaban a su celular y no había respuesta.
A los diez minutos de la última llamada, la puerta del estudio se abrió y su delgada figura se reflejó en los ojos de Yoochun, quien se preparaba mentalmente para la bienvenida de Junsu, pero se distrajo al verlo entrar acompañado de su nuevo novio. Junsu saludo cordialmente a todos presentando a Soo Hee. Yoochun quien estaba al final del lugar sentado revisando unos papeles siguió en lo suyo sin decir nada.
Junsu por
su parte espero algún saludo de su ex, pero era obvio que no le miraría al
llegar con Soo Hee al estudio. Trataba de evitar sus caricias y roces para
evitar el enojo máximo del pelinegro, limitándose a esquivar a su novio tras
sus intentos de besarlo o abrazarlo. Jae y Yoochun por su parte se mostraron
muy concentrados, pero Junsu ya no podía más y se distraía fácilmente con las
expresiones de amor que dejaba a luz su novio, lanzado besos a través del
vidrio del estudio y la efusividad con la que le transmitía de mil formas todo
lo que lo amaba. Las risitas y los sonrojos se fueron intensificando
produciendo molestia a los presentes quienes querían aprovechar cada minuto del
ensayo.
Junsu se encontraba
nuevamente enamorado. Perdido en las miles de cualidades que según el tenia su
novio el cual lo mimaba y le daba la protección que el necesitaba. Salían juntos
cuando podían, iban a cenar, de compras e incluso se quedaban varias horas en
su nuevo nido de amor, aunque últimamente Junsu no respondía de aquella forma
lujuriosa que su novio quería. Soo Hee por su parte, hacia lo que Junsu quería,
le cocinaba, cuidaba de sus gatos y
jugaba con ellos, siendo la fascinación del menor verle allí tirado en el suelo
al igual que sus felinos recostados en la alfombra.
Durante
la tarde Junsu y Jae se adentraron en el estudio de grabación a probar como
sonaba la nueva canción que Yoochun tenía terminada, quedándose afuera junto al
mesón de mezclas y cambios, cuando el nuevo novio de su amigo se sentó a su
lado.
- Yoochun
¿Cierto?, soy Park Soo Hee – estrecho la mano para saludarle, pero no recibió
saludo alguno, sino a un interlocutor que seguía concentrado escuchando la
pelea que tenían los otros dos dentro de esa ventana que les separaba.
- ¡Junsu!,
¿Te puedes concentrar en hacer bien tu trabajo? – dijo por el micrófono el
pelinegro ganándose una sacada de lengua del delfín.
- ¿Parece
que Junsu está bastante flojo? –
- ¿Sí? –
- Por Dios,
si supieras que en todo esta flojo – dijo Soo Hee seriamente.
- ¿Cómo en
todo? –
- Bueno tu
sabes…. – dijo cerrándole un ojo – incluso en “aquello” – riéndose.
Yoochun
no dijo nada. No quería imaginar “ese
aquello” por lo que se concentro en revisar unas letras tachando de vez en
cuando, anotando algunas frases, a la vez que ese tonto del novio de Junsu
seguía lanzándole besos por la ventana o escribiendo mensajillos en el
teléfono. Sin embargo, un comentario más colmo la poca paciencia de Yoochun.
- No sabía
que Jaejoong era tan guapo. Le vi en el regimiento, como a ti también, pero
verlo tan cerca de verdad saca a relucir lo atractivo que es … -
- ¿No que
tú tienes novio? – exclamo Park supuestamente concentrado en sus hojas.
- Sí Yoochun, pero eso no te limita a no poder mirar -
- ¿No te
entiendo? – levantó un ceja Yoochun enfatizando su pregunta, dejando las hojas
a un lado.
- Eres
libre de mirar, más si tienes esas curvas delante de ti –
- ¿Sí? -
- Sí Yoochun, y eso se aplica para hombres como yo y como tú. – dijo tomando del hombro
al pelinegro – Yo ya habría hecho algo por tener esa blanca figura cerca mío,
más si deja ver así, tan fácil, con poleras ajustadas y pantalones que pueden
resaltar lo poco y nada que hay debajo de ello, pero que de seguro satisfacen a
cualquiera.
Y en un
arranque de la completa ira Yoochun tomo a Soo Hee con sus brazos y lo golpeo
contra la pared, tomando fuertemente de esa camisa, fulminándolo con la mirada,
dejándolo sorprendido.
- ¡Repite
lo que dijiste! –
- ¡¿Qué te
pasa?! ¡Suéltame! -
- ¡Vuelvo a
escuchar esos mismos comentarios de tu boca con respecto a Jaejoong y Junsu, y no
sales vivo de aquí! -
- ¡¿Qué te
pasa?! –
- ¡Ya lo
dije!, no te refieras nuevamente de esa forma sobre mis amigos –
- ¿Qué
sucede aquí? – ambos miraron a Junsu quien había pronunciado esa frase.
Continuará...
-Este capítulo me recuerda a la canción memories de super jjunior ;; pobre YooChun.- YOOOOCHUN! POR PAVO TE LEVANTARON A JUNSU, UNA PERSONA QUE NI SIQUIERA LO MERECE! Maldito SooHee ;; que le trae ganas a todo loq ue se ve sexy :c (Igual no puedo culparlo, cualquier hombre con gustos amplios le tendría ganitas a Jae) Pero comprendo la ira de Yoochun ahahahaha fue muy feliz cuando lo puso contra la pared ;; <3 Ojalá le explique bien a Junsu. Ojalá no piensen cosas malas ;; -Sabe que no será así, porque es muy Disney su pensamiento.-
ResponderEliminareso yoochun has que respete a tus amigos si no respeta a su "novio" delante de los amigos de el mismo que sera cuando nadie lo be ojala y junsu no malinterprete este incidente y piense que yoochun esta celoso y le agarre mas coraje a el sufrido de yoochun pero jae es muy inteligente y el le ara saber a junsu la clase de bicho que se a echo de novio y espero y junsu lo mande de regreso por donde vino ahhhhhhhhhhhhhhh que ganas de que yoochun le ponga un par de patadas en el hocico a ese para que lo mantenga un ratito cerrado y de pazo desquita su coraje por estarse comiendo lo que no es suyo pues le pertenece a yoochun
ResponderEliminarEsta bien que Yoochun se merecía un castigo pero pasearse con nuevo novio acarrea problemas. Por otra parte también se da cuenta de loa que piensa ese tal novio de su amor, bien Yoochun golpéalo mucho por ofender al expresarse así de tus amigos.
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