martes, 17 de septiembre de 2013

Capítulo VII: How are you

Seguimos con nuestro fic y esperando sus comentarios XD


Capítulo VII: How are you 

La noche había sido bastante larga. Yunho había llegado pasada las 3 de la madrugada al departamento de Jaejoong. ¿Razones?, muchas, pero la más importante, estar con él.

Las ganas de llamarlo eran muy fuertes y reunirse con él era una necesidad que le volvía loco sino era atendida. Llevaban varias veces ya en lo mismo, pero no se arrepentía ante la oportunidad de tenerlo solo para él. Aunque disimularan ambos que sus encuentros eran mero sexo, él deseaba unos minutos de esa noche para tenerlo cerca. 

Tras no aguantar más de quedarse en su cama pensando en lo mismo; tomo las llaves de su auto y condujo por la ciudad, apartándolo en el estacionamiento, subiendo, pensando cinco minutos antes si eso estaba bien para decirse en tocar el timbre hasta obtener respuesta alguna.

Nada. El sonido del timbre sonaba en el lugar donde descansaba Jaejoong, pero el sueño y el cansancio era más fuerte, por lo que despegar su cuerpo de esas sabanas y abrir los ojos no resultaría una tarea fácil aunque tampoco imposible.

Un mensaje, un solo mensaje en su teléfono le hizo entre abrir sus ojos y sorprenderse de esa frase “¿Estás en tu casa?”.  Jae no respondió, lo menos que hizo fue pensar, pero si llamo su atención el contacto que lo envió. No reparo mas en ello revolviéndose en las sabanas para seguir con su sueño.  Sin embargo, El timbre sonó nuevamente por fin resonando en su cabeza.

Se levanto y arrastro sus pies alegando de quien vendría justamente a esa hora a molestar su descanso. Un amigo, ¿borracho?, no lo sabía. Tal vez Yoochun con sus miles de estupideces sería lo más concreto. Sin embargo, al abrir la puerta, refregando sus ojos vio a Yunho parado con el celular en la mano y con una sonrisa al verle.  Mientras que él todo desarreglado, con el pelo de un lado para otro, con esa polera que le quedaba larga y ancha a su cuerpo y esos pantalones que eran sueltos para su delgada figura.

 Yo… no pensé que … -

- No te preocupes, ¿puedo pasar? – y con un sí como respuesta Yunho entro, observando a Jae tratando de abrir más sus ojos y preocupado de su ropa.

- ¿Por qué hace eso? - Pensó Yunho. Hacia una semana atrás que ya habían estado juntos en la cama, pero quería verle justo esa noche y obviamente por nada en el mundo le preocupaba encontrarlo así, con su pijama como le vio mil veces antes. Pese a ello, verle preocupado por su aspecto saco a relucir su sonrisa y las ganas de hacerlo suyo una vez más.

Jae no se dio cuenta en el minuto en que estaba allí, siendo presionado contra la puerta con Yunho junto a él, atacando lentamente su boca, delineando sus labios, provocando sus sentidos y él respondiendo a sus caricias y besos. Su polera voló por los aires dejándolo semi desnudo, la de Yunho también y la fricción de sus cuerpos se hizo más intensa, necesaria y ardiente. Su lengua como la del moreno recorrió la exposición en la que se veían sus torsos, para que en un arranque de las esas más abrazadoras pasiones el paso y el camino a la habitación se hiciera corto quedando recostados tocándose sin pudor alguno.

Los segundos pasaron quedándose ahí los dos en la cama, haciéndose fuego entre ese vaivén de caderas, mientras que el menor apuraba la estimulación de la entrepierna del mayor, quien no paraba de gemir, sentir y estremecerse en cada énfasis, en cada roce, y en cada caricia que Yunho le entregaba.

Ambos se perdieron en la dimensión de sus acciones y en las de sus palabras, queriendo llegar a lo máximo, sacudiéndose en esa desesperación de fundir sus cuerpos fuese lo que fuese, para por último sentir el calor y el placer ante ese orgasmo que los dejo sin habla y quito sus alientos, recorriéndoles como una carga eléctrica por todo el cuerpo.

Jae se quedo en su cama con la respiración entrecortada sintiendo nuevamente esos labios que transitaron por su pelvis, recorrieron su abdomen, se detuvieron en sus pezones, remarcaron sus tatuajes y se perdieron en su cuello. No obstante, esos cálidos labios, retomaron su camino y llegaron a su más deseado objetivo en ese entonces; su boca. Dejaron pequeños roces en ellas y se acompañaron de las manos de su hombre, que se posicionaron en sus mejillas, sacando cuidadosamente esos mechones que caían por su rostro, dejándole ver esos ojos oscuros y penetrantes que le miraban con la misma pasión, la misma entrega de sus mejores años y con aquella ternura y protección que esa sola persona le hacía sentir.

El juego, la seducción y ciertamente el sexo continuo, haciendo la noche muy larga, inundando esas paredes de gemidos, respiraciones alteradas, sudor y pasión que se simplificaban en una sola palabra, que ambos conservaban guardada bajo siete llaves, sellada con el orgullo, pero que describe lo que de verdad existía detrás de esas semanas de encuentros e intimidad pura. Amor.

……………….

Sin duda, la noche había sido bastante larga, por lo que ahí estaban ambos recostados entre esas sabanas blancas. Se encontraban inconscientes de la cercanía de sus rostros, de esos brazos que les tenían presionado el uno con el otro, sintiendo el calor, el cariño y la alegría de despertar de esa forma, con la persona que mas amas y no quieres dejar por nada.

Yunho fue el primero en abrir los ojos y vio a Jaejoong durmiendo plácidamente. Beso su frente y comenzó a dejar pequeños besitos por todo su rostro queriendo que el menor despertara a toda costa. Jae sintió esos besitos y una sonrisa de dibujo en su rostro. Era uno de sus más dulces sueños, sentir a Yunho, dándole el cariño de antes, despertándole como antes, apretándole contra él y cuando escucho un - “Buenos días JaeBoo”- , cayó en cuenta que el mayor todavía estaba allí. Abrió los ojos asombrado y soltó el abrazo, pero su amigo no reparo en ello, sino que lo tomo del rostro y lo beso lentamente derritiéndose Jae en el mismo momento.

El menor pensó en separarse pues el cariño de ese beso era mucho más fuerte que sus propias decisiones. La situación se estaba saliendo de sus manos, pensó en el momento que Yunho se acomodo al igual que un niño pequeño entre su cuello, abrazándole por la cintura, dejándole pequeños besos en esa piel que quedaba a la altura de sus labios.

Me siento como una chica, pensó de nuevo. Tenerlo así, en esa posición con una sonrisa marcada en su cara, sin decir nada, solo sintiendo el golpe de sus corazones con ese solo contacto, con aquella cercanía que sorprendía a los dos pero que deseaban por compartir hace mucho.

¡Te amo Jae!  –

Y ese Te amo golpeo profundamente en el corazón de Jaejoong. Trato nuevamente de salirse de esos brazos. No obstante, Yunho quedo sobre el mirándole fijamente, mostrándose seguro como nunca y enamorado como él. Esquivo su mirada, mas el mayor tomo de su mentón obligándole suavemente a mirarle.

Nunca he dejado de amarte JaeBoo – dijo Yunho seriamente.

- Yunho ah, no sabes lo que….

Y sin alcanzar de terminar frase alguna Yunho lo beso intensamente desarmando todo el orden de las cosas, pidiéndole en ese solo beso que entendiera desde lo más profundo la pureza y lo real de sus palabras.

¿Yunho lo logro?, Si obtuvo la respuesta de ese beso, la pasión de ese solo acto de amor, que le confirmaba a Jae con seguridad sus sentimientos y a Yunho la idea de que por fin tendría a ese joven solo para él. A la vez el mayor moría por escuchar esas palabras, esa sola frase saliendo de la boca del otro, deseando oír cómo años atrás que se necesitaban y podían volver a revivir ese amor.

¡Te amo… Yunho ah….! – y aunque esas palabras fueron tímidas y bajas en esa habitación, la cercanía fue suficiente tanto para escucharlas como para sentirlas.

Jae fue quien dijo lo que sentía y atrajo entre sus brazos ese cuerpo y esos labios que probo como si fuese la primera vez. Ambos volvieron a darse el espacio, las ganas y la oportunidad de quererse nuevamente. Como lo hacían desde hace mucho, pero en el fondo de su ser. Sin embargo, ese día volvían a decírselo, a gritarlo al viento y a sus propios miedos.

La mañana continuó con dos jóvenes locamente enamorados acompañándose en esa cama, riendo ante sus propias boberías de esconder sus sentimientos. Rieron porque uno no quería despegarse del otro y menos salir de esa habitación que les observo amarse nuevamente. Rieron porque en el tiempo que se alejaron extrañaron muchas cosas, pero por sobre todo ese despertar junto, el hacer el amor o simplemente decirse te amo, cuando el corazón, la mente y el alma, llaman a decirlo para solo ver feliz al otro.

Yunho… yo te extrañe mucho –

- Jae… yo también – confeso Yunho, pidiéndole con su mano a Jae que se recostara en su pecho.

- ¡Me dejaste mucho tiempo solo! – rio al encontrarse recostado en Yunho jugando con sus dedos sobre su pecho y abdomen.

- Deja de hacer eso, me da risa – agregó el mayor – y se que paso mucho tiempo para volver a vernos y estar así, como ahora -

 Sí, pero no importa, dejemos eso atrás –

- JaeBoo, perdóname, prometo recompensarte con el tiempo que perdimos alejados sin vernos. – dijo depositando un beso en su frente, apretándole mucho mas contra él.

- ¿Podrías dejar de  hacer eso? –

 ¿Qué cosa? –

- Yunho me apretas muy fuerte, además soy yo el que regalo abrazos a mis amigos no tu. -

- ¿Solo me abrazaras a mí de ahora en adelante? –

 No lo sé – rio Jaejoong, tratando de salir de ese agarre.

- Jae, eres malo conmigo aunque sé que amas – mirando como Jae se disponía a salir de la cama completamente desnudo, tratando de buscar su ropa interior.

- Mejor me iré a bañar, tengo muchas cosas que hacer – agrego tratando de no haces casos a las palabras del moreno.

- No…, ven… no te vayas – suplico con sus manos, formando un puchero al que Jaejoong no se pudo negar menos a esos brazos que se abrieron para un abrazo.
Y Jaejoong volvió a caer en esos besos que dejaba el menor en su cuello en su rostro, perdiéndose en esas sabanas y en ese cuerpo fornido y tonificado de Yunho.

……………….

La tarde llego y Jaejoong despertó, preocupado de la hora y de donde estaba Yunho escuchando que el moreno cantaba en la ducha. Se sentó entre esas sabanas y mantas alborotadas, buscando su celular para ver la hora. No lo encontró aunque si el de su “novio”, bueno no hubo tal propuesta para ello, pero con ese te amo la relación no podía encontrarse en mejor punto que definiera a esos dos.

Vio la hora y marcaban las 1:00 pm por lo que se asusto.  Debería estar en el estudio a las 2:00 y en bañarse, afeitarse e incluso peinarse no sería suficiente para hacer todo. Sin embargo, se detuvo a mirar esa foto de Yunho y Changmin comiendo una pizza, rio ante ello, pero busco algún detalle que mostrara a Yunho haciendo algo indebido.

Mensajes, nada. Contactos amorosos, menos. Videos y Fotos, porno. Los ojos de Jae se asombraron al ver tantas japonesas ligeras de ropas con miles de posiciones y realizando cosas increíbles. Conclusiones, Jaejoong furioso y colérico, lanzándole el celular por los aires a Yunho quien secaba su pelo con una toalla observando su móvil desarmado en el suelo.

¿Qué te pasa? –

- ¿Qué me pasa?, linda la forma en que me amas. – se levanto y comenzó a vestirse – Jung Yunho sigues igual de heterosexual que siempre, ¿Todo te sirve no?, sea mujer u hombre –

- ¿No te entiendo?, ¿Qué paso ahora? – pregunto preocupado recogiendo su celular.
- Es fácil hacerse el desentendido y negar las fotos y videos que tienes de esas mujeres desnudas - 

- ¿Mujeres desnudas? – y el flashback de ver a Changmin con su celular en la sala de ensayo muerto de la risa. – no fui yo, como crees que … -

- Si Yunho, no fuiste tú y yo no fui una prostituta más para ti, porque eso es lo que querías, que me acostara contigo como esas putas con la que te revolcabas, mientras yo lloraba por ti -

- ¡Jaejoong no hables así! – grito Yunho al terminar de vestirse.

- Hablo como quiero, esta es mi casa idiota ¡lárgate!, ¡ahora! –

- Porque tienes que hacer las cosas complicadas Jae –

- ¿Que yo las complico? – se ofendió Jaejoong.

- Si, te dije que no lo hice, no son mías esas fotos – confesó.

- ¡Yunho tu nunca las cambiado! – le dijo apuntándolo, mientras el otro le miraba furioso desde el otro lado de la cama – Nunca has sido gay, te acuestas conmigo para sentirse todo un Dios, pero siempre has sido y serás un hombre que prefiere revolcarse con putas a cada lugar que va, ¿querías eso, que fuera una como ellas? ¿Cómo una de esas con cual te besaste al día siguiente en que terminamos?–

- Jae… no entiendo-

- ¡Ahora no entiendes, pero que buen beso le dabas a esa bailarina el día después que terminamos en la sala de ensayo!, ¡Poco te duro el amor hacia mí!-

- Sabes Jaejoong,… me rindo – tomando su celular avanzando por el pasillo en dirección a la sala, específicamente a la puerta. – ¡Me aburrí! – grito mirando a Jaejoong que le observaba con los brazos cruzados y el ceño fruncido – ¡No tengo por qué darte explicaciones de las cosas que hago o no, y cuando paso eso habíamos terminado! ¡Me aburrí de hacer mil cosas por tu bien y que tú no lo valores, que me trates así, tener que buscarte para pasar un minuto contigo y al segundo me estés evitando! ¡Nunca has valorado nada Jae, ni lo más mínimo!-

- ¿Qué quieres que valore el que vengas y me pidas abrir las piernas? –

- ¡¿Crees que para eso te buscaba?! -

 ¡Sí! -

- ¡Piensa lo que quieras, ya no te buscare nunca más Jaejoong! –

- ¡Pues bien lárgate y no me busques más para tus juegos y estupideces!, ¡búscate cualquiera de esas que te sirven para una noche no más! -

- ¡Esta es la última vez que aguanto que te comportes como una víctima! –

- ¿Victima? Yo no hago… –

 ¡Si, lo haces, te gusta hacerte la víctima!... el sufrido y el depresivo en todo esto - 

- ¡Ándate Jung Yunho!, ¡ándate de aquí! –

¿Quieres saber la verdad? –

- No quiero saber nada de ti, ¡lárgate! –

- Te lo diré igual. Te busque para satisfacerme, para verte conmigo otra vez, haciendo lo que se me ocurriera, viendo cómo te revuelcas conmigo, eso quería que fueras, ¡una puta más como todas esas japonesas! -

- ¡Ándate!, ¡largo de mi casa! – agarrando una botella de la mesa amenazando con lanzarla - ¡vete! ¡si no quieres que esto reviente tu cabeza! – grito.

- ¡Me voy! – salió Yunho, dando un portazo, asustando a Jaejoong quien es ese ataque de furia tiro la botella contra la puerta rompiéndose en mil pedazos. 

Una hora paso entre el momento que juraron amarse para terminar en esos gritos y palabras hirientes que rompieron con toda la esperanza y los intentos de formalizar por parte de Yunho las cosas con Jaejoong, saliendo bruscamente de ese edificio, golpeando el manubrio cada vez que en su mente se repiten las estupideces que dijo y la maldita risa de Changmin culpable sin saber de toda esa discusión.                        
…………………………………………………..

Las cosas iban mucho mejor entre Yoochun y Junsu, por lo que su relación estaba retomando las actividades normales de antes. Hoy se encontraban en el departamento jugando videos juegos cuando las dudas volvieron a parecer en la cabeza de Yoochun.

- ¿Junsu? - pregunto mientras el otro se movía de un lado al otro concentrado en el juego.

- Dime  Chunnie … –

Yoochun se mentalizaba en cómo decirlo, ya ni siquiera se concentraba en el juego. Le asustaba tomar ese paso pero lo comentado por Jae removía su mente e incluso sus sentidos, ya que nunca antes en la vida le dio la oportunidad a Junsu de tomar las riendas de la relación.

Junsu quiero ir abajo – soltó de repente.

- Bueno, espera… me coloco la chaqueta y vamos… ¿te parece? – mientras el marcador del juego le decía que ganaría en cualquier minuto.

- Junsu… yo me refiero a ir “ABAJO” – mientras el rojo se pintaba en su cara.

- Ok, ya iremos Chunnie solo déjame terminar el juego…. – comento Junsu.

- ¡JUNSU! – apagando el televisor, generando un puchero en los labios de su delfín, quien lo mira ofuscado – ¡Quiero ir abajo, como no entiendes! -

- No, no entiendo… perdí por tu culpa Chunnie – golpeándole el hombro – además ¿Por qué insistes tanto con ir a abajo? –

- ¡Junsu…. Quiero que tú la metas no yo! – le grito, generando el Ue Kyang Kyang! por todo el lugar.

Yoochun no podía más con  la vergüenza y a la vez escuchar como Junsu se reía y revolcaba a su lado en el sillón. Era obvio que no quería decirlo así, mas al ver como Junsu respondía cosas que no tenían nada que ver con su petición, lo grito sin tapujos. Después de minutos su querido Su dejo de reír y de comportarse como un niño, sentándose a su lado.

Eres muy chistoso Chunnie ¿lo sabías? –

¡No es chistoso! – siendo ahora Park el que formaba un puchero cruzando sus brazos.

- Micky shi…  pues no quiero, a mí me gusta como lo hacías tú conmigo, me gustaba que tú fueras el que… -  sonrojándose mucho más ante sus propias declaraciones.

- Solo quiero probar –

- Pero, te dolerá y no quiero que Chunnie llore –

- ¡Junsu! – grito al ver a su amigo riendo nuevamente.

Yoochun se levanto dispuesto a salir lo antes posible de ahí tras la vergüenza de sus propias palabras, pero en un ataque de pasión Junsu tomo de Yoochun y se abalanzo sobre él cayendo los dos sobre la alfombra quedando sobre el ratón.

- Dime Yoochun, ¿Cuándo? ¿Dónde? y ¿A qué hora? – mientras le miraba posesivamente tomando todo el protagonismo y el dominio de la situación, sorprendiendo al propio Park Yoochun, quien incluso se sorprendió de la voz seductora que salieron de esos labios.

- Junsu…, yo... qué te parece hoy, aquí y ahora – sonrió ante sus propias palabras.

- ¡Acepto! Pero te advierto, no quiero que después te arrepientes -

A Junsu le pareció interesante la propuesta de Yoochun. Él había soñado con aquella escena muchas veces, pero la vergüenza y el miedo nunca le permitieron comentarle sus ideas a Park que ahora le estaba casi suplicando ser penetrado. Junsu se sintió enérgico y extasiado al tener a su amigo bajo su cuerpo rozando sus gruesos labios sobre él. Sentía las ganas y el deseo de volver a estar con Micky sabiendo que desde sus más dulces intenciones estaba aquella que le decía que el amor y los sentimientos en relación a éste nunca habían cambiado. Sino que trato de borrarlo y guardarlos tras el dolor y la tristeza en la que se sumió en sus días en el ejército con Soo Hee. Estaba al corriente que lo que estaba haciendo era dar un paso más allá de lo que quería con su amigo. Amaba a ese hombre, quería nuevamente estar con él, deseando sentir sus manos, su piel, su aroma, su cuerpo y en definitiva el amor que solo el sabia darle. 

Yoochun respondía a esos besos con la intensidad de verse acorralado, entregado a las manos de Junsu, mordiendo sus labios, respirando agitadamente antes esos carnosos labios que volvían a ser suyos. Meditaba en la propuesta que el mismo había comenzado, hubo en minutos que quiso escapar ante las consecuencias de su nuevo papel bajo su delfín, pero a la vez quería sentir ese placer oculto que siempre llamo su atención siendo la escusa perfecta para que su amigo recorriera su cuerpo e hiciera con él lo que deseara.

La camisa de Yoochun sobraba entre ellos dos. Junsu besaba intensamente el cuello de su ratón deteniéndose ante la marcada manzana de Adán provocándole por ser recorrida, lamida y besada. Mientras él iba desabrochando uno por uno los botones de la camisa, sus besos igual iban descendiendo. Con su lengua se detuvo a probar y besar el pecho tatuado, dejando su saliva por todo el lugar recorriendo hasta el último lugar visible ante sus ojos, relamiendo con suavidad y lujuria, una de sus mayores tentaciones, los pezones de Yoochun, sintiendo la excitación que producía el solo roce de su lengua, de sus dedos en el cuerpo del mayor, que se mordía los labios ante esas oleadas de calor y desenfreno que solo esa persona generaba ante él.

Las hábiles manos de Junsu desabrocharon el pantalón de su ratón, lanzándolos lejos junto con eso empapados calzoncillos, observando nuevamente la desnudez de su amigo bajo su cuerpo. Tomo la erección de Yoochun y se la llevo bruscamente a la boca, comenzando a succionar y lamer todo lo que podía contener en su sedienta boca. Su propio miembro amenazaba por romper su pantalón. Su chaleco estorbaba. Se lo saco y lo lanzo lejos. Sus finos dedos comenzaron a abrirse camino hacia la entrada de Yoochun, introduciéndolos uno por uno de la misma forma que él le había enseñado, contemplando los gestos que el ratón hacia, estremeciéndose tras cada movimiento que Junsu hacia en su interior, tras el contacto de sus dedos en esa cavidad, sudando sobre la alfombra de la sala.

Su…  creo que está bien..., mmhh… hazlo luego – comento, cerrándole un ojo al menor.

Junsu separo un poco más las piernas de su compañero, observando y palpando la ensanchamiento de la misma, comenzando lentamente a introducir su extensión sintiendo por primera vez, la estrechez de esas paredes, la presión de ellas contra él y el dolor que dejaba salir por sus labios Yoochun. Por nada en el mundo quería dañarlo o hacerle sufrir, sintiendo la inseguridad de seguir adelante o de si podría ejecutar aquella acción de buena forma. Los primeros momentos de la intromisión fueron molestos e incómodos para Yoochun, quien era calmado por los cálidos besos y roces de Junsu otorgaba a su cuello y a su abdomen. Después de unos minutos el placer llego, dejando al mayor con el arrepentimiento de no haber descubierto mucho antes esas sensaciones que viajaban por su cuerpo.

Junsu comenzó a mover sus caderas y su erección de manera lenta y profunda, soltando un gemido ronco y alto de su ratón, siendo la música perfecta para sus oídos. Conocía y se estremecía al pensar en las propias emociones, lo que significa estar en la posición de su amigo, queriendo de mil formas otorgar a él la misma calidez, el mismo éxtasis y las mismas sensaciones que el produjo en su tiempo a él,  notándolo sumido entre el sudor y los gemidos, tras cada embestida y el roce constante de sus testículos, electrocutando el cuerpo de los dos.

Junsu cambio los movimientos de su envestida por unos más fuertes, observando el sudor que caía por su frente en el cuerpo del mayor, quien seguía recostado revolcándose ante el placer, gimiendo alto y ronco, deleitándose con cada roce del miembro de Junsu con su cavidad.

¡Chunnie quiero irme! -

 ¡Aguántate….un poco más! ¡Quiero más! -

- Chu…

Junsu no alcanzo a terminar de hilar el nombre de su ratón cuando termino corriéndose dentro de él, dejando que todo su blanco fluido terminara de salir, retirando su extensión, manchado el suelo con aquella esencia que corría desde la entrada de Yoochun.

Chunnie…. perdón, no pude más… – haciendo un puchero se recostó sintiéndose defraudado por correrse tan rápidamente.

- Baby está bien, estuvo exquisito, muchas gracias – posicionando sus labios sobre los del delfín, se levanto y tomo a Junsu en sus brazos, lanzándolo a la cama - ¡Ahora es tiempo que seas mío! - aquella mirada perversa se poso frente al rostro de Junsu produciendo un pequeño rubor en sus mejillas.

Los devoradores besos de Yoochun sofocaban a Junsu quien aun no se reponía del orgasmo. El pelinegro no le daba tiempo para salir de ahí, lo apretaba contra él, lo besaba intensamente, frotando sus cuerpos, sus erecciones, tocándolo nuevamente, sintiendo el calor y el magnetismo que esas manos recorrer por todo su anatomía. Yoochun actuó rápido y veloz, lamiendo sus dedos, adentrándolos delicadamente en la entrada de su delfín.

Yoochun fue entrando por aquella cavidad de a poco, aunque aun gemía por el placer que le había entregado su delfín. Quería complacerlo aun más de lo que él lo había hecho. Su miembro húmedo se resbalaba fácilmente dentro de Junsu, quien ya tenía sus manos apretando las sabanas tratando de aguantar los dolores iniciales que luego se transformaran en olas de placer que recorrerán cada centímetro de su piel que piden ser tocada por Yoochun. Cuando el miembro de Yoochun entro por completo comenzó el vaivén de sus caderas, el ruido del choque de la pelvis de Yoochun con el trasero de Junsu era tan fuerte que llegaban a producir un excitante eco que retumbaban en las paredes del departamento.

Este era su primer encuentro sexual después de su ruptura, ambos se observaban mutuamente, dándose cuenta que aún conservaban aquellos mismos gestos al hacer el amor. Junsu como siempre esquivando la potente mirada del ratón y este provocándolo de cualquier modo para que este lo observara con su fogosas expresiones.

Yoochun comenzaba a ver como el miembro de Junsu que estaba reposando en su lugar se encontraba bañado por el sudor de ambos, hinchándose nuevamente, sintiéndose mucho excitado. El mayor comenzó a sentir la presión en su erección, sabiendo de ante mano qué pasaría en pocos minutos. Sin embargo, al ver la cara de gozo de Junsu no quería terminar sino quedarse disfrutando de aquel banquete, de esas expresiones de tanto extrañaba, como ver los ardientes gestos su delfín tras morderse los labios o abrir maravillosamente sus ojos al sentir que su miembro había tocado fondo dentro de él. El tocar sus tonificados glúteos le hicieron recordar cuanto los extrañaba cada noche cuando su espera que le hizo eterna. Sentir otra vez su respiración sobre sus labios le pedía al momento ser eterno, tratando con todas sus fuerzas de atrasar la salida de su néctar.

Junsu comenzó a tocarse y bombear su erección, aumentado los gemidos y gritos. Yoochun quien ya no aguantaba más retiro su húmedo y pulsante miembro de la entrada de Junsu y lanzo sus fluidos al miembro de este que reposaba en su barriga. Junsu se sintió avergonzado y no miraba a los ojos de Yoochun quien lo limpiaba delicadamente.

Al terminar Chunnie se recostó a un costado del delfín quien lo miraba plácidamente. Juntaron sus labios una vez más y Yoochun paso su brazo por detrás de la espalda de Junsu, quien somnoliento y tímido se apoyo en el pecho del mayor.

Junsu, ¿Quieres volver a ser mi novio? – pregunto entrelazando sus dedos junto con los de Junsu.

continuará...

3 comentarios:

  1. Solo diré Uff Uff!!! jaja.. Buenisimo, pero sigo sufriendo por Yunho, el hombre incomprendido, eso le pasa por tener amigos tan sexymente heterosexuales como Changmin

    Saludos Chicas! (:

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  2. oh jae esos malditos celos que no lo dejan vivir en paz todo iba tan bien para que agarro el cel de yunho y lo reviso nunca busques lo que no quieras encontrar ya bes lo que pazo por estar de chismoso mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm solo espero y jae ya con la mente fría entienda y busque a yunho pu es el ni estaba enterado de lo que traía en el cel conociendo lo celoso y explosivo que es jae no creo que el hubiera puesto esas fotos hay junsu le a echo realidad la fantasía erótica a yoochun ufffffffffffffff por fin sintió yoochun lo que siente junsu cuando el va a bajo ahora si pueden cambiar los papeles dependiendo el animo de cada uno o lo cansado que estén para ser el pasivo ooooooooooooooooooooh el activo ha ha

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  3. Esos celos te hacen daño, te enloquecen, jamás aprenderá vivir sin el... Ya no se enojen y comprendanse...

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