miércoles, 11 de septiembre de 2013

Incredible

Este fic lo cree a pocos días de salir el vídeo  Una idea descabellada y loca pero que me gusto mucho escribir y espero que a los seguidores también... (las canciones son para escucharlas durante el fic si quieren)



Incredible

Por: Stephanie
Genero: Romance
Extensión: One-shot
Advertencia: Lemon
Resumen: Junsu estrena nuevo video "Incredible" y recibe el reconocimiento de las fans y sus seguidores. Sin embargo, ¿que opinara Park Yoochun con respecto?, ¿a ese beso?, ¿felicitará a sus amigos o los celos serán su inminente respuesta..?



(Kim Junsu - Chocolate Girl)

El estreno del video de Junsu y su presentación ante el público se había transformado en todo un éxito. La prensa como sus fans estaban impresionados por el desempeño del joven pelioscuro, tanto por el nuevo concepto artístico como la sensualidad y la espontaneidad del mismo. Sin embargo, para su amigo Park Yoochun dicho video, no era para nada de su agrado. No le gusto lo que sus ojos habían visto durante ese día, menos los comentarios que circulaban en la red. Las fans comentaban los dotes físicos de Junsu, lo que más le gustaba de él e incluso el tema del “beso”. 

Comprenderán que nuestro "ratón" no aguantaba más y lo busco por cada rincón de la empresa, preguntando en cada sala de ensayo, a los estilistas, como también a los encargados del aseo. Nadie sabía de Junsu, solo que había dado su Show para la televisión y se había ido. Le llamo mil veces según él, pero no recibió respuesta.

Tomo las llaves de su auto y salió en busca de Junsu. Según la mente de Yoochun necesitaba una explicación del protagonista central de aquel MV haciéndole golpear constantemente el manubrio del auto mientras conducía. No obstante, una de todas las llamadas que realizo a la madre, hermano y amigos de Junsu, el propio Jae le recordó que un día almorzando todos juntos se hizo mención del tema, pero que no habían tenido la atención de él, ya que se encontraba leyendo concentradamente un manga. Al recordar aquello, el cólera se apoderaba de él, acelerando su coche en busca de amigo.

Para Junsu el hecho de que Yoochun estuviera enojado con él, era sumamente conocido.  No quiso contestar las más de 30 llamadas que tenia del pelinegro. Estaba aburrido de siempre lo mismo y menos ahora que solo quería tener espacio para él. Después de varias llamadas más, apago el móvil lanzándolo al sillón. Era absurdo para él que Park encontrara mal su trabajo, se entristecía por la opinión de su amigo e incluso ponía en duda su propio desempeño. Decidió que era mejor descansar y dejar que el pelinegro desechara la idea de buscarlo.

El día había sido agitado con el estreno del video y además la presentación lo tenía exhausto por lo que al terminar todo salió y se fue a su departamento. Sirvió una copa de vino, bebió de ella solo un sorbo con el fin de relajarse, aunque no causo los efectos que él deseaba. Dejo aquella copa sobre el piano junto a una serie de libros que había elegido el día anterior para distraerse un poco.

Decidió que para vaciar su mente la mejor opción era cantar y tocar un poco de música. Se acomodo junto al piano de cola negro y lujoso que hoy decoraba su casa, regalo del mismo amigo que lo buscaba desesperadamente, deslizo sus dedos por las teclas acompañándolo con su voz, y desencadenó una hermosa melodía en la cual se alejo del mundo por unos minutos.

De repente sintió un golpe en la puerta. Era obvio quien era, incluso todo esto era tan predecible para él, que le aburría escuchar nuevamente lo mismo.


-¡Abre la puerta, se que estas ahí! -    
                   
-¡No! – grito Junsu, sentado junto al piano observando la puerta.

-¡Junsu, necesito que hablemos! -

-¡No, me vas a gritar! -

-¡Me mentiste! - comento Park Yoochun golpeando constantemente la puerta del departamento del pelioscuro.

-No lo hice, te lo dije –

Junsu se levanto y cruzo la sala acercándose lentamente a la puerta. Miro por el ojo de ella y lo veo caminando de un lado hacia otro.


¡Abre ya Junsu! – dijo Yoochun acercando a mirar por aquel ojo que todo lo ve, como si viera a Junsu encaramado observándolo. Para el pelioscuro esa acción le causo temor apoyándose en la puerta, mentalizando la idea de dejarlo o no entrar. Si lo tenía más rato ahí, era obvio que la puerta terminaría en el suelo. Pensándolo detenidamente abrió un poco la puerta asomando su nariz y su boca.

- ¡Déjame pasar! – agrego Yoochun tratando de forcejear con la puerta y Junsu.

- No – contesto formando un puchero con su boca.

- ¡Hazlo Junsu! – y sin poder forcejear más el pelinegro entro al departamento como un huracán.

Yoochun camino de un lado a otro, dejando su chaqueta en el sofá, esperando a Junsu que cerraba la puerta y lo miro desafiantemente.

(DBSK - Beautiful You)


¿Por qué no contestas? – pregunto seriamente.

- Porque no quiero…. – respondió Junsu apoyando en la puerta, mirando el suelo.

- ¡Me mentiste! – grito Yoochun.

- No lo hice. – agrego Junsu, acercándose hacia él - Te lo dije que iba a salir el video  y te hable de los detalles. Tú no me escuchaste, como siempre – lo ultimo lo dijo en voz baja y sin mirar a su amigo que ante esa declaración se molesto mucho más.

- ¡Junsu! – grito agarrándose la cabeza como queriendo decir algo más, pero la voz del otro lo detuvo.

- ¡Yoochun! -

- No me gusto ese maldito video tuyo. Parecías todo feliz de un lado para otro con esos bailarines y esas chicas. Además no entiendo ¿Quién es ese tipo que sale como mil veces más que tú? - Comento ofuscado, sentándose, mirando interrogante a Junsu.

- Pues no lo sé, lo único que entendí que tanto a mí como a él nos beneficiaba aparecer en el video. Además que tiene… – respondió el pelioscuro sentándose a su lado.

- ¿Cómo que tiene? – pregunto levantándose de su lado. - No lo sé…., no me gusto lo que vi Junsu -

- Pues, nunca te gusta lo que hago – dijo el menor cansado de que la actitud de Yoochun mirando en dirección contraria a su interlocutor.

 ¡No es cierto! -

Yoochun, esta es como la quinta vez que haces lo mismo. Hago un video, saco una canción e incluso con lo musicales consigo tú enojo – comento poniéndose de pie encarándolo.

- Es que…, no se trata de eso – agarrándose la cabeza nuevamente.

- ¡Entonces dime!, ¡¿Qué te sucede?! , ¡¿por qué haces esto?! – grito Junsu, buscando respuestas en esas orbes oscuras que le miraban con enojo.

- Es que…, no entiendo esa necesidad de que te beses con tanta gente -

- ¡Si recordamos bien, el que lo hace más seguido eres tú! – le grito señalándolo - Pasas más de 5 meses enamorando a una chica en un drama y yo no te digo nada o ¿sí? -

- ¡No es lo mismo! – respondió Yoochun gritando.

- Porque no, si pasas más tiempos con ellas, las abrazas y las besas. Mientras que yo solo lo hago algunas veces y recibo todo tipo de insulto de tu parte -

- ¡Eso no es cierto, Junsu! -

- Si lo haces, haces que me sienta mal con lo que hago con tanto esfuerzo – dijo Junsu molesto. Odiaba ser débil pero le dolían los comentarios de su amigo.

- ¡No lo entiendes! -

- No Yoochun, no te entiendo. Vienes acá, me gritas como siempre y después te juro  que no pasaran ni 5 minutos y te irás, - apuntando a la puerta con su mano - dejándome como un culpable que no sabe qué rayos hizo mal – término bajando la vista.

- Me molesta que te beses con quien sea, no me gusta. Es más podría jurar que te gusto el beso con esa mujer – dijo Yoochun, mordiéndose la lengua porque no quería hacerle ver a su amigo que ese gran detalle para él le había molestado. 

- ¿Te molesta que me haya gustado ella? – le encaro.

- Si - 

- ¿Por qué? – mirándolo desafiante. 

- ¡Porque me dan celos! – grito Yoochun.

- Claro…, y por eso crees que yo debo dedicarme a escuchar tus regaños. ¡Nunca has hecho nada y cada vez te dan celos debo escuchar tus estupideces! – le grito Junsu. 

    Sin duda, cualquiera que pasará por la afuera de ese departamento se espantaría ante esas declaraciones. 

    - Pues si no quieres escucharme y entender lo que un amigo preocupado hace es mejor que terminemos – agrego mas enfurecido que nunca.

   - ¿Termínenos?, nunca comenzamos nada tonto – grito Junsu. Yoochun se golpeo mentalmente y además dijo para sí que ya no leería más fanfic porque salían cosas de su boca que había leído en más de uno de ellos. 

    - Pues… pues yo… me voy. – se volteo sonrojado más que nunca -

    - ¡Viste, siempre lo haces! -

    - Si… me largo – avanzo hacia la puerta y dio un golpe al cerrarla.

   - ¡Maldito Yoochun siempre haces lo mismo! – grito Junsu limpiando sus ojos ya que pequeñas lagrimas habían comenzado a asomarse.

Se tiro al sillón cerrando los ojos queriendo comprender los seudo celos de Yoochun. Él lo amaba como a nadie desde hace mucho, pero no le confesó nada por el miedo a su reacción. No quería llorar, menos por un tema que le tenía agobiado de tanto meditarlo, sin obtener una respuesta ni menos una solución.

No pasaron ni menos de 5 minutos cuando un nuevo golpe en la puerta se escucho. 

    - ¡Junsu!.... Ábreme la puerta – hablo Yoochun. 

    - ¡No!… ¿qué quieres ahora? – se sentó mirando en dirección a la puerta. 

   - Deje mi chaqueta y en ella está mi celular – y Junsu busco con su mirada la chaqueta de su amigo. Se puso de pie y como no quería hablar más con él lo dejo entrar, pero no lo miro. Cerró la puerta y en un segundo tenia a Yoochun frente a él.

  - ¿Sentiste algo cuando la besaste? – dijo mirándolo seriamente, ofuscado y con el enojo a flor de piel.

   - ¿Qué tiene eso que ver? – respondió Junsu sin mirarlo.

   - ¡dime si te paso algo, ¿te gusto?! –pregunto Yoochun en un grito.

   - ¡Sí!… - soltó devolviéndole una mirada segura. 

Junsu profundizo en la respuesta. Necesitaba sacarse la esperanza de que alguna vez su amigo le buscara y correspondiera a su gran cariño. Respondió por necesidad no porque lo sintiera. Es más, la chica era hermosa, pero ese beso no significo nada. Siempre se había quedado esperando a Park Yoochun.

- Y… ¿ahora?.....-

Yoochun se acerco dejándolo acorralado contra la puerta besándolo de un segundo a otro. Era un beso torpe e incluso brusco, pero allí estaban ambos compartiendo ese tipo de contacto tan personal, deseado con ansias por los dos, pero que ninguno se había dado la oportunidad de dar ese gran salto. Junsu no pudo dimensionar lo que sucedía, se veía ahí unido a los labios de su amigo. Sus ojos rasgados se abrieron más que nunca, ante la impresión y la emoción mezclada. El pelinegro mantenía los ojos cerrados y presionaba con sus gruesos labios hacia los de él.

(Kim Junsu - Rainy Eyes)

Se separaron sonrojados por lo sucedido. Yoochun no sabía lo que Junsu le diría. Además estaba al corriente de que su desempeño en aquel contacto de sus labios no había sido el mejor, sino que se dejo llevar por la furia y los nervios le traicionaron. Junsu no decía nada, miraba como a otra parte y además se sentía rojo como un tomate en exhibición, más si sumamos que tenia los oscuros ojos de su amigo sobre él.


Dime… tu… ¿sentiste algo? ¿esto significo algo para ti? – pregunto demostrando  seguridad que ni el sabia de donde la saco, pero moría por una respuesta a su favor. Sin embargo vio como Junsu le negaba con la cabeza su pregunta. Eso le dolió, pero que más podía pedir, nunca había hecho nada y venir ahora después de años a sacar a flote sus sentimientos era absurdo hasta para él. Amaba a ese chico tanto que los celos de imaginarlo o verle con alguien más sacaban a relucir todos sus temores y a la vez el deseo de tenerlo solo para él.  - Lo siento…. Junsu – dijo tragándose su amor, haciéndose a un lado para abrir la puerta.

- Significo todo lo que había esperado hace mucho tiempo… Yoochun – comento el pelioscuro de un minuto a otro, mientras que su amigo seguía su lado con la disposición de abrir la puerta.

- Junsu ah…, - mirando a su lado a un joven que con las mejillas sonrojadas le confesa a su manera lo que sentía, reconociendo en esos ojos el brillo que solamente a él le regalaba.

Lo tomo por la cintura presionándolo hacia su cuerpo y recargándose con el contra la pared. Volvió a besarlo, presionando lentamente, buscando sentir esa dulzura de los labios que probaba nuevamente. Delineo con su lengua esos labios pidiendo permiso a esa boca para ser atacada. Junsu abrió su boca recibiendo un perfecto beso en el cual se perdía cuando sus lenguas se entrelazaban y se acompañaban en un baile lento y necesitado. Rodeo sus brazos sobre el cuello de Park y ambos cuerpos se fundían entre un abrazo que siempre habían deseado. Era maravillosa la fusión de ese beso, acompañado de la estrechez de la cintura de Junsu y perderse en el cabello de Yoochun. 

Se separaron porque la respiración se hizo necesaria. Y se miraron como nunca, rieron y se abrazaron en la necesidad de reconocerse los dos como correspondido en un solo sentimiento, siendo Junsu el que busco esta vez esos gruesos labios, besándolos delicadamente con temor y dulzura, sin dejar de soltar la unión de sus manos, en el cuello de Yoochun.

De un minuto a otros ambos sienten el calor de sus cuerpos con ansias de pedir más que el solo contacto de sus bocas. Yoochun es el que avanza deslizando su mano por esa espalda, llegando al trasero de su amigo, redondeando esa zona, apretando todo a su paso dejando sus cuerpos mucho más juntos, produciendo leves gemidos de esos dulces labios en los cuales se perdían en un beso. El deseo de posicionar sus manos de esa manera en el rasgo más característico de la anatomía de su amigo era su deleite máximo considerando que solo él podía estar allí cumpliendo uno de sus pasiones, mas si al mirarlo ve como su rostro deja ver su sonrojo y una sonrisa que ilumina el lugar.

Se quedaron besando cuando sin saberlo recorrieron la pared entre más besos y abrazos, apagaron sin querer las luces del lugar quedando unas pequeñas lámparas encendidas. Ambos rieron porque fue algo automático, que genero un ambiente de seducción y pasión para que ellos dos pudiesen continuar con lo suyo.

Yoochun comenzó a recorrer con sus besos el cuello de Junsu, bajando hasta comenzar a desabrochar uno por uno esos botones de la ceñida camisa blanca, que le volvía más loco. El otro le observaba mordiéndose su labio inferior ante la ola de sensaciones que le producía el solo roce de esas grandes manos en su piel. Dejando completamente abierta la camisa Park volvió a los labios rosados, besándole intensamente, lamiendo su cuello, mordiendo su lóbulo, bajando hasta sus hombros, jugando con ellos mientras su lengua recorre cada rincón. Sus manos viajan hacia el sur y descansan en esa cintura que se mueve al compas de cada lamida y mordida. De los labios de su amado salen leves sonidos y jadeos, los que se intensifican cuando al pelinegro ataca lentamente, devorando esos montecitos erectos en su pecho.

¡Chunnie! …mmhh – y la voz de Junsu se escucho cortada tras las reiteradas lamidas que recorrían ahora su abdomen.

- Dilo... Su… me encanta que me digas así – y subió Yoochun a comer esa boca que formaba una sonrisa al reconocer la aprobación de lo que su amado había dicho.

Las sensaciones circulaban cada rincón del cuerpo de Junsu. Su piel se erizaba con el solo roce que Yoochun hacia. Sus manos se aferraban al cuello o el pelo de Park, mientras este desliza la camisa de esos brazos cayendo al suelo.

Para ambos esto no era un juego, si no darse la gran oportunidad que esperaban.

(Kim Junsu – Lullaby)

La emoción y las sensaciones se respiraban en ese aire cálido que compartía. Yoochun se derretía al solo tener ese cuerpo para él y recorrerlo con sus manos generando sonidos que nunca pensó que Junsu hiciera, sorprendiéndose mucho más de su capacidad vocal, deseando mucho más, que estos aumentaran y se escucharan por toda el lugar.

Tras cada beso y toque se detenía a mirarlo, reconociendo en esos ojos cafés, el deseo, la pasión y las ganas de ser uno solo, aunque fuera esa noche, pero lo sentía y no quería perder espacio ni tampoco tiempo como antes, sino vibrar al encontrarse juntos como nunca. Y entre mordidas de esa boca y esos labios, paso sus manos nuevamente por esos torneados y firmes muslos, deslizándolas adelante para rozar la hombría de su amante.

Junsu comprendió que la situación dará pasos muchos más grandes y trascendentales de los que su mente podía entender. Y no le molestaba sino que le asustaba. Existían razones importantes para él, pero no las quería comentar, le aterraba lo que pensara su amigo, pero al verse tan acorralados entre las caricias que activaban su piel descubierta se detuvo. Si bien se había dejado querer, para él la inexperiencia le estaba jugando en contra, ya que veía que Park era experto en el tema por cómo le hacía sentir.

Es mejor que…. paremos -

- ¿Por qué? ¿no quieres? -

- No es eso…. Yoochun es mejor que te vayas – mirando hacia otro lado sonrojado por no tener idea de que hacer, los nervios menos le ayudaban y la inexperiencia le decía que podía cometer un error.

- Junsu ah…  – tomando su rostro – que sucede… ¿no te gusta? -

- No es que... – y Park Yoochun por primera vez entendió esa mirada temerosa, esa respiración agitada y ese sonrojo que llegaba hasta la raíz de la cabellera de Junsu.

- Baby, porque eres tan tierno…, Solo sigue tus sentimientos – se acerco a su oreja y le dijo con esa voz tan seductora y ronca - Si me quieres tocar hazlo, si me quieres besar hazlo, pero no te detengas. Es más, ayúdame. -  Tomo de sus manos y las puso en el borde de su cintura, alrededor de suéter para que Junsu le sacara esa ropa que ya le molestaba, tirándolas sin importar donde cayeran. Lo miro y lo vio sonrojarse.

- ¡Yo nunca lo he hecho Yoochun! - y se perdió en el cuello del mayor, quien busco su rostro y le regalo un beso corto. Tomo de sus mano y la puso en su cintura, y le ayudo a recorrer su torso y abdomen.

-  Ahora… hazlo como quieras, porque con él solo contacto de tus manos, guidadas por mí, te sentí Junsu en cada poro de mi piel. – comento entre jadeos Yoochun.

Y así Junsu comenzó a besarlo dejándolo apoyado a él contra la pared. Bajando a su cuello y lamiendo esa tan deseada manzana de Adán, produciendo sonidos roncos de esa boca y que la respiración de su amado se acrecentara cada vez más. Deslizo su lengua por esa clavícula que tanto llamaba su atención y beso sus hombros mientras recorría con sus manos el abdomen. Lamio cada lugar, mordió los pezones de Park, quien se volvía loco al sentir esa lengua jugar con él, mientras tomaba de su pelo y los pasaba por sus dedos.

En uno de esos movimientos una idea cruzo la mente de Yoochun, desatando una de las tantas fantasías que había imaginado muchas veces con la misma persona. Al verlo tan concentrado componiendo, esas imágenes aparecían y si ahora lo tenía entre sus brazos, no se limitaría por nada en cumplirla. 

– ¡Su… come here baby! – le dice mientras lo vuelve a besar apasionadamente avanzando, topando con el sofá y todo lo que está en su paso, tomándolo para subirlo a aquel piano que descansa en el rincón del departamento del pelioscuro.

-¿¡Que… haces Chunnie!? – dice Junsu, cuando entre besos puede divisar como Yoochun con una mano lo tiene de la cintura y con la otra bota al suelo la copa de vino  y los libros haciendo espacio en ese gran piano de cola negro. 

- Tranquilo baby, estrenaremos el piano – y lo besa nuevamente, deslizando sus manos por la espalda, apretando de sus glúteos que descansan en el piano apoyado para lamer su abdomen para llegar al cierre del pantalón. Sin duda este estaba levantado y Junsu se tapo la cara con las dos manos, dejando de ver por entre ellos como Yoochun lo sacaba, dejándolo en puros bóxer,  observando cómo lo lamia por encima. 

– Chun…mmhh…. sácalo… - dijo entre jadeos apoyando sus manos en el borde del piano al lado de sus piernas. Le hizo caso y los saco dejándole visible esa erección hinchada y rojiza que le atraía más que nada en esos minutos, comenzándolo a estimularla mucho más, mientras Junsu se deslizaba un poco hacia atrás tomando de su pelo jalándolo en un beso, para al final  quedar acostado en el piano, removiéndose tras cada subida y bajada que producía Park con sus manos, liberando una serie de gemidos de lo mas hondo de esas cuerdas vocales. Para Yoochun todo ello, verle sudado, extasiado y revolcándose en ese piano era un deleite ante sus ojos. Se maldecía por no haber tomados decisiones como esa antes, pero hoy haría todo lo posible por recompensarlos a ambos.

Se inclino a lamerlo, tanto en su abdomen hasta el bajo vientre, llegando a su lugar favorito para ese entonces, introduciéndolo en su boca, humedeciéndolo con su lengua, succionando la pre esencia que comenzaba a salir, sacándolo y utilizando nuevamente su mano rápidamente para que Junsu en un tono desesperado y lujurioso le hiciera saber que se correría, sin pensar que este lo introduciría para tragar y relamerse los labios ante esa esencia que no sabe como describir. Sin embargo, al verlo sentarse después de unos minutos, con la respiración agitada, sus cuerpos ardientes y sus piernas que quedan en el aire sobre el piano moviéndolas de un lado para otro, como si fuese un niño, demostrando lo nervioso y excitado que se encuentra, le besa entre un arranque de sensualidad y ternura, sumando para el propio Park Yoochun la mejor combinación.

-¡Si supiera el mundo…, que eres mucho más dulce de lo que ven!- 
-¡Chunnie….! – le dice sonrojándose atrayéndolo con sus piernas quedando abrazado regalándose besos cargados de efusividad y pasión.

Yoochun le sintió abrir torpemente sus jeans tocando por dentro, tanto por encima hasta el interior de sus bóxer rozando su extensión de arriba hacia abajo de forma sutil y delicada, generando su derretimiento antes esos encantos. Ayudando a esas manos a liberar sus muslos y sus piernas, dejo caer sus pantalones. Cuando se vio acorralado por Junsu que había bajado de su lugar y ahora lo apretaba junto a sus erecciones contra el piano, mientras le besaba. Sus manos se perdían en ese cuerpo estilizado y agradable, perfecto ante cada roce y gemido, Junsu era su gran anhelo, hoy era suyo. Siguió esas indicaciones que le hacia su amigo subiéndose al piano recostándose con toda libertad mientras que Junsu no espero mas y comenzó a lamer entre sus piernas, tocando sus muslos, llegando a su objetivo lamiendo pausadamente ese erección, jugando con ella subiendo de a poco succionando su punta. El menor seguía lo que sus instintos le decían, pero para Yoochun era un placer inexplicable, como armonizaba el juego entre la lengua, las manos, sus labios y para él su asombro fue mayor cuando sintió que le introducía profundamente, mientras él tomaba de sus cabellos ahora teñidos oscuro. No alcanzo ni siquiera a hablar cuando Junsu ya se había dado cuenta como su boca se impregnaba del sabor de  Park, tragando lo que pudo mientras lo demás se esparció por el alrededor. Era extraño para Junsu, pero ese acto fue delicioso y excitante. 

(Kim Jaejoong – Kiss b)

El sonido ronco producto de aquel evento se escucho en ese espacio y removió todos sus sentidos, sentándose frente a él, para observar la expresión el pelioscuro que deseaba por ver. Beso la comisura de sus labios y lamio con su lengua rastros de su propia esencia que quedaban en esa boquita. Porque eres tan endemondamnete sexy y tierno, peleaba Yoochun solo cada vez que lo observaba, porque no te tome en mis brazos antes, pensaba.  Y se besaron compartiendo un beso con el sabor de ambos mezclados junto a la pasión y el amor que se entregaban.

Lo invito a subir al piano, pero este se negaba ante la vergüenza escondiéndose en ese cuello, pero tomándolo de esos tonificados glúteos lo invita a recostarse sobre él, quedando ambos posicionados encima del piano. Entre más besos y caricias Yoochun le invita acomodarse, sentándolo sobre su piernas a horcajas de él mientras que el también le observa, con la seducción que los envuelve ambos. Sabiendo que pasó deben seguir, y pese a lo temeroso que Junsu se encuentre, no pierde de vista las orbes oscuras del pelinegro que le dan seguridad y le invitan a continuar pase lo que pase. Ve como Yoochun comienza lamer sus dedos, pero sin que complete de hacerlo, toma de su mano,  lamiendo esos dedos uno por uno, causando el desenfreno de todas las pasiones en el cuerpo de él y de su pareja. Y lo hace, los introduce lentamente, mientras que Junsu se adhiere a él, a su cuello, marcando sus dedos en la espalda en cada intromisión, murmurando el dolor que se funde poco a poco con el placer, desencadenando una que otra lagrimas que es cortada por un beso del pelinegro.

Yoochun toca esas húmedas paredes de a poco hasta encontrar que el espacio es perfecto para continuar. Y Junsu lo siente introducir su erección en el, como a la vez arquea su espalda y deja escapar sus gemidos, que son distraídos con palabras dulces, de amor y cariño, por lo que están haciendo. Park no quiere hacerle daño, trata de ser lo más sutil posible, pero también se pierde en tomar el poder de la situación actuar ante la excitación y la necesidad que tiene de fundirse con él. Luego se mentaliza entre sudor y una serie de sensaciones, lo ama y quiere que sea perfecto para Junsu.

Sin duda existe un ardor en esa zona por la intromisión, pero se acostumbra lentamente a él y lo siente, como ello se transforma en placer, uno que lo vuelve loco de un minuto a otro. – Su… baby… ¿estás bien? - pregunta Park al sentirlo temblar sobre él, quien se siente estrecho en esa delicada cavidad pero que muere por perderse en ella.  – Chunnie… si… mmhh… es raro esto pero me gusta – generando un sonrisa en Yoochun, quien se derrite ante esos ojos y esa boca, dejando un ansiado beso, de ese puchero que le regala.

El vaivén comienza lento y seguro en un ejercicio recíproco que se acompaña de los gemidos roncos de Yoochun y suaves de Junsu. Es incomodo estar en esa posición estrechos sobre el piano, pero a la vez les vuelve loco, sentir el golpe de sus cuerpos, el roce con ese material frio y oscuro que hoy los veía unirse por primera vez.

Y mientras Junsu le besa su cuello y recorre sus hombros con un caminito de besos lo siente. Sienten como Yoochun ha llegado a ese punto, haciéndoselo saber al morder ese lugar que antes se llenaba de beso, produciendo en Park la satisfacción de estar haciendo lo correcto, ambos se sonrojan pero siguen en ello, comenzando a estremecerse en cada estocada, en esos besos cargados de deseo. Lo sujeta fuertemente con una mano por la cintura mientras que con la otra agarra de la extensión de Junsu y comienza su trabajo de armonizar ese vaivén, mientras otras veces sus manos se pierden delineando esos glúteos que suben y bajan.

Junsu por su parte le besa, tira de sus cabellos y se esconde entre su pecho lamiendo el lugar, mordiendo aquellos montecitos y le ayuda a masturbarle. El contacto entre ambos es afanoso y decidido. Se regalan uno que otro te quiero, pero en voz baja y al sentir que las cargas eléctricas recorren todos su cuerpo comprender que ambos llegaran a su destino, pero en un acto de posesión y domino, que excito mucho mas a Junsu, Yoochun lo recuesta sobre el piano acomodándolo ligeramente embistiéndolo una vez más posicionado encima de él, repartiéndose besos cuando sus bocas se separan para compartir los gemidos ante el estallido de ese orgasmo provocados por ambos, que nubla sus miradas y los hace sentir plenos.  

La caliente esencia de Yoochun llenar la cavidad de Junsu, estremeciéndose los dos en el acto, mientras que a la vez Kim se corre sobre su abdomen, complementando el éxtasis de esos gemidos, respiran acelerados los dos, entre las sensaciones de satisfacción y amor que viajan por sus cuerpos. El pelinegro no se detiene y lame cada rincón que obtuvo de esa sustancia y le besa como nunca. Descansando en su pecho.

Eres increíble Su, lo sabías… -

Están cansados y felices pero no saben que decir, solo se escuchan sus respiraciones que vuelven a retomar el ritmo normal, y para ambos puede sonar el mas inoportuna de las declaraciones pero lo hacen.

- ¿Chunnie? … -

- ¿Su….? – y ambos ríen al decir al unisonó el nombre de cada uno. Y si bien todavía siguen sobre ese piano, las sonrisas son percibidas entre uno sobre el otro, cuando nuevamente las palabras emergen de sus bocas.

-¡Te amo!... – y son los dos quienes hablan, comprendiendo la seriedad de sus palabra y la alegría de estar allí. Sonríen en silencio fundiéndose en un beso.

Yoochun se levanta y lo invita a inclinarse ante él, lo toma entre su cintura, quien rodea sus piernas en él para avanzan entre besos y abrazos, caricias y roces hasta la habitación cayendo sobre la cama, cubriéndose el uno con el otro, sin decir palabra solo besándose nuevamente y dándose el espacio que necesitan para escucharse como nunca lo habían hecho, con sus respiraciones agitadas, con el roce de sus labios o simplemente con solo oír su corazón.

………………………………………………………………

(Km Junsu - Love is like snowflakes)

POV’s  Yoochun:

Me despierto mucho antes que tu, se lo cansado que debes estar y te observo. Estas desnudo igual que yo, te cubre solo una sabana que deja entrever tu anatomía y podría decir que tus curvas. Te ves perfecto y nunca me había detenido a expresarlo.
Me gustaría detener el tiempo Junsu, para observarte, para decirte lo que Te amo y lo que siento por ti hace mucho y que fui un tonto al no gritarlo antes. Sé que me quieres desde lo más profundo de tu ser y lo comprendo, tantas cosas juntas, tantos experiencias vividas y hoy una oportunidad para nosotros.

Remuevo tu pelo que cae sobre tu frente y te beso. Sabías que si me preguntase alguien cual es mi mayor miedo, le diría que es perderte por no saber cómo cuidar de ti o hacerte feliz. Creo que la instancia es esta y es momento de vivirla y lo hare pase lo que pase.

Eres hermoso, representas la ternura hecha persona y yo aquí al lado tuyo, soy feliz.
Quiero sorprenderte como nunca lo he hecho, lo decido de un minuto a otro y me visto al recoger la ropa tirada por la sala. Y rio a la vez cuando veo ese piano. Ambos sabemos lo significativo que será para nosotros, y cuando lo compre quería que lo apreciaras como yo a ti, como lo que siento por ti, como cuando te veo y trabajo a tu lado, porque puedo perderme en tu risa mientras te molesto, puedo componer un melodía y escuchar tu voz, puedo mirarte y ponerte nervioso, y esas simples cosas hacen que me sienta como en casa.

Escribo una nota y le dejo en el lugar al que se que iras al momento en que abras tus ojos y salgo del departamento.

Mientras compro y pido tu café favorito con endulzante, creo que mi sonrisa no se borra de mi rostro y camino de vuelta a tu hogar, esperando y rogando que por tu mente no pasen conclusiones erróneas al no verme a tu lado, solo que tengas una respuesta concreta.

Subo el ascensor, mientras escucho música y medito en la necesidad de estar sereno ante tu respuesta, ya no quiero perder más el tiempo, sino que quiero estar contigo. 
Me cuesta abrir la puerta, porque en una mano llevo la bolsa con esos pasteles que siempre llevas cuando vas a mi casa y al final devoras tu, y en la otra dos café, pero lo hago y entro concentrado en que decir y hacer.

POV’s Junsu:

Despierto y puedo sentir que aun estoy desnudo. Miro a mi lado y no estás, era de suponer pienso. Siento que me amas como yo a ti, pero no está en tu mente hacérmelo saber o expresarlo, pues no se Yoochun creo que te conozco y quizás tengas miedo como yo ayer, pero si me dejaras decirte un cosa, es que lo más concreto y seguro que me ha paso en la vida, es lo que siento por ti.

Me siento en la cama y me mentalizo en no tenerte rencor ni nada de eso, porque ¿sabes?,  puede sonar muy infantil incluso tonto, pero no me arrepiento de lo que hicimos anoche, fui feliz y contigo para mí todo eso no tiene explicación.

Tomo mi piyama y me lo coloco con la esperanza de hacer algo para no pensar mal de ti. Paso por la cocina y me detengo en el marco de ella. Al ver el piano,  las imágenes vienen en un minuto y rio como un joven de 15, enamorado, mientras avanzo a él.

Deslizo mis dedos por esa tapa que cubre las teclas y quiero cantar, sin importar nada más. La levanto y encuentro una nota.

Una vez me dijiste que no era romántico y nunca expresaba mis sentimientos.
Perdóname si no te lo dije en cada mirada o en una palabra todo lo que siento por ti.
Te amo Su y nunca lo dudes.
PD: Micky Mouse pregunta a su delfín favorito si quiere ser su novio. Además le informa que no existe un No como respuesta.


Mientras una sonrisa se curva en mi rostro siento el cierre de la puerta y te veo allí con la misma expresión de siempre, despistado trayendo en una mano una bolsa y en la otra café. Corro ante ti que no te habías das cuenta de mi presencia y te beso  feliz de tenerte sólo para mí.

FIN.

1 comentario:

  1. Yo ya lo dije en su momento, pero lo repetiré. Este fic me encanta. Porque es un equilibrio perfecto de amor y sensualidad. La forma en la que todo se desenvuelve es tan linda, tan "pura". Y no por eso deja de ser sexy. Además, la música, como siempre, es un apoyo genial. El nombre le queda de maravilla, este fic es increíble <3

    ResponderEliminar